La realidad aumentada aplicada al periodismo

Las TIC, como se denominan comúnmente, tecnologías de la información y la comunicación, son conocidas porque están en constante evolución, tal y como ocurre con la realidad aumentada que cada vez ofrece más posibilidades en el campo de la comunicación. Pero, ¿en qué consiste esta tecnología y qué puede aportar al periodismo? Se trata de un método de visualización novedoso cuyo fin primordial es recrear escenarios inmersivos y superponer la realidad física a la virtual. Su carácter versátil ha hecho que trascienda al ámbito de la comunicación social y que su uso comience a proliferar en la prensa, sector que ha sabido ver su potencial y explorarlo.

Lo que ha conseguido que se alce como una de las fórmulas híbridas más innovadoras, entre lo digital y lo impreso. Porque desde hace décadas los elementos más empleados por los medios de comunicación para ensalzar el atractivo de la publicación siempre han sido gráficos analistas, infográficos e imágenes llamativas, con el objetivo de atrapar la atención de los lectores. Pero las nuevas tecnologías han dado una vuelta de tuerca a estos banales recursos y han incorporado los mapas interactivos, los códigos bidi, construyendo así puentes comunicativos bidireccionales donde los usuarios también pueden participan y pasan a formar parte como usuarios activos.

Ejemplo de ello es la revista estadounidense Esquire, pionera en aplicar este recurso a su publicación impresa. ¿Cómo lo hizo? En el año 2009 lanzó al mercado una edición con una pantalla de tinta electrónica, a través de la cual los lectores podían por primera vez aprovechar las infinitas posibilidades que brinda la realidad aumentada. De este modo, observaban fotografías y textos animados en tres dimensiones con una aplicación propia de la edición.

Sin embargo, en el panorama español todavía es complicado hallar estos ítems de manera tan clara en los medios comunicación. Aunque si bien es cierto que las grandes cabeceras han apostado y apuestan por contar la actualidad con 360 grados, como hizo El País con ‘Fukushima, vidas contaminadas’, el primer gran reportaje en realidad virtual grabado de esta forma, con una duración de 10 minutos, infografías tridimensionales y sonido inmersivo.

Otra prueba más de que la realidad aumentada está proliferando cada vez más en el periodismo, con el fin de acercar al lector a grandes historias utilizando para ello nuevas herramientas narrativas que le permitan lo que sucede en el mundo.

Periodismo inmersivo

En España existe el primer laboratorio de periodismo inmersivo en español, ‘Inmersive Journalism Lab’, tutelado por las organizaciones Designit, The App Date y Virtual Natives que pretende incentivar un nuevo género de narrativa periodística vinculada a la realidad aumentada. La misión de este proyecto no es otra que la de impulsar una manera nueva de contar la actualidad, en la que el espectador se sitúe en el centro del hecho noticioso, con ayuda de estos 360 grados.

Para conseguirlo, se dedican a enseñar a periodistas a contar historias pensando de forma nativa, desde el primero momento que plantean el guión hasta su grabación y consumo posterior.

Posted by: @ingabarda

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