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Los medios tradicionales se apoyan en sus muletas digitales

Los medios tradicionales han cedido terreno en favor de formatos digitales que se adaptan mejor a las inquietudes del consumidor contemporáneo. La creciente transversalidad entre dispositivos y el gusto por la narrativa transmedia hacen que los soportes clásicos se vean obligados a explorar variantes modernas con las que adecuarse a las exigencias de un entorno acelerado y cambiante. Las audiencias se han mudado a lo digital y los grandes grupos de comunicación las han seguido tratando de ofrecer soluciones híbridas que taponen la sangría de consumidores.

Así, en los últimos años, la oferta y consumo de medios ‘online’ de televisión, radio y prensa diaria ha contribuido a mantener los niveles de audiencia de los soportes tradicionales, según constata la agencia de medios Ymedia en un informe titulado “Los medios tradicionales en la ola digital”. Según sus datos –apoyados en el EGM o comScore–, los niveles de audiencias medias entre 2013 y 2019 se han mantenido o han descendido ligeramente.

Al detalle: la penetración diaria de la televisión se redujo del 90 al 88% en el periodo, con un descenso del consumo convencional de 3,6 puntos hasta el 85,1%, mientras el visionado “online” de programas, series y películas crecía hasta el 12,9%. Por su parte, la penetración de la radio pasó del 61,5 al 57,1%, mientras que los consumos convencionales y digitales descendían y crecían respectivamente: -3,3 puntos hasta el 56, 7% y +1,4 puntos hasta el 4,1%. En última instancia, la prensa diaria, aun manteniendo los niveles de audiencia entre el 44,0 y el 42,0% entre 2013 y 2019, experimentó un cambio de formatos radical: la lectura en papel cayó 9,9 puntos hasta 22,7%, la lectura digital aumentó en 8,2 puntos hasta el 27,5%.

Es decir, los medios con más solera en nuestro país han sabido adaptarse a los condicionantes del nuevo tablero mediático –mayor oferta de cabeceras, fragmentación de los contenidos, irrupción de las redes sociales como canales de distribución casi hegemónicos, descrédito y precariedad en el sector– hasta el punto de conservar volúmenes de audiencia inverosímiles, casi anacrónicos en tiempos de oferta nicho. Desplazaron parte de su producción al contexto digital y hoy, aupados a lomos de sus marcas consolidadas, mantienen el pulso a los nativos de Internet.

¿Y cuál es el futuro de la vieja guardia mediática? Según parece, más contenidos en los dos platillos de la balanza. Indagar en lo digital sin descuidar lo tradicional. Llevamos años preparándonos para la inminente muerte del papel, y el papel sigue recorriendo las planchas de impresión con la energía de un formato adolescente. Así pues, el periodismo seguirá excursionando fuera de su zona de confort a la caza de nuevas historias y públicos, pero, en el corto plazo, volverá irremediablemente a los formatos clásicos que históricamente le han dado de comer.

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Los medios españoles desde la visión de una estudiante francesa

Los medios españoles informan a la gente y permiten a las empresas asegurarse una visibilidad con sus públicos. Sin embargo, la confianza del público hacia estos canales sigue bajando cada día un poco más.

En efecto, en la época de las fake news parece muy difícil encontrar una fuente de información segura al cien por cien. Pero los medios de comunicación no solo ofrecen noticias, sino que en ocasiones también buscan el entretenimiento de la gente. Sobre todo, en el caso de las plataformas comunicativas digitales, que se reinventan para captar público joven: los ‘millenials’.

Las cadenas de televisión proporcionan a sus audiencias noticias por la mañana, a mediodía y por la tarde. Con mucha seriedad, un presentador anuncia los principales titulares antes de dar pie a periodistas y enviados especiales que completan la información. Se trata de temas de actualidad política, principalmente, pero también de tendencias.

En paralelo, se observa un crecimiento de programas como los “realities”, en los que personajes juegan, sobreviven en la jungla o encuentran el amor, y que atraen mucho a los jóvenes. Estos espacios participan en la creación de personajes públicos, que realizan mucha promoción del medio a través de las redes sociales.

Por otro lado, la radio, un medio muy escuchado por la mañana, intenta innovar: propone más podcasts disponibles en la web, más música sin interrupción y más diálogos con los radioyentes.

Por su parte, la prensa en España sufre, justamente, de la estabilidad de internet, pero algunos periódicos continúan captando la atención de los lectores como El País o Marca.

Es concretamente este último medio, con mayor número de lectores (cerca de 2 millones el pasado año) el que representa la temática que más audiencias une en el país: el deporte y, particularmente, el fútbol. En efecto, las mayores audiencias televisivas de 2017 se concentraron en los partidos de la Champion’s League.

Sin embargo, el hecho más evidente es la convergencia de los medios históricos a Internet. Los españoles pasan más de cinco horas diarias conectados a la web, donde se aúna la mayoría de los medios tradicionales (radio, televisión y prensa), aunque es importante que cada vez ofrezcan más contenido web para llegar más fácilmente al público actual.

Por Emma Bailly
Foto de @marga_ferrer