La Unió de Periodistes Valencians presenta una guía para el profesional autónomo

La Unió de Periodistes Valencians presenta una guía para el profesional autónomo

Hace unos días la presidenta de la Unió de Periodistes Valencians, Noa de la Torre, y la periodista asociada Lorena Ortega han presentado la Guía para el profesional autónomo con el objetivo único de ayudar a todos los periodistas o fotoperiodistas freelance en la Comunitat Valenciana y también del resto de España.

El manual, escrito por Ortega, se muestra como una herramienta que permitiría resolver todas las dudas laborales que pueden surgir a los profesionales de la comunicación a todos niveles.  El libro se acompaña de consejos, enlaces, ejemplos, modelos y anexos, tan indispensables como sencillos, que aclaran las potenciales y principales cuestiones de los especialistas de la información.

Así, la guía expone, entre otros asuntos, los derechos de los que disponen los periodistas en calidad de autónomos, las obligaciones fiscales relacionadas con esta situación laboral, las prestaciones a las que pueden acceder y solicitar o las claves para llevar sus cuentas y contabilidades.

La obra incluye también un análisis completo del sector del periodismo freelance en la Comunitat Valenciana, que saca a la luz una constatación “alarmante”, consecuencia “de la revolución tecnológica que ha dejado a los medios de comunicación tradicionales sin un modelo de negocio viable para los nuevos tiempos”, según destaca Ortega.

Hoy, como indica el libro, un 65% de los periodistas autónomos lo son por “obligación”, es decir, para poder ejercer su trabajo. “Aunque la noción de freelance siempre ha existido, en la actualidad parece que sea cada vez más sinónimo de precariedad y de inestabilidad”, añade la coautora de la guía. De hecho, el 38% de profesionales por cuenta propia trabajan sin ganar al menos 500 euros netos al mes, una cifra muy preocupante, que nos revela la realidad de esta situación y los problemas que persisten.

El trabajo de periodista está ahora amenazado, pero tenemos que recordar que “sin periodistas tampoco hay periodismo”, como Ortega destaca, y que si no hay periodismo tampoco hay información. Así, parece indispensable sostener, ayudar y luchar por los derechos de estos profesionales de la comunicación, así como lo hace la Unió de Periodistes Valencians.

periodistas autónomos

Periodistas autónomos y el reto de la profesión

Muchos profesionales del periodismo han tenido que pasar a ser freelance o, mejor dicho, periodistas autónomos, desde que comenzara la crisis. La dificultad de encontrar trabajo como asalariados ha hecho que un 25% de los que trabaja en medios de comunicación y un 27% de los que lo hacen en gabinetes de prensa empresariales o institucionales son autónomos. Además, muchos han tenido que crear su propio medio o empresa.

Según la Federación nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), 15.000 periodistas se dieron de alta como trabajadores por cuenta ajena en los últimos ocho años. Una cifra nada desdeñable, pues muchos compañeros se encuentran trabajando en estas condiciones de forma precaria y mal remunerada. De hecho, ATA indicó a EFE el año pasado la preocupación que existe por el crecimiento de esta figura en el sector periodístico. Por ello, indicaron que quieren trabajar para “evitar que el binomio periodistas-autónomos signifique un trabajo precario”.

Las condiciones que se ofrecen a los periodistas autónomos de los medios de comunicación son muy inferiores a si hubieran sido asalariados. Y ello pese a realizar el mismo trabajo o, incluso, mayor. Unas condiciones que denunció la presidenta de la Asociación de Prensa de Madrid, Victoria Prego, subrayando que, de esta manera, se ha expulsado “de la seguridad laboral a miles de periodistas”, dejándolos “desamparados” tanto económica como laboralmente. Por ello, en el Informe de la Situación Periodística de 2017 se hace hincapié en la idea de que el 79% de los periodistas afirma que son autónomos porque las circunstancias les han obligado.

Asimismo, el informe recoge que la edad de los periodistas autónomos oscila entre los 30 y los 44 años y se encuentran en esta situación desde hace menos de cinco años. El 37% de ellos trabaja en medios, mientras que el 42% son comunicadores. Desglosando este último punto, un 37% trabaja en medios nativos digitales, 32% en revistas en papel y un 20% desarrollan contenidos digitales en medios convencionales. A ello se añade este dato: el 50% afirma que colabora con más de una empresa a la vez, lo que viene a señalar las condiciones precarias en las que se encuentran. Esto es, el 46% de los periodistas autónomos cobra menos de 1.000 euros, un porcentaje que desciende entre los comunicadores (33%).

En definitiva, se trata de una situación que afecta, en primer lugar, a los propios profesionales del periodismo, a sus condiciones laborales y vitales. Y, en segundo, a la ciudadanía, pues la calidad de las noticias queda mermada. Parece que la máxima “sin periodismo no hay democracia” aún está muy lejos de conseguirse por las condiciones laborales tan delicadas en la que vive un sector fundamental para la sociedad. Todo un reto que, desde el sector, se espera que se solvente para poder ofrecer información elaborada por profesionales que trabajan en condiciones dignas.

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“Para hacer fotoperiodismo hay que tener mucha curiosidad”

El húngaro Robert Capa, referente del fotoperiodismo más vocacional, dijo una vez que “las fotos están ahí esperando que las hagas” y su colega de profesión Sergi Reboredo (@SergiReboredo) recorre medio mundo con el objetivo de hacer de esta frase su bandera y cazar cada imagen de la realidad que se vive. Por su lente han desfilado mundos, culturas, ciudades y rostros de todo tipo procedentes de países como Brasil, Tibet, Vietnam o Nueva York.

Crítico y comprometido, ha hablado a través de su cámara del hambre, la guerra, las enfermedades, la felicidad o la tristeza más absoluta. Y lo ha hecho para publicaciones como National Geographic, La Vanguardia o El Mundo, que le han reportado numerosos premios del sector como los concedidos por Tourism Flanders o Ecologistas en Acción.

¿Es necesaria la vocación para que una persona decida enfrascarse en un terreno laboral tan complicado como es el del fotoperiodismo?

Por supuesto que es necesaria, sin ella sería imposible dedicarse. Nos damos cuenta cuando valoramos el riesgo que corremos y lo mal pagado que está este mundo. Aunque no es la única característica que debemos tener para poder dedicarnos al fotoperiodismo. También hace falta una formación adecuada, en la cual todo suma como, por ejemplo,  conocimientos de idiomas y otras habilidades. Ser un buen observador y tener ganas de explicar todo lo que sucede alrededor, es decir, tener mucha curiosidad. Tener muchísimas ganas, no solo de hacer fotos sino también ganas de luchar y de crecer y de aguantar la maratón de obstáculos que encontrarás en el camino. También ser muy autocrítico y tener un nivel elevado de auto-exigencia. Eso ayuda mucho a mejorar día a día.

¿Alguna vez te has visto ante el ‘escenario’ de la fotografía de tu vida? ¿Cómo te preparas técnicamente para realizar una fotografía cuando crees tenerla delante? 

Tal y como decía Imogen Cunningham, “mi fotografía perfecta es la que haré mañana”. Todavía no me he encontrado ante ese escenario perfecto o esa fotografía de mi vida. Cada encargo intento fotografiarlo lo mejor posible e intento mejorar día a día. Mi equipo varía mucho en función de las necesidades. Por poner un ejemplo, el trípode en muchas ocasiones se queda en casa, igual que el teleobjetivo. El equipo básico y que siempre viaja en un cuerpo de cámara Nikon d-800 y ópticas de focal fija como el 28mm, 35mm, el 50mm y el 85mm. Mi favorito es el 28mm.

¿Cuáles son los momentos más duros y apasionantes que has vivido como fotoperiodista y cuáles te gustaría vivir o te hubiera gustado vivir?

Quizás el mayor impacto fue cubrir la guerra de Irak durante unas pocas semanas. Es duro ver cómo muere la gente. Me hubiera gustado cubrir guerras o conflictos pasados, como la Guerra de Vietnam, cuando el fotógrafo todavía no formaba parte del enemigo a abatir.

¿Cuáles son los países, culturas y paisajes que más te han sorprendido a lo largo de tu carrera?

No tengo un país especial, ni una cultura favorita. Todos los encargos en diferentes países me aportan nuevos aprendizajes, nuevas sorpresas, nuevas amistades y muchas ganas de fotografiar. Cuando viajo simplemente por placer casi siempre busco Asia.

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes del trabajo como freelance?

La principal ventaja es que no tienes jefes ni horarios y tú eres el que aceptas o no un encargo. El principal inconveniente es que no sabes lo que vas a cobrar al mes siguiente.

¿Existe interés por el fotoperiodismo en formato libro?

Es un campo limitado porque estamos hablando de un público reducido y, además, hay que tener en cuenta que los libros de fotoperiodismo suelen tener un coste elevado, ya que se cuida mucho el papel y las tintas. Ediciones limitadas y tiraje de calidad implica casi siempre precio desorbitado, por lo que es muy complicado sacarlos adelante. En la actualidad la mayoría de ellos salen adelante gracias al crowdfunding.

¿El último libro sobre fotoperiodismo al que le has echado el guante?

Mi última adquisición ha sido The Americans, expanded edition, de Robert Frank. La mejor aproximación a la cultura y a los habitantes de Estados Unidos de los años 50-60. Sin duda un libro imprescindible.

Foto: Sergi Reboredo

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Aprendizaje al servicio del trabajo ‘freelance’

Después de tres ediciones de buena acogida, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) organiza el IV Taller “Las claves para trabajar como periodista ‘freelance’”, que la periodista Marta Gómez-Rodulfo impartirá los días 1, 2 y 4 de febrero.

Esta profesional de la comunicación es corresponsal de prensa entre España y México con una trayectoria de 13 años. Ha trabajado para El Mundo (2007-2012) y actualmente, desde nuestro país, para 24HORAS, Gentelman y El Universal, medios en los que escribe contenidos de calidad sobre política, economía, cultura y derechos humanos.

El taller en cuestión, que recoge tanto práctica como teoría, pretende “cubrir las necesidades de los periodistas y estudiantes de Periodismo interesados en seguir el camino del trabajo ‘freelance’ porque se inician en la profesión o porque están en paro y desean probar algo diferente”, según fuentes de la APM. De esta manera, pueden hacer de esta modalidad periodística una labor rentable y con proyección a largo plazo a partir de tres ejes principales: la diversificación de los trabajos, la adecuada valoración económica y la internacionalización como principal estrategia.

Además, los alumnos tienen la oportunidad de seguir la hoja de ruta que se les creará de manera personalizada para iniciarse como profesionales independientes y continuar manteniendo el contacto con la docente para dudas y consultas al acabar el curso.

El éxito de este taller está siendo tal que solo en 2015 se convocaron las tres primeras ediciones y ya se prepara la quinta para abril.