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“El #MeQueer ha expuesto la necesidad de hablar del acoso que sufre el colectivo LGTBI”

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Hace algunas semanas que el escritor alemán Hartmut Schrewe encendió la mecha de la reivindicación pública del colectivo LGTBI con un tuit que incluía el hashtag #MeQueer como emblema de un movimiento que se ha expandido por todo el mundo. Una puerta abierta y acogedora que ha invitado a muchísimas personas a contar sus propias experiencias en cuanto a acoso verbal y físico y las secuelas que les han supuesto (depresión, baja autoestima, etc.).

En España el encargado de difundir masivamente esta iniciativa de manera casi intuitiva, como él mismo afirma, al contar varias de las anécdotas que más amargamente recuerda, ha sido el periodista Rubén Serrano.

¿Cuál fue la anécdota vital con la que viralizaste el hashtag #MeQueer a través del tuit de Hartmut Schrewe?

De forma intuitiva comencé a compartir experiencias cuando descubrí el tuit de Schrewe, ya que en España no había tenido la repercusión que sí había conseguido en países de Europa como España. Una de las primeras fue cuando hace años iba con mi madre por la calle y un señor pasó por nuestro lado y dijo “qué maricón”. Mi madre no dijo nada y ello me hizo sentir violento, mal, cuando deben ser los otros los que tienen que sentirse así.

¿Crees que había una necesidad por parte del colectivo LGTB de que alguien encendiera la chispa de la reivindicación de una manera tan cruda y directa en nuestro país?

El movimiento ha expuesto la necesidad de hablar del acoso que sufre el colectivo LGTBI, tanto verbal como físico, cada día. Nos hemos unido en un espacio en el que denunciar en voz alta nuestras historias personales. Ha sido una manera de darnos un abrazo entre todos y darnos cuenta de que no estamos solos.

¿Qué acogida está teniendo el hashtag #MeQueer por parte de la sociedad no LGTBI?

Está invitando a todos ellos a la reflexión. He recibido comentarios en los que gente me ha llegado a pedir perdón porque se ha dado cuenta de comentarios negativos que ha llegado a poder hacer y de los que no se había dado cuenta hasta ahora. Hace falta un cambio social y valorar la diversidad. No hay que ver lo ‘diferente’ como algo malo, sino positivo. A nivel social muchas personas siguen enquistadas en el pasado a la hora de utilizar palabras ofensivas hacia nosotros.

¿Cómo percibes la difusión que están haciendo los medios de comunicación? ¿Notas un interés real de denuncia o la acogida informativa a una tendencia como cualquier otra?

Lógicamente forma parte de la agenda de los medios por su actualidad, pero sí que encuentro una preocupación real por cubrirlo, por dar voz a muchos casos. Es la misma estela del #metoo, no algo anecdótico, sino un problema que está ahí.

¿Cuántas veces los padres y las madres han influido negativamente en la educación y en la visión que los niños y adolescentes LGTBI tienen sobre sí mismos y con la que crecen y se forman como adultos?

No es culpa de nuestros padres, madres, tíos, tías…sino que es un problema estructural, que se repite generación tras generación. Es algo cultural que se ha arrastrado a lo largo de los años. Antes no existía la denuncia. Al sacarlo a la luz, ha servido como aviso de cambio, porque es un problema cotidiano.

¿Tenemos en la actualidad en nuestro país o fuera figuras LGTBI que sirvan de ejemplo positivo para los niños y los adolescentes en los medios de comunicación o el cine?

En la cultura pop mainstream actual encontramos muchas como Years & Years o Troye Sivan. Famosos que han afirmado sin reparos que son gais o bisexuales públicamente. En España tenemos a los Javis (Javi Calvo y Javi Ambrossi) o a Jesús Vázquez, que dicen a los jóvenes LGTBI que ellos también pueden llegar a tener ese éxito y que no son menos que los demás.

Algunos de ellos tienen ‘pluma’. ¿Por qué sigue siendo algo rechazado?

Porque vivimos en una sociedad en la que se censura todo lo que no sea heteronormativo. Por ejemplo, que siendo un hombre no te ‘comportes’ como un hombre. Se les toma como un chiste, sobre todo, cuando son personajes públicos. Antes era un problema, pero ahora ya no sucede tanto. La sociedad es muy diversa y podemos tener cabida todos y respetar todos los modelos existentes.

¿Está suficientemente concienciada la sociedad no LGTBI sobre el peso que tienen palabras como ‘maricón’ o ‘bollera’?

Hay cada vez más concienciación en las grandes áreas, pero no tanto en las pequeñas. Esas palabras son insultos dañinos cuando se utilizan como tal. Si las utilizamos nosotros nos empoderan y ayudan a reivindicarnos. La gente no está suficientemente concienciada porque las palizas y el acoso verbal se siguen sucediendo detrás del falso espejismo de la sociedad moderna. Pero eso es una superficie. Sigue habiendo cultura del odio y homofobia. Pero estoy contento con que el movimiento #MeQueer llegue a hacer reflexionar al menos a la gente. Es un éxito.

Por @casas_castro

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Egipto y la difusión de información LGTBI

Egipto y la difusión de información LGTBI

Hace unos días las autoridades de Egipto informaron a la ciudadanía con un comunicado sobre la nueva orden instaurada por el régimen estatal. Una ley que prohíbe de forma taxativa ofrecer cualquier tipo de apoyo a la comunidad LGTBI desde los medios de comunicación.

 El Consejo Supremo calificó la homosexualidad como una “enfermedad vergonzosa” que no debe ser difundida mediáticamente salvo que los homosexuales aparezcan para “arrepentirse de su condición sexual”. Una ordenanza que deja de manifiesto una ideología homofoba que atenta contra la libertad de expresión y con los derechos humanos. Así pues, Egipto retrocede en el tiempo algo más de seis años cuando el país entero se levantó para acoger una revolución en sus calles y se lanzó contra la dictadura de Mubarak.

 No obstante, los hechos acontecidos revelan que la primavera árabe ha concluido y que Egipto ha suspendido en la asignatura los Derechos Humanos, promoviendo el cercenamiento de la libertad de las personas. Como en Egipto la homosexualidad no está tipificada como un delito en su código penal, el organismo gubernamental ha utilizado su legislación para castigar a toda persona homosexual en el país, y no sólo a quien haya nacido allí, mediante pretextos de que han cometido actos de “libertinaje”, “inmoralidad” o “desprecio a la religión”.

 La aprobación de esta norma no sólo censura la libertad para informar de los medios de comunicación sino que además atenta contra los derechos de millones de personas. El pasado domingo las autoridades detuvieron a varias personas durante un concierto del grupo libanés Mashrou’ Leila por enarbolar banderas LGTB. Por el momento, ya han detenido a 15 personas que se enfrentan a cargos de “depravación”. Y no han sido las únicas, otras siete personas fueron retenidas durante el mismo periodo por compartir imágenes en las que se les veía ondeando la bandera del arcoíris, símbolo del colectivo LGBTI.

Orgullo LGTBI

El World Pride Madrid en los medios de comunicación españoles

Hace apenas dos semanas que Madrid acogió el encuentro mundial de Orgullo LGTBI, el World Pride Madrid. Los medios de comunicación españoles realizaron una cobertura sin precedentes de este evento. De hecho, según datos de Kantar Media, desde el 23 de junio hasta el 2 de julio, registraron más de 4.900 noticias referidas a la celebración, 2.886 de ellas solo en Internet. Además, se generaron 3,4 millones de impactos en términos de audiencia.

Esto significa que los medios de comunicación español se sumaron a la celebración de un Orgullo hasta ahora nunca visto. La Sexta se convirtió en uno de los canales más proactivos con su lema “El orgullo es nuestro” y, para sorpresa de muchos, Telemadrid también fue uno de los canales oficiales del World Pride Madrid.

No obstante, no todos han apostado por una celebración que, según Kantar Media, generó un impacto económico a los medios de comunicación de 66,7 millones de euros en algo más de una semana: 29 millones en Internet; 24,8 millones en televisión; 7,3 millones en prensa; y 5,3 millones en radio. Precisamente, TVE, la cadena pública estatal, optó por no realizar una programación especial porque “no era rentable”, además de que el presidente de RTVE ya cesado, José Antonio Sánchez, esgrimió razones personales para no realizarlo.

En general, los medios de comunicación han contado de forma amplia este acontecimiento. También se ha aprovechado para relatar las historias de personas que, por su condición sexual, son perseguidas en sus países e, incluso, encarceladas y ejecutadas.

El matiz lo encontramos en aquellos medios que, como ABC, sembraban dudas de que el World Pride fuera rentable para la capital de España (que, según el Ayuntamiento, generó 115 millones de euros) o subrayaban que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, “había maquillado” las cifras de asistentes. No obstante, el medio conservador estuvo informando en todo momento y desde el respeto sobre la celebración. Algún otro medio difundía alguna imagen que consideraban “incorrecta” para tratar de descalificar el evento.

Con toda la cobertura llevada a cabo por diarios, televisión, radio y medios digitales, el colectivo LGTBI cuenta con un gran apoyo. Se ha visto tanto la celebración de un evento en el que ha participado todo tipo de públicos y se han acercado historias de denuncia de personas que luchan por el derecho de amar a quien quieran. España se alza como un un país maduro, con medios de comunicación que retransmiten eventos tan importantes como este sin discriminar a nadie.