PR en empresas

El valor de las relaciones públicas para las empresas (y 2)

Aprovechar a través de las relaciones públicas una oportunidad para colocar el nombre de la empresa en el disparadero, incluir a la persona indicada en un evento que enfoque los valores y servicios de la mercantil, identificar los prescriptores que pueden hablar bien de ella en los canales más adecuados, propiciar sinergias de comunicación transversal para obtener un beneficio mutuo con entidades afines o complementarias, crear competencia afín y competitiva.

Mantener una relación fluida con los medios de comunicación, encontrar firmas de prestigio para el canal propio de la empresa, tanto en redes sociales como en su versión corporativa online, navegar por la especialización de los contactos, favorecer convenios y acuerdos que repercutan en visibilidad y en beneficios comerciales para la firma, salir afuera y dar a conocer la materia gris de la compañía, orientar sus esfuerzos en la creación y participación de citas sectoriales, agendar la acción de sus departamentos por objetivos estratégicos y de visibilidad a corto, medio y largo plazo…

¿Todo eso corresponde al departamento de PR de una empresa? Son pinceladas a modo de brainstorm escrito conforme fluyen las letras desde la experiencia en la materia de quien las escribe. Con todo, lo que se pretenden al plasmarlas es reflexionar sobre la importancia que juega en la organización el papel del PR.

Ya sea una misión externa o interna, lo importante es que se haga una apuesta bajo un estricto control de avances, protocolos y con la vocación de integrar esta figura en el organigrama de la organización, con la toma de decisiones como una de las principales bondades de la misma. Porque apostar por las virtudes aparejadas a las relaciones públicas significa también poder medir qué retorno repercute en una organización en función de los objetivos de toda índole que se marque por fases temporales, ya sean mensuales, trimestrales o anuales.

De los servicios de comunicación, marketing y PR dependerá, en buena medida, el necesario acompañamiento a la estrategia comercial de la compañía, pero también a los intangibles de la reputación online, de los valores de marca y de la repercusión bien o mal entendida de los mismos en los foros adecuados, en la opinión de los expertos y prescriptores sobre los mismos o en la evolución positiva de los principales indicadores de la empresa.

El resto, procederá de la confianza que plasme la firma en un equipo bien contactado, con iniciativa propia y con capacidad para anteponerse a los desafíos que procedan del mercado, con capacidad para planificar improvisaciones de forma inmediata o argumentarios que permitan encauzar crisis a través de los cauces más indicados, sin que la realidad vaya por delante de la reacción de la compañía.

Un ejercicio apasionante, rentable y divertido si se practica o se deja en manos de profesionales capacitados para llevarlos a cabo con discreción, seguridad y valentía.

Comunicación y relaciones públicas

A la comunicación, contactos y relaciones públicas

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La comunicación es primaria, tanto como las relaciones públicas interpersonales basadas en la empatía, el interés o la curiosidad. En pleno contexto tecnológico en que las máquinas inteligentes ayudan a las inteligencias físicas a ser más prácticas, conceptos tradicionales como el del telefonazo son poco entendidos, y menos practicados, por quienes nacen, crecen, se reproducen y aún no mueren a golpe de Whatsapp. Los herederos del SMS, de la carta enviada sin Tipp-ex a destinatarios enamorados en verano, de los rollos de tinta Olivetti en rojo y negro, de los diales analógicos de los teléfonos de la CNTE o de los teletipos kilométricos recogidos del receptor de la redacción de turno pueden ser identificados como privilegiados en dicho contexto. Siempre y cuando sean del polo integrado de los hechos, de los que creen en la innovación como aliada de su evolución profesional. Del cóctel entre ambos polos surge la esencia de un mensaje bien comunicado que alcanza una meta divulgativa, informativa, publicitaria o revolucionaria.

Hace 10 años una persona bien contactada, con las falanges manchadas de tinta y la del dedo gordo endurecida por la bolita de la Blackberry, podía practicar tan bien la sincronía entre lo nuevo y lo viejo para las tareas propias del comunicador y relaciones públicas como hoy, cuando es más difícil escribir con boli y las BB están en vitrinas remember. Pero es más sencillo tener aprehendido el mecanismo de siempre, el de saber a quién llamar para colocar un tema de interés periodístico, para invitar a hablar en un sarao especializado en ‘x’ hecho temático o para realzar la carga informativa latente de un servicio o producto empresarial; si a ese mecanismo suma la capacidad dinamizadora inherente de las plataformas actuales, de las apps, de los líderes de opinión que marcan pautas en esos ámbitos en convivencia con quienes siempre las han marcado en las redes sociales tradicionales. Porque redes sociales han sido siempre estructuras en torno a las cuales personas afines han sincronizado sus intereses a favor de establecer comunicación efectiva, conectar conocimiento y practicar el hoy denominado networking. Y lo han hecho con referencias y referentes puntuales que han marcado dinámicas de comportamiento, estados de opinión o consejos para consumir.

Si a la comunicación de siempre le añadimos el aderezo de las herramientas actuales, de la instantaneidad, de la velocidad visual, de la influencia del like, de la potencia digital de los medios de siempre, de la especialidad servida en blogs corporativos o de la base de datos construida a base de intereses segmentados -con o sin Excel– conseguimos una visión enriquecida de las relaciones públicas en su sentido más amplio. Relaciones públicas entre personas de siempre, personas de ahora, maquinitas que las unen y aplicaciones que enriquecen su experiencia, su agenda, sus contactos, su comunicación.

Un post de Óscar Delgado

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Influencers y agencia de comunicación

El mejor influencer: tu agenda de contactos

El mejor influencer que puede tener una agencia de comunicación como base de datos es una buena agenda de contactos. ¿Cómo va a comunicar si no una empresa que se dedica a conseguir repercusión de los mensajes que difunde? Por encima de las plataformas digitales, de las redes sociales actuales y de los canales donde las marcas y las empresas proyectan sus productos y servicios se ubican las relaciones públicas. Éstas se tejen en silencio, entre bastidores, sin telegrafiárselas a las comunidades ni a las audiencias que después recogen el resultado de una estrategia de comunicación que, bien o mal planteada, tendrá que ser gracias a que personas con afinidades e intereses comunes han acordado, consensuado, intercambiado o proyectado mensajes en relación a una toma de contacto tradicional, ya sea vía telefonazo de toda la vida o de mensaje directo en Twitter, por poner dos ejemplos.

Con todo, sin una agenda de contactos actualizada y mantenida con empatía la misión de proyectar el trabajo de relaciones públicas desde una agencia de comunicación y marketing pierde eficacia . Es vital que se trabaje el casillero emocional del que hablan los expertos en prácticas de networking, como Antonio Domingo, que defiende relaciones humanas a largo plazo sin recurrir a las personas solo por intereses concretos, también desde el punto de vista de qué les puedo yo aportar a ellas. Así, conseguimos mantener viva la llama del contacto al que le interesará participar en determinada campaña o nos podremos ofrecer para hacer lo propio cuando corresponda. También saber cómo brinda sus servicios cada cual para activar protocolos de contactos cuando corresponda.

En materia periodística, siempre se dijo que un periodista valía lo que pesaba su agenda de contactos. Actualmente, ese valor se ha visto enriquecido por la capacidad del plumilla por atesorar una buena agenda online, una comunidad que le aporte valor, enfoques, fuentes especializadas. Y, si el periodista rige una agencia de comunicación, valor para sus clientes especializados. Esa es, a la vez, la mejor base de datos a la que referir las novedades, productos y servicios de la empresa relacionada temáticamente con los intereses informativos latentes de dichos contactos.

Posted by @os_delgado o @360gradospress

 

 

¿El (des)crédito de las agencias?

pelotas de tenisNo sé si será a consecuencia de la crisis, que a muchos ha obligado a reinventarse y a lanzarse al emprendimiento empujados por la irresponsabilidad de quienes lo recomiendan desde la cosa pública, pero uno se topa últimamente con una agencia (de comunicación, de publicidad, de marketing…) debajo de cada piedra. Y esto no es una noticia alentadora. Ni mucho menos positiva. Más bien todo lo contrario. Un boom (como todo boom empresarial que se tercie en este país) cuya ruta parece encaminarse hacia el descrédito de las agencias.

Y es que, si el boom inmobiliario, por poner un ejemplo, trajo consigo pisos cada vez peores y más caros, el boom de las agencias lleva aparejado un descenso vertiginoso en la calidad de los servicios prestados. Por cada agencia de confianza encontramos diez agencias creadas al abrigo del emprendimiento y del “a ver qué pasa” o “a ver si engañamos a alguien antes de que se nos vea el plumero”.

Las hay que se venden como especialistas en SEO y son incapaces de posicionarse ellas mismas. Agencias de publicidad muy aparentes (de oficinas de lujo y trajes de raya diplomática) incapaces de prestar con un mínimo de rigor los servicios que anuncian y venden. Como si se quedasen desnudas en cuanto uno deja de estar obnubilado por la fachada. Como si debajo de la americana y la corbata no hubiese más que un maniquí sin alma.

Agencias de comunicación, supuestamente ricas en contactos y especializadas en redes sociales, que venden sus servicios a precios de auténtica ganga a cambio de no actualizar luego durante días las redes de sus clientes. O a cambio de tener a becarios a coste cero, trabajando día, tarde y fin de semana si es menester. Y llevando su ordenador, por supuesto, porque en sus teóricas oficinas sólo hay uno y es para el jefe.

¿Pueden acabar con el crédito de las agencias estas pseudoagencias sin preparación, profesionalidad y conocimientos mínimos para ofrecer servicios a empresas?

Posted by @acordellat
Photo by Marga_Ferrer