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Humor en la fotografía: los finalistas de los Comedy Wildlife Photography Awards

Las personas solemos meter a los animales en dos grandes grupos: el de las potenciales mascotas, con una caracterización próxima a la fijada por Disney –seres entrañables, amorosos, empáticos–; y el de las bestias salvajes, más cercano a los tiburones de Spielberg. Material para los sueños y las pesadillas. Luego hay un tercer grupo de animales de menor carga épica que sin embargo ha sabido encontrar un nicho en Internet. Nos referimos, claro, a los animales humanoides.

Aves que pelean como karatekas. Lagartos que luchan cuerpo a cuerpo. Ardillas que hacen equilibrismo y osos polares que matan el tiempo libre con el fino arte del paisajismo fotográfico. Hay pocas cosas tan divertidas como ver a un animal intentando hacer cosas de humanos, y esa es precisamente la esencia del Comedy Wildlife Photography Awards, un concurso anual de fotografía que se dedica a recopilar las mejores imágenes de animales en posturas antropomórficas o comportamientos demasiado familiares.

La presente edición del Comedy Wildlife Photography Awards, que se celebra el 15 de noviembre, cuenta con las fotografías de 41 finalistas seleccionados de entre miles de participantes. En paralelo, el concurso ha abierto una nueva categoría denominada Affinity People´s Choice Award que invita a los miembros del público a elegir su foto favorita, con un iPad para el ganador.

Cabe decir que más allá de lo hilarante de las fotografías exhibidas, el popular certamen, creado hace tres años por fotógrafos de vida silvestre y patrocinado por la Fundación Born Free, sirve para concienciar a participantes y público en general de lo fascinante que puede llegar a ser el mundo natural. El humor es el vehículo elegido para hacer llegar un mensaje más relevante, la necesidad de cuidar y conservar la biodiversidad de nuestro planeta.

A continuación, algunas de las mejores fotos finalistas:

por Claudio Moreno

Legado de Forges

El legado de Forges

El legado que nos ha dejado Antonio Fraguas, Forges, (1942-2018) es inmenso. ¿Quién no se ha hecho una pregunta como la de los trabajadores que mostraba en sus viñetas, por ejemplo? Todos recordamos sus viñetas, su humor de denuncia, todo ello contado de una forma simple, pero directa, a través de las costumbres y la forma que los españoles tenemos de expresarnos. Sus pensamientos, que al fin y al cabo eran los de la mayoría, han quedado plasmados para siempre a través de su personajes. El legado de Forges es extenso y siempre con esa chispa que le ha caracterizado.

Forges estuvo dibujando 53 años. Todos los días. Incluso al final de su vida enviaba varias viñetas a El País, tal vez por lo que pudiera pasar. El cáncer acechaba y fue al final lo que le arrebató la vida. Y muchos son los que le echan de menos a día de hoy. En total, el legado de Forges cuenta con más de 250.000 viñetas. Quién no recuerda a ese empresario cacique aplastando a sus empleados, a Mariano Rajoy haciéndose preguntas, al eterno becario sumido en mil tareas o al matrimonio de toda la vida en situaciones cotidianas pero con un punto de humor y realidad.

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El legado de Forges

El legado de Forges es de más de 250.000 viñetas.

El legado de Forges ha quedado para la posterioridad del periodismo y de las viñetas que lo acompañan. Y, su propio lenguaje: “gensanta”, “insoporteibol”, “Gurtelitis”, “muslamen”… palabras que decían sus Blasillos, funcionarios, políticos, ancianas, etc. Un lenguaje popular que adoptó y con el que consiguió hacerse un hueco en nuestro habla diaria.

Forges comenzó a trabajar como técnico de telecine y mezclador de imagen en TVE, donde comenzó con 14 años. En torno a los 20 años, el tedio le invadió y comenzó a esbozar los primeros dibujos que después le ayudaron a salir de aquel trabajo con 32 años. Jesús Hermida fue quien le descubrió y en 1964 publicó su primera viñeta en el Diario Pueblo. Después pasó por medios como Diez Minutos, Informaciones, Interviú, El Jueves, El Mundo y, finalmente, en El País. En todos estos periódicos y revistas Forges dejó un legado inolvidable de viñetas, con temas de actualidad política, el machismo, las mujeres, el respeto a los animales o la denuncia de la situación laboral en España.

Gracias todo este legado, no olvidamos ni olvidaremos a Forges, maestro de los maestros.

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