consejos verificar noticias

Consejos para la verificación de noticias

¿Sabes qué consejos seguir para la verificación de noticias? Llega por WhatsApp una noticia sorprendente, que despierta todo tipo de sentimientos o en la que aparecen datos llamativos sobre un tema muy controvertido o de candente actualidad. Mucha gente, lo primero que hace, es reenviarlo a sus contactos y estos a los suyos. Todo ello sin contrastar si la información que aparece es real o no. Y, en caso de que sea una fake news, su difusión ha sido de tal envergadura que llega a ser complicado pararla.

Para no contribuir a hacer más grandes la extensión de noticias falsas, existen una serie de consejos para la verificación de noticias que solo lleva unos minutos de tiempo ponerlos en práctica. Hay que tener en cuenta que en un 86% de los españoles tiene dificultades para distinguir entre informaciones falsas y reales, según un estudio sobre fake news de la Universidad Complutense de Madrid.

Aunque los consejos se basan en el sentido común, muchas veces el impulso y la visceralidad promueven que estas desinformaciones sean compartidas con asiduidad. Por ello, lo primero que hay que hacer es tomarse unos segundos, desconfiar de partida y seguir estas sencillas advertencias para no reenviarlas de forma inmediata:

  • Hay que leer toda la noticia –o, al menos, una buena parte de la misma- y no quedarse solo con el titular. Este suele ser llamativo, contener algún dato para hacerlo verosímil y causar sorpresa o rechazo. Además, se pueden encontrar faltas de ortografías, erratas o, incluso, una url extraña.
  • Las fuentes son una de las claves para detectar si se trata de una fake news. Si el formato es una imagen reenviada por redes sociales, sin autoría ni enlace, suele ser una noticia falsa. También hay que averiguar si el medio es real o no y cuáles son las fuentes que emplea para justificar la información.
  • Para saber si el titular es real, se puede insertar en un buscador para conocer si ha sido publicado por otros medios de comunicación fiables.
  • Las imágenes pueden estar manipuladas e incluso se puede emplear una fotografía correspondiente a otra fecha o a otro hecho. Hay que buscar la imagen en Google Imágenes para conocer su procedencia siempre que desconfiemos de ella.
  • Los datos suponen un asunto muy sensible. En ocasiones no llevan la fuente que los corrobora y, en otras, se cita alguna autoridad, pero puede ser falso. ¿Cómo saberlo? Comprobando si lo han reproducido otros medios y si realmente lo ha dicho esa persona u organismo, por ejemplo, en un estudio, en una nota o en una rueda de prensa. También se pueden encontrar fuentes generales como “según expertos”, sin mencionar nada concreto, por lo que puede ser falso.
  • Las fake news pueden alterar las fechas o realizar un relato de los hechos sin una cronología exacta. Muchas veces se ve que la noticia está redactada en pasado, aunque se haya lanzado en la actualidad.

Asimismo, algunas redes sociales como Facebook y Google han incluido el botón Fact Checking para que los usuarios detecten la veracidad de la noticia que les ha llegado o que han visto en la Red.

A estos consejos para verificar noticias hay que unir la apuesta por un periodismo de calidad, alejado de la precariedad en la que viven sus profesionales y en la que los medios de comunicación trabajen para luchar contra la desinformación en Internet. Este fue uno de los puntos abordados este sábado en la 78 Asamblea de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), celebrada en Albacete, cuando se abordó la preocupación existente sobre las fake news. Otro de los puntos propuestos fue incluir en colegios e institutos asignaturas relacionadas con el periodismo para que los más jóvenes sepan distinguir cuándo una noticia resulta falsa. De hecho, la Comisión Europea recomendó el año pasado incluir esta formación en escuelas y centros de enseñanza.

Así pues, si se empieza por educar desde bien temprano y a concienciar sobre el peligro que entrañan las fake news, se logrará que estas no tengan cabida en la sociedad. Si todas las personas ponen su granito de arena y dedican unos minutos a comprobar la veracidad de una noticia cuando la leen en redes sociales o se la envían por WhatsApp, se lograría parar un movimiento que llega a desestabilizar sociedades enteras.

Instagram y su cambio de algoritmo en la aplicación

Instagram y su cambio de algoritmo

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Puede ser que en las últimas horas hayas percibido un menor engagement en todas tus cuentas corporativas de Instagram; que una fotografía, que antes funcionaba bien, ahora no tenga el alcance esperado, y en algunos casos es posible que hayas recibido peticiones por parte de tus seguidores, que exigen ver tus publicaciones.

Si te encuentras en esta situación es por el cambio de algoritmo de la red social favorita por los influencers y prescriptores más aspiracional del mercado. Para entender este nuevo escenario y la forma en la que te puedes ver afectado/a por el mismo es importante recordar el mecanismo de esta aplicación.

Instagram tiene tres factores clave que condicionan el orden en que aparecen las publicaciones de tu comunidad de seguidores y de los perfiles que sigues en esta red social, que son: el interés de la audiencia, es decir, si tiene muchas interacciones, lo que más reciente se ha publicado y la relación con la cuenta. Esto quiere decir, la periodicidad con la que interactuas con la cuenta, ya sea en forma de likes o comentarios.

El nuevo algoritmo, pese a ser muy criticado por los influencers, que se manifiestsan en contra del mismo porque su audiencia no ve sus fotografías, promete enseñarte hasta un 90 por ciento de las publicaciones de followers, frente a un 70% que te mostraba antes.

La aplicación social se acoge a todos estos parámetros para organizar el feed de los usuarios, en función del tiempo que pasan dentro de la app, la frecuencia con la que la utilizan y la cantidad de perfiles que siguen. Y para ello, emplea la fórmula de aprendizaje automático. Recaba todos los datos y analiza la información de cada usuario para “mejorar su experiencia en la siguiente sesión”, o ese es el propósito que, según han anunciado a los medios, persiguen. Pero las numerosas críticas que han recibido no apuntan a que estén logrando su propósito.

De hecho, los celebrities se han visto obligados a publicar stories, anunciando cada vez que suben una foto y reclamando “likes” a sus seguidores para que puedan seguir viendo sus próximas publicaciones. Lo que en materia de comunicación corporativa, que es el terreno que nos atañe, se traduce en una menor visibilidad para tu público si no pasas por caja.

Pero hecha la ley, hecha la trampa. Existen algunas formas para sortear los efectos negativos del algoritmo como, por ejemplo, publicar a las horas que más se conecta tu audiencia o potenciar las relaciones con tus followers, para que Instagram las detecte como fluidas y no asiduas. De ese modo, le otorgará una mayor importancia al fee de tu marca. Es una forma de asegurarte que parte de la misma podrá ver tu producto, servicio o mensaje.

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malos hábitos marketing digital

Malos hábitos de las empresas en el marketing digital

El marketing digital se encuentra ya totalmente integrado dentro de las estrategias de marketing de las empresas. Desde hace años las compañías desarrollan y ejecutan este tipo de acciones, pero aún quedan malos hábitos que se siguen arrastrando sin darse cuenta de que perjudican. Muchas de estas costumbres están tan arraigadas que pasan hasta desapercibidas. Por eso, hay que tratar de evitar estos cinco malos hábitos de las empresas en marketing digital:

Seguir haciendo spam. Parece mentira, pero aún se sigue viendo cómo se realiza spam a través de las redes sociales o del email. Se trata de una práctica nada recomendable, ya que la marca es percibida inmediatamente como una mera máquina de vender productos y servicios sin ofrecer un valor añadido. Además, muchas aprovechan para anunciar alguna oferta o promoción cuando un usuario de redes sociales pregunta o solicita algo. ¡Error! En todo caso hay que conversar de persona a persona, uno de los pilares en los que se fundamenta la filosofía de la web 2.0.

Ser robots y no personas. Siguiendo el punto anterior, una mala costumbre consiste en programar y programar en redes sociales sin una curación de contenidos y sin tener en cuenta a los usuarios de la comunidad. Aunque hoy en día redes como Twitter ya no generan tanta conversación como hace unos años, otras como Instagram siguen muy vivas y se puede conseguir ese vínculo emocional que hace falta dentro de lo impersonal que puede ser Internet. Va más allá de incluir un emoticono, se trata de dar calor al mensaje sabiendo que hay una persona detrás de la cuenta de empresa.

Medir cuantitativamente y no cualitativamente. Pese a que se habla de compra de seguidores, aún hay muchas empresas que otorgan una desmesurada importancia al número de followers, sin reparar en el engagement de la comunidad creada. Comentarios o me gustas son algunas de las maneras en las que se puede saber la calidad de la gente que le sigue. Más vale una persona influyente en redes sociales con menos seguidores, pero a los que llega de verdad, que una con muchos y que apenas genere interacción. Por eso, a la hora de trabajar con un influencer hay que valorar este tipo de aspectos.

No tener una web responsive. Cada vez más gente realiza búsquedas por Internet, a lo que se une que Google penaliza a aquellas páginas que no son responsive, es decir, que no están adaptadas a los dispositivos móviles. Aún hay muchas compañías que no dan suficiente importancia a la optimización de la web en el móvil, otro mal hábito que hay que cambiar cuanto antes.

Crear contenido como si no hubiera un mañana. El marketing de contenidos es una de las acciones más importantes dentro de una estrategia de marketing digital: aporta calidad y valor a la marca, así como posicionamiento orgánico. Pero no por más post que se escriban en un blog se van a lograr mejores resultados y ni es todo lo que se debe hacer. El contenido es una pieza más dentro de todo el universo existente en Internet y resulta preferible preparar un buen texto, que luego resulte de interés en redes sociales cuando se difunda, que muchos de escasa calidad. A esto se une que muchas veces se cree que teniendo una web potente ya no hace falta nada más. Además de ello hay que salir fuera, conocer las necesidades y escuchar al público objetivo o realizar acciones de marketing digital como el SEM, etc.

Asimismo, existen creencias como que el blog debe ser una herramienta para vender, como ya se comentó en este espacio, o que no hace falta medir para saber cómo está siendo la evolución de una empresa en redes sociales o en Internet en general.

 

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Carta a un estudiante de Periodismo

Hola, futuro compañero o compañera,

En breve comienzas tu andadura en la Universidad. Decidiste estudiar aquello por lo que creías tener vocación, Periodismo. Sé que aún piensas en aquellas redacciones de antaño, en las que resonaban las máquinas de escribir y el humo de los cigarros conformaba una espesa niebla; aquella época en la que el Periodismo se escribía así, con mayúscula, pues era una profesión amada y temida a la vez en la que destapar pufos o sacar exclusivas era una victoria para toda la sociedad.

Sin embargo, y sin ánimo de amargarte la ilusión, mucho ha cambiado desde aquello. Los que estudiamos esa carrera hace 20 años no nos imaginábamos cuánto iba a transformarse y qué poco o qué despacio se iban a ir adaptando los medios de comunicación ante la llegada de Internet y la web 2.0. Por eso, aquí estoy, querido amigo o amiga, para darte unos consejos en modo abuela cebolleta para que el recorrido sea algo más sencillo:

– Si aún no lo has hecho, aprende mecanografía ya. Creo que es lo que más me ha servido en mi trayectoria profesional, ya que los dos años en los que me empapé los cuatro Métodos me han ayudado a ser muy veloz y rápida. Primero con la máquina de escribir (las Olivettis de toda la vida) y ahora con el ordenador, lo cual es un alivio cuando tienes páginas y páginas que escribir.

– La carrera de Periodismo poco o nada tiene que ver con lo que te vas a encontrar ahí fuera. No pasa nada. Empápate de todo el conocimiento que puedas, pero haz prácticas o trabaja en un medio si tienes la fortuna de conseguirlo mientras estudies. Es duro compaginarlo, pero lo agradecerás cuando finalices.

– Como sabes, las nuevas tecnologías han cambiado la forma de hacer Periodismo. Las redes sociales y el entorno digital van a ser tus principales aliados, no tus enemigos, para que, cuando finalices el periplo universitario, tengas las competencias suficientes como para encontrar antes un trabajo, bien sea en un medio, en una agencia o en un departamento de comunicación.

– Trabajar en un medio de comunicación, sobre todo en un periódico, es duro tanto por horario como a la hora de buscar temas propios. Y no hablemos de la precariedad laboral. Grábatelo bien para no caer en el desánimo a la primera de cambio. Paciencia.

Sé buen compañer@. Parece una obviedad, pero encontrarás gente que te roba tus temas (incluso en la misma redacción), que no comparte o que miente. No les sigas la corriente. Como dijo Kapuscinski: “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”.

– Actualízate continuamente, ya que el Periodismo y todo lo que rodea a la comunicación va a ir cambiando constantemente. Nuestra profesión requiere de un estudio constante. No vale con el título universitario, se necesita saber desde qué se mueve en Internet, hasta las noticias de día a día. En un mundo global y dinámico, el periodista no puede estar parado nunca.

Valora a todos tus compañer@s, estén en un gabinete de prensa, en una agencia de comunicación o en el periódico de la competencia. Todos somos profesionales con los que tarde o temprano podrás tener contacto.

– Encontrarás a mucha gente que te va a asegurar que estás estudiando una profesión saturada y con altos índices de paro; ni caso si es lo que siempre has querido hacer.

Y, aunque sea un profesión dura, en la que creatividad y la calidad de lo que haces sea tu mayor plus, haz siempre todo aquello que te gusta. Muchas veces la vida te lleva por otros derroteros profesionales, aunque al principio soñáramos con ser corresponsales de guerra. El Periodismo es mucho más que eso y, poco a poco, te irás dando cuenta y haciéndote tu espacio.

Patricia Moratalla

Foto: Marga Ferrer

 

Los cinco básicos del fotoperiodismo

1.- TÉCNICA: En la mayoría de las ocasiones el fotoperiodista se expone a condiciones de luz extremas, pasará de interior a exterior en cuestión de segundos, padecerá contraluces y luces imposibles sin posibilidad de corregir.  En definitiva, el fotoperiodista debe estar preparado y formado para actuar con rapidez y solventar con éxito los caprichos de la noticia.

2.- INFORMACIÓN, CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN: La principal misión del fotógrafo de prensa es informar y para informar hay que estar informado. Cuanta más información tengamos de la noticia que vamos a cubrir o más conozcamos del personaje que vamos a fotografiar, más opciones tendremos para jugar con la fotografía, más garantías de éxito. Nuestra capacidad de observación será la que haga que nuestras fotos sean completas y especiales, a menudo se publicará solo una fotografía de la cobertura, por lo que hay que saber observar con respeto y con cercanía para tener la fotografía  que resume la información. No os olvidéis de  los formatos, se puede ver en  horizontal y vertical, hay que tener de todo si queremos que el resultado sea óptimo.

3.-CAPACIDAD DE TRABAJO: Donde hay noticia hay un fotoperiodista sin reloj. No importa si llueve o si hace calor, no importa si es la hora de comer o de dormir. Es importante mentalizarse para tener una buena salud física y mental.

4.-COMPAÑERISMO, ÉTICA PROFESIONAL: La competencia del fotoperiodista es feroz. Cada fotoperiodista debe tener la mejor fotografía, “la foto”. Eso nos lleva muchas veces a perder la humildad y la ética con nuestros compañeros. Es un error mirar al propio profesional como la competencia, la competencia son los medios para los que trabajamos. Pasaremos muchísimas horas con él y él con nosotros, será nuestro mejor amigo además de nuestro espejo. Nunca debemos olvidar nuestras peculiaridades artísticas-informativas, estar concentrado para no perder detalle y despierto para actuar con rapidez y eficacia, lo más importante es no perder la foto; no lo que hace el compañero. No nos sobrará nunca una mano amiga que nos eche el cable cuando tengamos problemas graves de equipo o de salud.

5.- MATERIAL FOTOGRÁFICO: Aunque lo más importante no es tener la mejor cámara, sí lo es tener un buen equipo fotográfico que se adapte a nuestras coberturas. Dependiendo de las coberturas fotográficas que realicemos será mas o menos importante tener un equipo u otro. Por ejemplo, si realizamos coberturas deportivas, como fútbol, será imprescindible tener un equipo que nos proporcione rapidez de disparo y de enfoque sin olvidar un buen teleobjetivo.

Si solemos trabajar de noche, en lugares sin luz, necesitaremos un equipo que  nos permita trabajar con ISO alto y ópticas luminosas.

Las herramientas básicas de un fotoperiodista son: teléfono móvil, cuerpo de cámara (con batería siempre cargada y de repuesto), óptica angular, teleobjetivo, flash y varias tarjetas gráficas. Es muy importante tener un buen macuto; que reparta el peso eficazmente, que nos resulte cómodo para cambiar de óptica con rapidez y compartimentado-acolchado para proteger nuestro equipo.

Otras recomendaciones pasan por el kit de supervivencia: agua, protección solar (en verano), chubasquero de cámara para épocas de lluvia y… para rematar la faena: ordenador con conexión a internet y programas básicos de edición de fotos.

¡Ale! A trabajar.

(Consejos y photo by Marga Ferrer)

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