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“A las mujeres nos siguen poniendo los techos mucho más bajos que a los hombres”

La periodista Mar Abad (@MarAbad) es una firme defensora de la buena escritura alimentada no solo de los conceptos nuevos que surgen cada día y que van, en su mayoría, ligados a las nuevas tecnologías, sino también de aquellos que forman parte de nuestro vocabulario culto y que no se pueden dejar en el olvido. Y demuestra lo cómoda que se siente entre ambos límites, el clásico y el ‘moderno’, a través de su trabajo en prensa, sus lanzamientos empresariales en el área de la comunicación como Yorokobu y la publicación de libros de calado como Twittergrafía y De estraperlo a #postureo.

¿Cómo definirías la buena práctica de la profesión periodística?

Observar, escuchar, entender y buscar lo que no se ve a simple vista. Elaborar con rigor y honestidad. No hablo de objetividad porque no existe. Ayudar a otros a comprender, a reflexionar y a encontrar puntos de vista diferentes para ampliar sus pensamientos.

¿Qué hay que tener en cuenta para informar (y no desinformar) a través de las redes sociales por parte de los periodistas?

Las redes sociales son un espacio de conversación. No podemos esperar de ellas el rigor de los estudios científicos. Creo que debemos asumir ya que es un lugar más emocional que de rigor informativo. El que quiera informar deberá compartir las noticias que crea veraces.

¿Es difícil arrancar un negocio periodístico o comunicativo en nuestro país en los tiempos que corren?

Es muy difícil porque nos hemos acostumbrado a tener muy buena información gratis. Pensamos que las noticias son como el oxígeno: no hay que pagar por ellas. Y eso hace muy complicado crear un medio que sea rentable. Hay que buscar el beneficio de otra actividad.

¿Cuáles son las claves de la calidad periodística de Yorokobu?

Nuestra intención es que toda la información sea rigurosa y esté muy bien escrita. Nos importan mucho los aspectos gráficos y nos esforzamos en buscar historias novedosas o distintas a lo que dicta la agenda informativa. El propósito es mostrar otras cosas que también están ocurriendo y que ayudan a abrir la mente del lector. Para mí, más importante que saber mucho es tener una actitud abierta ante el conocimiento.

¿Cuál es el panorama actual de los libros sobre periodismo y comunicación en nuestro país?

Los más interesados en los libros de periodismo son los periodistas. Es importante que nosotros despertemos el interés en todo el público para que, entre todos, vayamos mejorando la profesión.

¿Qué nos puedes contar acerca de De estraperlo a #postureo?

Al escribir este libro descubrí el poder que tenemos los hablantes al elegir nuestras palabras y esa es la sensación que me gustaría despertar en las personas que lo lean. Hablamos sin prestar atención a los vocablos que usamos, pero si nos paramos a observarlos, si somos conscientes de que no es lo mismo decir “vientre de alquiler” que “maternidad subrogada”, seremos más dueños de lo que de verdad queremos expresar. Y también vi algo que me parece un gran error: intentamos decir palabras nuevas para sentirnos actuales, “modernos”, pero en realidad, cuando solo utilizamos los términos recientes estamos limitando nuestro vocabulario y nos convertimos en esclavos de las modas. Yo creo que hay que enriquecer nuestro lenguaje con palabras de todas las épocas. Eso nos hace más cultos y hace la vida mucho más interesante.

¿Cuáles son las palabras que definen a la generación actual? 

La tecnología y los anglicismos definen el vocabulario de la generación actual: MOFO, LOL, shippear, etc.

¿Cuál es la situación actual de la mujer periodista en España en comparación con hace 10 años?

En lo mejor del periodismo español hay muchas mujeres. Creo que cada vez somos más conscientes de la importancia de que haya muchas mujeres entre las voces que cuentan el presente. Lo que aún nos queda por conseguir son más puestos directivos y más oportunidades. Creo que a las mujeres nos siguen poniendo los techos mucho más bajos que a los hombres. Hay que esforzarse mucho más para encontrar las mismas oportunidades.

¿Existe futuro para los estudiantes que ocupan hoy las aulas de las facultades de Periodismo?

¡Por supuesto! Ellos son los que van a crear el periodismo del futuro. El futuro entero es suyo. Que no escuchen a los agoreros.

Por @casas_castro
Foto de Pablo Albacete
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“Soy muy defensora de los hilos de Twitter”

El contenido y saber adaptar las posibilidades del dispositivo a la historia. Estos son los dos imprescindibles del periodismo móvil de calidad, según valora la periodista Ana I. Bernal-Triviño (@anaisbernal), que habla a sus alumnos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) sobre cómo aprovechar las nuevas tecnologías para informar adecuadamente. Bernal-Triviño también escribe para ElDiario.es y Público y saca tiempo para dar rienda suelta a su talento como ilustradora en 1000historias.

¿Cómo defines el periodismo en pocas líneas?

El periodismo, para mí, solo puede ser periodismo si cumple una función social. El resto es publicidad, es propaganda, es estar manejados por el poder. El periodismo tiene el deber de señalar, de denunciar, de dar voz a los que no la tienen, de provocar cambios, de vigilar y cuestionar el sistema cuando falla. El problema es que ahora incluso defender los mismos derechos humanos o derechos fundamentales de nuestra Constitución parece un acto radical, porque así se ha transmitido desde los medios. La ausencia justo de periodismo es lo que hace consolidar la corrupción, la reducción de derechos y la represión. Y eso, que parece poca cosa, es lo que puede afectar nuestras vidas para siempre.

¿Cuáles son las claves para hacer periodismo móvil eficaz y de calidad?

Lo bueno del periodismo móvil es que te lanza a la calle, te aleja de la mesa y del despacho y te pone en contacto con otras compañeras y compañeros. Las claves para hacer buen periodismo móvil ni siquiera son en un 100% tener el móvil último modelo y todos los accesorios disponibles. Puedes hacer buen periodismo móvil con un dispositivo Android, con tu aplicación nativa de vídeo y registrando el sonido con el micrófono del auricular. Lo que hace buen periodismo móvil es el contenido y saber adaptar las posibilidades del dispositivo a la historia. Detectar que hay coberturas muy especiales que se adaptan a la perfección al periodismo móvil, como los directos o las manifestaciones, por ejemplo. O situaciones de difícil accesibilidad, o porque resulta menos violento para un entrevistado hablar al móvil que a una cámara tradicional. Desde la Universitat Oberta de Catalunya organizamos el #MOJOBCN, el primer encuentro con experiencias de periodismo móvil en España y pusimos sobre la mesa las experiencias de periodistas en sus coberturas.

¿Qué han aportado las herramientas digitales al trabajo de periodista?

Permiten hacer mejores narrativas de las noticias, experimentar, hacer llegar el mensaje de formas más creativas, adaptadas a nuevos dispositivos y a nuevas formas y hábitos de lectura. Y, junto a eso, otro aporte importantísimo es que ha permitido desarrollar estas nuevas narrativas e incluso proyectos periodísticos a un coste muy bajo. Son medios que han aprovechado conocer todos estos avances de herramientas de cualquier tipo para crear su medio, para desarrollarlo e, incluso, para salvar distancias como no tener un espacio físico donde encontrarse el equipo (con el ahorro económico que ello supone). En conclusión, estas herramientas digitales han promovido, sobre todo, innovar. Tanto en nuevos medios como en nuevas narrativas.

¿Qué nos puedes contar acerca de tu libro Herramientas digitales para periodistas?

Empecé a descubrir en publicaciones extranjeras cómo se usaban de forma habitual herramientas periodísticas y comencé a ver si se aplicaban en nuestro país. Y me parecía necesario hacer un libro que fuese más allá de una recopilación sencilla de herramientas. Por una parte, que se clasificaran por las tareas que como profesionales realizamos: organización, edición y difusión de la información y, dentro de esa estructura, por necesidades. Y, por otro lado, que contase con la voz de los profesionales que las utilizaban. En qué momento decidieron incorporarlas a sus trabajos y por qué, además de mostrarnos en qué noticias las usaban y qué ventajas y aporte daban a la información. Era como la parte práctica a todas esas herramientas.

¿Es posible contar una información en tan solo 280 caracteres de Twitter? ¿Qué hay que tener en cuenta para conseguirlo?

Depende de la información. Es como si hablásemos de titulares. ¿Podemos contar una información en un titular a cinco columnas de un diario impreso? Es otra limitación de espacio. Probablemente no toda, pero sí lo más importante, que para eso es un titular. Eso es Twitter. Esa misma destreza y ejercicio de titular bien es lo positivo de esta red social. A partir de ahí, ¿se puede contar más? Por supuesto, de la misma manera que en prensa, visualmente, existen espacios para destacar más o menos otros contenidos de la información. En el caso de Twitter hice una investigación donde mostraba la adaptación de géneros periodísticos a la red social. A eso se suma la creación de hilos. Soy muy defensora de los hilos. La gente pocas veces hace clic en un enlace, pero sí lee un hilo. Soy defensora de los hilos porque quienes usan Twitter ya dejaron atrás la época del blog, asimilan la nueva narrativa de esta red y es una forma eficaz de trasladar el mensaje. La gente decide si abrir el hilo o no y permite hacer una crónica de un hecho de una forma rápida y eficaz.

¿Cuál es el estilo de tus ilustraciones?

La verdad es que solo dibujo cuando siento que tengo la necesidad de hacerlo. Y empecé también porque mi hermana me regaló un Samsung Galaxy Note, que tiene un lápiz incorporado para dibujar. Porque nunca he tenido opción a dibujar en ordenador con lo que conlleva. Por eso siempre digo que el móvil me cambió la vida, laboralmente. Empecé por dibujar a Lorca, que era el protagonista de algunos de mis artículos en prensa más leídos y la gente comenzó a pedirme libretas, mochilas y tazas de lo que iba dibujando. Es un estilo más basado en símbolos, en conceptos clave.

¿De qué manera dibujas palabras en tus ilustraciones? ¿Qué te gusta transmitir a través de ellas?

Me gusta insistir en ideas que puedan provocar la reflexión y el análisis. Por eso junto al dibujo me gusta siempre destacar alguna frase, muy directa, que sea como un toque para quien la lea y que le lleve más allá de lo que yo pueda representar en la imagen. Ahora quiero desarrollar una línea con mensajes más feministas, basados en los artículos que he publicado más hasta ahora sobre este tema.

¿Qué recibe un usuario cuando solicita uno de tus cuentos personalizados? ¿De qué manera narras a través de ellos?

1000historias fue un proyecto que creé hace dos años, cuando los medios no me dejaban escribir, porque cuando trabajas desde Málaga, fuera del circuito de Madrid, publicar cuesta muchísimo. Como me gusta escribir decidí que la gente me contara su historia y yo le diese forma en libros personalizados. Es un regalo que dura para siempre, un relato vital de las vidas de las personas más allegadas y queridas para nosotros, acompañadas de fotografías y de collages simbólicos personalizados que yo misma realizo. Lo más emocionante de este proceso son las clientas que vuelven, que hacen más encargos para otros familiares o incluso aquellos casos en los que el libro han sido para padres y para abuelas y para pedir matrimonio. El hecho de vincular a 1000historias con una de las partes y personas más queridas de sus vidas ha sido lo más emocionante.

¿Algo más que desees añadir?

La necesidad de un periodismo que luche por la igualdad, de un periodismo que no blanquee ni a maltratadores, ni agresores, ni corruptos, ni fascistas, ni racistas. Que todos los medios de comunicación asuman que tienen también una función educativa, que tienen que señalar las injusticias y crear una opinión pública en defensa de nuestros derechos y valores para crecer como una sociedad madura en la que nos respetemos y donde no se fomente el odio y en la que realmente el conocimiento nos permite ser personas libres y tomar decisiones responsables democráticamente.

Por @casas_castro
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Las TIC se consolidan en las aulas

Todavía hay huella de pizarras, lápices y libretas en los colegios. Pupitres de color verde en los que el alumnado tomaba notas para realizar los deberes, con gomas de borrar en caso de error. Pero todo este mundo está, paulatinamente, desapareciendo. Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación ) o nuevas tecnologías se introdujeron en la aulas hace ya años, modificando así un sistema que parecía impertérrito desde finales del siglo XIX.

Aunque no todos los colegios han experimentado esta transformación, ya que muchas veces depende de los presupuestos destinados a la materia, las nuevas tecnologías comenzaron implantándose entre el profesorado. Por ejemplo, en la Comunitat Valenciana se emplea Ítaca, una herramienta en la que se vuelcan faltas de asistencia, incidencias o notas. Asimismo, existen otras plataformas como ‘Mestre a casa’ que permite interactuar con padres, madres y alumnos/as, hay que se pueden subir textos y tareas.

Donde se ha visto esta revolución ha sido entre los chicos y chicas, sobre todo, de la Generación Z, que ya van a clase con la tablet para poder trabajar. Ahí toman los apuntes, realizan los ejercicios e interactúan con sus compañeros y compañeras. De hecho, se ha estimulado el trabajo en equipo, ya que cada uno se conecta en sus hogares a Skype o Hangouts de Google para realizar una tarea sin grupo sin necesidad de desplazarse. Y esto en las grandes ciudades ha sido clave, ya que antes era más difícil quedan por las distancias.

Además de acudir con la tablet a clase, estos nativos digitales están ampliamente familiarizados con la web 2.0 y su filosofía colaborativa. De hecho, se están desarrollando habilidades de trabajo que promueven tanto este trabajo en equipo, como la creación de blogs, y otro más individual centrado en programar o en editar y subir videos a Youtube.

Algunas empresas, como Santillana, han desarrollado proyectos para aplicar las nuevas tecnologías a la educación, como Saber Hacer o el Aula Virtual. Este último es una herramienta en la que se encuentran todos los contenidos y recursos para la enseñanza digital tanto para profesores como para alumnos.

Las TIC también son aprovechadas para facilitar a los estudiantes su labor, ya que se pueden descargar libros electrónicos e interactivos para que puedan realizar sus actividades y ejercicios, lo cual ayuda mucho en lengua extranjera o en matemáticas, por ejemplo. Se puede profundizar en materias como biología o anatomía, al encontrar materiales en 3D.

Por tanto, las nuevas tecnológicas se han convertido en una oportunidad más para mejorar el aprendizaje de los más jóvenes en un mundo interconectado, si bien es cierto que algunos centros aún no cuentan con las infraestructuras pertinentes.

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La nomofobia en los adolescentes

Es probable que encontréis en cada esquina, y no solo de la casa, sino también de la calle, a adolescentes en grupo o en solitario, silenciosos, cabizbajos y pendientes única y exclusivamente de una cosa: su móvil. Embobados y con los ojos casi secos de no despegar la mirada de sus pantallas pasan los días, cuando sus obligaciones más inmediatas no se lo impiden, sin que, a simple vista, mucho más les importe.

Se trata de los nativos digitales, jóvenes inexpertos, sin habilidades para actuar cada a cara, que están perdiendo sus herramientas de comunicación naturales al servicio de las tecnológicas, según valora el psicólogo Marc Masip.

Además, otro problema que surge es lo que pasa cuando a estos adolescentes no se les permite tener acceso durante un tiempo limitado a su teléfono o a su Tablet por estar en clase o realizando algún tipo de deber: que bastantes de ellos dan muestra de una grave afección que comienza a preocupar a los adultos. Hablamos de la nomofobia, es decir, el miedo irracional a no estar totalmente disponible en el móvil.

De hecho, según un estudio de Desconect@(@psicodesconecta), iniciativa impulsada por Masip, en 2013 el 77% de los usuarios con Smartphone padecía esta enfermedad y el 21,3% de los adolescentes españoles es adicto a la Red, 8,6 puntos por encima de la media europea. Datos que se han ido incrementando en los últimos años.

Enganchados al móvil perdemos lo más bonito de la vida, el contacto humano, ya que un emoticono nunca podrá ser lo mismo que una carcajada que nos diferencia de los animales”. Además, a esta falta real de expresión de sentimientos y a los efectos de la nomofobia, el psicólogo le suma peligros de poder escudarse tras una pantalla como el ciberbullying (acoso escolar a través de la Red) o el sexting (envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles).

Desconect@, una plataforma contra la adicción a las tecnologías

La iniciativa Desconect@ es un programa que pretende ayudar a los jóvenes a utilizar de forma adecuada las herramientas tecnológicas a su alcance. Tratar de que tomen conciencia de sus ventajas, inconvenientes y riesgos a través de actividades grupales dinámicas y de la atención de sus preocupaciones reales, con lo que reencaminen sus relaciones con el móvil y con las redes sociales.

Una de sus acciones más interesantes, llevada a cabo junto a la empresa barcelonesa iBoo Mobile (@iBooMobile), ha sido el lanzamiento de FaceUp, una app que pretende hacer reflexionar al usuario sobre un uso absorbente del móvil a través de estadísticas del tiempo y modo de utilización del dispositivo y que plantea retos como no consultar el aparato durante las comidas o cuando se está en cama.

Por David Casas (@casas_castro)
Foto: Marga Ferrer (@marga_ferrer)
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El fuelle de la prensa de papel se rompe

La prensa de papel agoniza. Fallece de manera irremediable. Una realidad de la que se nos está avisando desde hace varios años, pero que actualmente cuenta ya con datos cada vez más desalentadores. El diario digital Bez contó recientemente que la difusión de los periódicos ‘físicos’ ha caído en 2015 a su nivel más bajo de los últimos 30 años, con una tasa de penetración en los hogares que se ha reducido al 28% frente al 42% del 2008, al inicio de la crisis económica.

Así, la divulgación de las grandes cabeceras (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, El Periódico y La Razón) fue de 700.000 ejemplares, lo que suponen descensos comprendidos entre el 41,3% y el 46,6% que se traducen, en algunos de ellos, en cercanos despidos de periodistas, mientras que 15 millones han sido las personas que han leído en la Red.

Un dato que tira la piedra del éxito y de la redirección hacia la prensa digital, siempre y cuando se consiga encontrar el sistema de negocio que permita a estos medios mantenerse en el mercado de manera sostenible y sin la única fórmula publicitaria (que, además, predomina todavía en el medio tradicional).

Aunque puede que el formato de prensa que encontramos en Internet muy ligado a la estructura de las versiones tradicionales no sea el más recomendable de cara al futuro. “Los jóvenes no leen mucho los periódicos, ni de papel ni electrónicos, por lo que la prensa digital tiene que nutrirse de las generaciones pre-digitales; la ventaja de la Red es la accesibilidad, siempre que no sea de pago, ya que ese modelo no funciona bien para la prensa, dada la gratuidad de la mayoría de los contenidos en Internet”, valora David Caldevilla, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Este público pre-digital sigue tomándose el café en el bar junto a sus páginas de información, pero, al tiempo que este envejece, los nuevos lectores que llegan están creciendo en la comodidad de la búsqueda en Google de la noticia o de la información que necesita o desea leer de forma rápida y selectiva, por lo que el hábito, ya sea en papel o en digital, de ir leyendo contenidos y titulares (casi) de principio a fin, pasando por cada sección, no existe en ellos y los medios deben saberlo.

El papel ha muerto en manos de la inmediatez de Internet. De hecho, un estudio de Estados Unidos ya fecha este hecho como definitivo para 2032; somos una sociedad cada vez más audiovisual y ahí puede radicar la solución”, concluye Caldevilla.

Posted by @casas_castro
Photo by @Marga_Ferrer