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El 95% de los periodistas que sufre acoso cibernético son mujeres

La labor del periodista es informar y buscar la verdad de los casos relevantes que afecten a la sociedad. Sin embargo, no es tarea fácil. Desgraciadamente, en algunas ocasiones el profesional ha acabado bajo protección o en el peor de los casos, en un ataúd. Hoy en día todo se mueve por intereses y, a veces, la verdad no interesa que salga a la luz. Es en este momento cuando ciertas entidades o individuos atacan al periodista, llegando incluso a amenazarle de muerte. Además, ahora con las redes sociales parece que el acoso cibernético sea más fácil de llevar a cabo al estar refugiados tras las pantallas con un solo objetivo: silenciar a los periodistas cuyos reportajes molestan, utilizando a menudo métodos excepcionalmente abusivos.

Reporteros Sin Fronteras ha publicado un informe sobre el acoso que sufren los periodistas en Internet. RSF para elaborar el Estudio, ha investigado y documentado casos de acoso online de profesionales de la comunicación en 32 países. Veamos los métodos más utilizados por algunos regímenes a lo largo del mundo:

  • Desinformación: se utilizan las redes sociales para lanzar una avalancha de noticias falsas que hagan pasar a un segundo nivel el hecho periodístico que se ha denunciado y del que no interesa un gran impacto. Amplio contenido en Internet como cortina de humo.
  • Amplificación: para conseguir que pasen desapercibidos los contenidos periodísticos, el Gobierno, persona afectada o entidad involucrada, paga a comentaristas para que el impacto de noticias progubernamentales se incremente a través de redes sociales o programas informáticos que generen mensajes automáticos.
  • Intimidación: los periodistas son atacados, insultados y amenazados personalmente, con el fin de desacreditarlos y lograr silenciarlos.

Dentro del sector, los hombres y las mujeres no sufren el mismo acoso cibernético. Dos tercios de las mujeres periodistas han sido víctimas de acoso y, en el 25% de los casos, el abuso se produjo en línea, según datos de la Federación Internacional de Periodistas. Dos tercios (66,15%) de las profesionales encuestadas por la Federación, aseguran no haber presentado una denuncia formal y las que lo han hecho, el 84,8% piensa que no se tomaron las medidas adecuadas, frente al 12,3% que quedaron satisfechas con la sentencia.

Llama especialmente la atención el porcentaje de víctimas femeninas dentro del periodismo. El 95% de los profesionales de la información y comunicación que padece este tipo de acoso son mujeres, no tanto por su profesión sino por su sexo. El 44% de las mujeres periodistas ha sufrido algún tipo de acoso cibernético, según informa la Federación Internacional de Periodistas.

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Los peligros de aceptar perfiles desconocidos en redes sociales

¿No os ha pasado que os piden amistad en Facebook y no sabéis de quién se trata? En algunos casos, siquiera tenéis amigos en común. ¡Mucho cuidado! Porque aceptar perfiles desconocidos en redes sociales es un factor que aumenta el riesgo de sufrir ciberataques e, incluso, caer en posibles casos de ciberacoso.

Aceptar a gente que no conocemos en redes sociales se ha convertido en un riesgo, ya que no se sabe quién se encuentra al otro lado del ordenador. Pueden suceder situaciones similares a como cuando se abre un e-mail que está infectado con un virus ‘troyano’ que se instala en el ordenador.

Por tanto, desde empresas de ciberseguridad como S2Group alertan que añadir perfiles desconocidos es una práctica muy peligrosa, sobre todo, en cuanto a menores se refiere. Pero también a adultos: existen casos de usuarios que aparecen en su estado como “casados” y que acaban siendo chantajeandos tras obtener información íntima.

“La posibilidad que ofrecen algunos de estos entornos de hablar en privado, antes de ser “amigos”, permite que algunas personas vayan cogiendo confianza con el posible atacante. Posteriormente se envían solicitud de amistad y ahí es cuando éste puede comenzar a utilizar información sensible que ponga en riesgo al usuario. Algunos ejemplos son conseguir su e-mail y enviarle documentos que contengan virus o, directamente, chantajearle si ha conseguido que le enviara alguna foto comprometida”, señala Rafael Rosell, director comercial de la empresa de ciberseguridad.

Además de ponerse en riesgo a uno mismo, también puede afectar al resto de contactos, ya que pueden acceder a los amigos. Éstos llegan a aceptar estos perfiles tras ver que cuentan con amigos en común.

En este sentido, Rosell destaca que el hecho de otorgar a desconocidos nuestra confianza “al permitirles entrar en nuestro reducido círculo de amistades, les proporciona una buena coartada para atacar, a su vez, a todo nuestro círculo. Ellos, ahora, le dan un plus de confianza a ese nuevo contacto que nos pide que le aceptemos, en base a un número de amigos comunes. Por lo tanto, con esta actitud tan irreflexiva, estamos poniendo en peligro a todo nuestro círculo de amistades “reales”, incluso a nuestros hijos”, destacó Rosell.

Según S2Group, además de estar expuestos a un posible ciberacoso, otros de los riesgos asociados pueden ser:

  • Ataques físicos. Es posible que se produzcan al conocer a través de las redes sociales los hábitos de vida del usuario (lugares que visita, a qué hora, etc.)

  • Mayor exposición de los sistemas. Al confiar en esa persona podemos abrir cualquier documento que nos envíe y que éste contenga ‘malware’ que infecte e inutilice nuestro ordenador, tablet o smartphone. Algunos ejemplos son los virus troyanos o acciones de ‘ransomware’ (“secuestran” el equipo bloqueándolo y muestran en pantalla un mensaje que obliga a pagar una cantidad para poder volver a utilizarlo).