2.0(11)

Las normas ortográficas indican que las cifras que ilustran los años no van acompañadas de signos de puntuación. Las reglas periodísticas que aún se pasean por las aulas de las facultades de Comunicación tampoco aconsejan comenzar a utilizar la nuevas nomenclaturas institucionalizadas por los soportes sociales. La RAE prefiere cebarse con la ‘y’ antes que revolotear por los nuevos medios de comunicación social para medir los incipientes usos de la lengua española.

Con todo, la realidad es tozuda y la costumbre, el tiempo y los nuevos soportes avanzan al ritmo profesional y social que testimonian las estadísticas, los informes y la generalización del uso de otras formas de expresión. En las mismas, el periodista se especializa a golpe de tweet y de enlaces sugerentes para perfeccionar su quehacer cotidiano; el sociólogo accede a un ámbito de representaciones sociales que cargan de sesgo los informes tradicionales, los mismos que eran sometidos a cocina y nevera por los organismos y por los partidos políticos; el cocinero puede compartir con su gremio recetas, platos y puntos de reunión gastronómica; el diseñador puede sacar a relucir su creatividad en un escaparate virtual compartido y rebotado por quienes ni son sus amigos en la vida real; el político encuentra el lado humano de la existencia y se da cuenta de que ésos a los que llama ciudadanos en el ámbito online palpitan, opinan y critican desde titulares sin retorcer; el taxista realiza carreras de sol a sol, de ciudad a ciudad sin que la limitación física de las puertas de su coche le impida ‘marketinear’ con su imagen y su profesión; el estudiante sin prácticas promociona su espíritu emprendedor y el parado encuentra nichos donde agarrar su esperanza laboral.

Por todo eso, por todo aquello, por los comentarios que tartamudean cada día, por la importancia que se le da ya en todos los canales a la participación procedente de esos lugares donde antes nadie quería estar y porque ya no se puede estar sin ellas como tampoco se podía estar sin móvil a finales de los noventa… Las redes sociales marcan 2011 como el 2.0(11).

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