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La relación de Facebook con las páginas de empresa

Hoy se ha conocido una noticia que dará muchos quebraderos de cabeza a las páginas de Facebook: la red social podría retirar las publicaciones del feed de noticias principal. Es decir, los usuarios podrían ver solo los post que provienen de perfiles personales y podría conocer qué publican las empresas o bien con la publicidad que estas pongan o a través de la sección “explorar”.

De momento, esta iniciativa está siendo probada en países pequeños, pero no se descarta que pueda extenderse al resto. Una noticia que ha alarmado considerablemente, pues el número de “me gustas”, alcances e interacciones disminuiría significativamente. Facebook ha lanzado un comunicado en el que asegura: “No existe un plan en la actualidad para implementar el retiro de las publicaciones de las páginas del feed principal, más allá de los países de prueba, ni para hacer que las páginas de Facebook paguen por su distribución en el feed de noticias principal”.

No obstante, la alarma ya ha saltado y nos hace preguntar sobre la relación que Facebook tiene con las páginas de empresa. Estas las creó, de forma muy acertada, para disociar lo que eran los perfiles relacionados con las compañías de los perfiles personales. Y cuando se dieron cuenta del negocio que implicaba, la red social comenzó a apostar firmemente por la publicidad. De esta manera los “me gustas”, el alcance y la interacción se incrementan considerablemente.

Además, la visibilidad de las publicaciones orgánicas de las páginas de empresa es cada vez más reducida tras la introducción de un nuevo algoritmo por parte de Facebook, el edgerank. Este selecciona los contenidos que serán mostrados en el muro de los perfiles personales y se lleva a cabo en detrimento de las fanpages.

De todas formas, el contenido que las páginas de empresa deben subir para no verse obligadas a poner dinero debe ser muy atractivo, con hashtags, imágenes y vídeos que llamen la atención para generar interacción. Una buena fórmula son los concursos, así como realizar retransmisiones en directo.

Pero ¿sabemos qué ROI se obtiene tras hacer Facebook Ads? Tras establecer los objetivos cuantificables que se hayan determinado en la campaña, se puede saber el retorno de inversión en función de los leads que se hayan convertido. Además, si se han hecho varias campañas para públicos diferentes, es más sencillo medir y saber cuál de todas ha tenido un mayor éxito.

Asimismo, hay que tener en cuenta que no se tiene porqué poner publicidad para aparecer, ya que, de momento, las publicaciones de empresa siguen surgiendo en el feed de noticias principal de los usuarios si estos muestran interacción o interés. Un “me gusta” significa que esa persona está interesa en el contenido que se comparte y puede ser un lead que termine en conversión, es decir, que adquiera algún producto o servicio. Todo esto es fácil de monitorizar a través de las estadísticas de Facebook.

Una herramienta fundamental tanto para conocer el ROI es Google Analytics, ya que en su apartado de redes sociales se puede saber con exactitud el tráfico que ha llevado esta red social a la página web y si ha finalizado en una conversión, así como el dinero que ha gastado en función de los objetivos establecidos.

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Cómo medir el ROI de un evento

Cuando finaliza una acción, englobada dentro de la estrategia de marketing de una marca, se deben medir sus resultados, tanto la notoriedad y visibilidad conseguidas como el valor económico generado. Para ello se debe conocer cómo obtener el retorno de inversión (ROI en sus siglas en inglés), un dato que, objetivamente, puede indicar si ha ido bien o mal.  Básicamente, trata de calcular cuánto dinero se ha podido conseguir de cada euro invertido en una acción o campaña.

Tradicionalmente, se ha calculado mediante la siguiente fórmula: ROI = (Beneficio – Inversión) / Inversión

Durante muchos años sus resultados, positivos o negativos, hacían que un producto o servicio siguiera adelante. De todas formas, se trata de datos limitados, muchas veces encerrados bajo el prisma de un único punto de vista sin analizar si realmente son buenos o malos y, sobre todo, sus causas.

Ahora, con la llegada de las redes sociales, el ROI es mucho más fácil de medir, puesto que existen multitud de herramientas que permiten hacer un reconocimiento, más o menos real, del impacto económico obtenido. Sin embargo, cuando se trata de acciones ejecutadas fuera de los cauces de Internet y que, a priori, no sirven para generar leads, ¿cómo se puede saber el retorno de inversión?

Vamos a poner el ejemplo de un evento, en el que parece que sólo se busque la notoriedad de una marca. En un acto, bien sea la celebración de un aniversario o el lanzamiento de un producto, se mezcla la parte online y offline desde el primer momento. Por eso, aunque se lleve a cabo fuera de Internet, este va a estar muy presente.

En primer lugar hay que fijar unos objetivos como el número de asistentes o el impacto en medios de comunicación para después saber si se ha llegado a la meta. Cuando finaliza el acto y toca medir el ROI hay que tener en cuenta los siguientes parámetros:

  • Notas de prensa lanzadas a los medios de comunicación. Conociendo las tarifas publicitarias, se puede hacer una estimación de cuánto hubiera costado esta presencia en sitios de calidad.
  • Impacto en redes sociales. Por una parte, hay que calcular cuántas veces fue compartido el hashtag utilizado, mencionada la marca o el producto, videos e imágenes que se han realizado, etc. Si al evento han acudido influencers de forma gratuita se deben conocer sus tarifas. Así, si una persona influyente cobra 50 euros por tweet y ha publicado cinco durante el evento, serían 250 euros en publicidad para la marca que no habría tenido que invertir.
  • Experiencia de usuario durante su celebración.
  • Cuánta gente se ha interesado después del evento en la marca.
  • Cuántas personas han comprado el producto tras el acto.

Muchos departamentos de marketing dejan de un lado la medición del ROI en eventos por tratarse de acciones que sirven más para generar notoriedad que un impacto económico. De todas formas, en un acto los datos económicos puede ser interesantes, pero, sobre todo, lo son los cualitativos, ya que de esta manera se sabe cómo se han sentido los invitados o la apreciación que puedan tener respecto a la marca.