El periodista Javier Zurro (@Zurro_85) es un apasionado del cine y lo demuestra cada semana en la sección de Cultura del diario El Español, donde defiende un periodismo cultural y cinematográfico que vaya más allá de contenidos rentables y que lleguen rápidamente a mucha gente en pos de reflexiones más profundas y con amplitud de miras, que aporten un plus de calidad para el lector.

¿Llegó antes a tu vida la pasión por el periodismo o por el cine?

En mi caso llegó antes la pasión por el cine. Recuerdo los 13 o 14 años como el momento de eclosión de mi fanatismo. Compraba revistas y descubría directores que a esa edad eran desconocidos para un niño. Me acuerdo del momento en el que vi en casa Todo sobre mi madre y descubrí el universo Almodóvar como algo único. Desde entonces supe que quería de alguna forma dedicarme al ‘cine’. En Valladolid no había Comunicación Audiovisual, así que terminé en Periodismo, porque tenía los tres primeros años en común, y terminé enamorado de los dos mundos y uniéndolos.

¿Cuáles son las claves para realizar periodismo cultural veraz, útil para el lector y de calidad?

Cada vez es más complicado. Vivimos en un mundo en el que cada vez se valoran más términos como la viralidad o la rentabilidad a corto plazo que realizar enfoques propios y artículos de calidad. Creo que es clave no dejarse arrastrar por esa tendencia. Hay que tener en cuenta qué quiere leer la gente, pero también ofrecer un contenido de calidad. Por ello creo que es fundamental no hacer solo un servicio de ‘agencia de comunicación’ e informar de estrenos, sino mirar un poco más allá. Informar de la industria, de las ayudas al cine, denunciar el poco interés de las instituciones, la falta de mujeres, etc.

¿Cuál es el panorama del periodismo cinematográfico en nuestro país? ¿Sigue sirviendo para informar al espectador antes de tomar la decisión de ver una película o conocer a un director de cine como sucedía años atrás?

Hay dos elementos diferentes. Está la crítica de cine, que tiene una función prescriptora, de recomendación, y que sigue siendo una herramienta, pero que también es cierto que ha perdido influencia al mismo tiempo que la ha ganado una recomendación en Twitter o un usuario en Youtube, que quizás con menos preparación consigue conectar con un público diferente, que hasta ahora no se sentía interpelado por la crítica. Luego están los informadores de cine, que también tienen una función de informar lo que llega a las salas, pero creo que deben dar un paso más e informar de otros directores, de otras visiones, de industria, dar enfoques políticos, etc.

¿Cómo está funcionando internet y las redes sociales a la hora de convertir una película o una serie en éxito y que sean seguidas por millones de personas como sucede con Juego de Tronos o, en nuestro país, con La que se avecina?

Es complicado. Twitter realmente no es más que un reflejo de lo que nosotros queremos ver. Elegimos la gente a la que seguimos y muchas veces parece que algo va a ser un fenómeno y solo interesa a tu timeline. Pero es cierto que hay una nueva forma de informar y llegar a un público que va a las salas. Las noticias segmentadas de Facebook llegan a su público objetivo y una buena campaña viral puede ayudar mucho, pero no creo que la clave del éxito de Juego de Tronos sean las redes sociales. Simplemente ha cambiado la forma en la que lo consumimos, ahora lo comentamos en directo en redes.

¿Qué películas y series de ayer no debemos perdernos y qué próximos estrenos se esperan muy interesantes?

Esta lista puede estar llena de ausencias y lagunas, así que me limitaré y rescataré la figura de Agnès Varda, recientemente fallecida. De lo que viene ahora solo pienso en el gran nivel del Cannes de este año, donde se está viendo lo último de Malick, Tarantino o los Dardenne y me parece una selección maravillosa.