Agencia Comunicación Valencia

Modalidades de repercusión en medios de comunicación y redes sociales

Cuando una marca, entidad, institución o empresa planifica su comunicación, lo puede hacer en tres términos claramente diferenciados: medios propios, medios pagados y medios ganados.

Si traducimos los tres polos al plano coloquial, nos referimos, en primer lugar, a las herramientas de comunicación interna propias (página web, newsletter, redes sociales, manual de estilo corporativo y de relación con stakeholders); en segundo lugar, al plan de medios, esto es, a la programación de los formatos, objetivos y del presupuesto destinado a la publicidad en medios de comunicación; y, en tercero, al gabinete de prensa y PR, o la capacidad de ser noticia por los valores implícitos al producto o servicio que tenga en el mercado, por la habilidad de serlo por algún aspecto transversal trabajado con clientes o proveedores o, entre otros más aspectos, por la relación de la actualidad informativa con la actividad o especialización de la compañía.

Con todo, lo normal es que desde las firmas se tienda a confundir los tres planos de trabajo de cara a la repercusión positiva en medios de comunicación y redes sociales. Bien porque no lleguen a asimilar que su organización pueda tener implícita una carga informativa ganada, bien porque la construcción de los mensajes, informativos o publicitarios, no la proyecten con la capacitación técnica necesaria para hacerlo en el mismo idioma del medio de comunicación, esto es, bajo estándares estructurales y con los materiales de apoyo que requieren los soportes para ser aliados antes que enemigos.

Tanto una repercusión pagada o ganada en medios trabajada con sentido como un trabajo de calidad asociado a los objetivos comerciales, estratégicos y a los valores de la empresa en los medios propios, aparejan su correcta proyección a las redes sociales. Porque un trabajo bien hecho en las tres perspectivas de la comunicación de la empresa se traduce en un sentimiento positivo aparejado a los. Intangibles descritos. Como también un beneficio reputacional y económico para las compañías.

La clave está en asimilar los tres ejes comunicacionales y relacionales y ponerlos en manos de profesionales que ejerzan de consultores estratégicos de comunicación, de relaciones públicas y de transmisores de mensajes de calidad para cada una de las audiencias a las que la empresa dirija sus informaciones, productos y servicios.

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“Las redes sociales sirven para llegar a tu audiencia sin pasar por el medio en el que trabajas”

El periodista José Manuel Rodríguez (@josemanuelrodos) ha dedicado toda su trayectoria profesional a resolver problemas y crear oportunidades para las empresas, desde internet y las redes sociales. Además, está especializado en desarrollo de audiencia, negocio y producto digital. Actualmente trabajo en consultoría, formación y contenidos como freelance, como él mismo afirma, “siempre buscando la excelencia creativa“.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

Esa es una buena pregunta, porque no tiene una respuesta sencilla ahora mismo. Es decir, el periodismo para mí es contar historias que importan, es la base de nuestro trabajo y el valor de nuestra profesión de cara a la sociedad. Pero el término periodista ahora abarca más que antes porque implica que uno no solo tiene que saber contar historias para desenvolverse en esta industria. Ahora son necesarias competencias complementarias que en algunos casos son cada vez más importantes. Si trabajas en digital (que a fin de cuentas reúne vídeo, audio, texto, etc., todo lo que se puede hacer en cuanto a narrar algo) es recomendable que sepas de analítica, redes sociales, SEO, multimedia, etc. No a nivel experto, evidentemente, pero sí de forma que puedas entenderte con los especialistas en esas áreas y saber cómo tu trabajo puede estar mejor empaquetado para llegar a la audiencia que esperas que tenga.

¿A qué está llevando en la actualidad la transformación digital a las empresas?

Cada vez estoy menos de acuerdo con el término ‘transformación digital’. Prefiero hablar de ‘transformación cultural’, porque de lo que hablamos es de cambiar las culturas internas de las redacciones a través de la tecnología, sobre todo. Y esa es una tarea muy ardua, porque hay gente que se ha quedado al otro lado de la brecha y no quiere o no puede saltar. Y son precisamente las personas que más cobran en no pocas ocasiones, y eso en parte hace que las nuevas tengan salarios más bajos, adaptados a la nueva realidad de ingresos inciertos del sector. Todos estos procesos son largos y en realidad no tienen que llevar a nada. Esto es, la transformación cultural debería ser una dinámica permanente e iterativa que permita a las organizaciones estar preparadas para adaptarse a un entorno cambiante como el que vivimos. El objetivo no es llegar a algo, sino evolucionar de forma constante para que no te cojan a traspiés los cambios profundos en el ecosistema informativo que se van dando en muy poco tiempo. Quien mejor resume esto es Sun Tzu en ‘El arte de la guerra’, cuando recuerda que el ejército que llega antes al campo de batalla puede descansar, y el último tiene que pelear en cuanto aparece, con lo que lo hace agotado y frente a un rival fresco. En términos de adaptaciones al entorno, creo que las empresas pueden transformarse por convicción (sé que es lo que debo hacer y estratégicamente me conviene porque lo veo venir) o por obligación (no me queda otro remedio). En ambos casos el problema es el tempo: hacerlo demasiado pronto y quedarte solo en un escenario que no cambia contigo en la primera opción, o llegar el último a un entorno en el que las oportunidades se han agotado para ti en la última.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de plantearse arrancar un negocio 100% digital?

En este negocio ya solo puedes competir en dos ámbitos concretos: el nicho o la escala. Es decir, ser especializado en algo y hacerlo muy bien, como para que los lectores de esa temática se suban a bordo y puedas obtener una publicidad más cara por ese nivel de segmentación, o bien gracias a ingresos por usuarios en base a suscripción o membresía; o sumar mucho tráfico y que eso te permita rentabilizar volumen con publicidad más barata e intentar ingresos por usuario de otro modo. Hay otras opciones de ingresos (marketing de afiliación, eventos, acuerdos de explotación de contenidos con plataformas, etc.), pero diría que lo esencial es saber qué puedes hacer respecto a publicidad y usuarios. Dicho esto, para arrancar necesitas un buen plan, una financiación interesante (normalmente se habla de que empatar cuentas en el tercer año está bien) y gente dispuesta a tirar del carro contigo, porque el comienzo de todos los proyectos es complicado y requiere sacrificios.

¿Qué te aporta el trabajo freelance frente a formar parte de una plantilla?

Ser autónomo es en mi caso una elección más basada en mis ambiciones personales que en las profesionales. Es decir, quería tener un mayor control de mi vida y de mi tiempo, darme mayor margen para aprender otras cosas y, además, me mudé de ciudad. Actualmente trabajo en consultoría, formación y contenidos y hay meses mejores que otros, como en el caso de cualquier persona que trabaje por su cuenta. Creo que es importante tener claro qué puedes ofrecer, a qué clase de clientes y, sobre todo, establecer tus límites en cuanto a lo que no quieres hacer. Esto último me parece casi lo más importante.

¿Qué están suponiendo las redes sociales para los periodistas de hoy en el ejercicio de su trabajo?

Sobre todo, sirven como escaparate directo para llegar a tu audiencia sin pasar por el medio en el que trabajas o incluso sin trabajar para ninguno. Hay muchos casos exitosos de profesionales que han creado su comunidad en base a una identificación con su forma de entender este trabajo. Eso tiene repercusiones buenas y malas, porque esta es una profesión donde el ego predomina y tener una cierta cantidad de seguidores en redes sociales puede envanecer fácilmente. Pero lo bueno es que un profesional ya puede tener una voz más allá del medio que le pague y ser respetado y conocido por ella.

¿Cuál es el futuro de los jóvenes que estudian actualmente Periodismo en las facultades? ¿Qué oportunidades no deben dejar pasar?

El futuro es incierto para todos, los que vienen y los que estamos. Este sector se va transformando después de un proceso de redimensión a la baja causado por una doble crisis (económica y de transición al digital) y hay muchos factores en el aire que determinarán los próximos años. Yo les recomiendo que vean sus estudios en Periodismo como un punto de partida para crecer sobre él e incorporar distintas capacidades que les pueda hacer empleables en roles que hoy no manejan como opciones y que les haga estar preparados para ser los profesionales que los medios demanden mañana.

Por @casas_castro
algoritmo Foto Marga Ferrer Soma Comunicación

¿Qué aporta una consultoría de comunicación a una empresa?

La principal misión de una consultoría de comunicación para una empresa pasa por la sincronización de sus objetivos estratégicos a una planificación pautada de cómo canalizará la comunicación de dichos objetivos en relación a su producto o servicio. Porque es necesario que disponga de una hoja de ruta por la cual sepa en qué momento conectará mejor con su cliente potencial, cómo canalizará la información corporativa que fluya de la compañía o, entre otros muchos aspectos más, cómo realzará las virtudes periodísticas que se desprenden de su día a día y del de sus trabajadores y que significan, de forma latente, un tesoro informativo para los medios de comunicación o prescriptores de su sector.

En este sentido, una consultoría de comunicación puede aportar a las empresas algunos de estos tres aspectos básicos:

Definir una planificación estratégica interna y externa que enmarque los cauces de comunicación en el seno de la compañía y los de ésta hacia afuera (clientes, prescriptores y medios de comunicación). Desde la perspectiva de agencia de servicios periodísticos, la consultoría que brinda en este capítulo está enriquecida por un marcado enfoque periodístico en medios externos y medios propios que define mes a mes, semana a semana, día a día los objetivos en relación a los hitos informativos del sector, a los generados por la propia firma, a las perchas de las que se apropie y a la segmentación informativa que con cada una de las excusas informativas a difundir se planifiquen para abarcar un público más amplio.

El objetivo ulterior ha de pasar por abrir la comunicación de la empresa, sus productos y servicios a su target potencial y a otros relacionados con el mismo en clave especializada, conservando el flujo informativo y las relaciones con la prensa y los canales del sector; pero añadiendo un plus que acompañe al salto cualitativo que emprenda la firma hacia sus objetivos respecto a la competencia.

La aspiración puede pasar por que de esta consultoría de comunicación la empresa pueda convertirse en portavoz de su sector en un ámbito geográfico determinado y ante los medios de comunicación, desde el punto de vista del pulso diario de la actualidad/oportunidades informativas que se planifiquen. Cuando algún soporte quiera informar sobre este ámbito, que estén los canales propios de la firma o los externos para aportar el valor testimonial de su experiencia y su valor reputacional.

Foto: Marga Ferrer
Consultoría de comunicación

¿Necesitas un buen plan de comunicación? Dótalo de recursos

Externalizar o diseñar desde la propia organización un plan de comunicación puede llegar a ser una faena utópica si no se vincula a un enfoque práctico, realista y analizable. ¿Qué debo tener en cuenta como empresa para respaldar adecuadamente dicha estrategia de cara a la celebración de un evento, un lanzamiento de producto o de mi propia marca?

1.- Sincronía entre departamentos. Hacer equipo es fundamental desde el primer momento. Cada perfil profesional dentro de una empresa cobija poder de información que, despojado de la cualificación o de la especialización tecnicista, puede llegar a ser traducible al público general o al cliente empresarial al que se dirija la estrategia.

2.- Evaluación de recursos humanos y de recursos materiales necesarios para poner en práctica la estrategia de comunicación. Ser realistas, tanto desde el punto de vista del esfuerzo inversor que se puede realizar en relación a los objetivos que se pretende conseguir con determinada acción, como desde el punto de vista de los recursos profesionales de los que se dispone. Desequilibrar la balanza en este capítulo hacia modelos domésticos para salir del paso con soluciones poco profesionales redundará en una mala praxis de la acción y en unos resultados poco optimizados

Ejemplos encontramos muchos: desde la persona que asume funciones dentro de la empresa para las cuales no está cualificada porque el responsable dentro de su jerarquía la resta importancia al peso que tienen dichas funciones; a aspectos materiales que comunican la excelencia o las virtudes reputacionales de la empresa, tales como las fotografías corporativas con las que se ilustra una web o las que se distribuyen a los medios de comunicación sin que hayan sido tomadas por un fotógrafo profesional que conoce el idioma de los colegas receptores de la información gráfica, la medición de la luz, el encuadre… Algo que el hijo de, el smartphone del jefe, o la tableta del administrativo no conocen, por muy buena predisposición que pongan en su labor colaboracionista hacia su superior.

3.- Presupuestar al detalle las necesidades del plan de acción antes de lanzarse a convocar una presentación, evento o lanzamiento. Además del ruido o expectación que la organización sea capaz de menear, no se pueden escatimar ni tiempo ni recursos en la mejor preparación de la improvisación. Si es con manos profesionales, mejor. La reputación, los años, la experiencia, la cualifiación del convocante, saldrán mucho mejor reforzadas si la empresa o la organización apuesta por invertir en la reputación, los años, la experiencia, la cualificación de profesionales del ramo de la comunicación que les orienten a llegar a buen puerto: el de la repercusión bien hecha, con calidad, implicación y resultados positivos, medibles, con retorno de inversión.

posted by @os_delgado
photo by @Marga_Ferrer