El italiano Daniele Grasso (@danielegrasso) es experto en periodismo de datos, una tendencia creciente en nuestro país y que consiste en recopilar y analizar grandes cantidades de datos a través de software especializado para hacer más comprensible la información al público. Grasso ha trabajado como freelance para medios italianos desde España y en la actualidad colabora en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y estructura la unidad de datos del periódico EL País.

¿Qué papel cumplen o deberían cumplir en la actualidad las redes sociales para el trabajo de los periodistas?

Deberían cumplir el papel del resto de herramientas de internet: ser fuente para verificar cosas y canal de comunicación hacia fuera. Tienen un papel de creación de marca personal, un canal fiable para los seguidores del periodista. Esto se ve últimamente con el funcionamiento en todo el mundo de las newsletter: la elección de un lector por un periodista del que se fían para que le hable de un tema determinado. Hay que cuidar las redes, pero sin obsesionarse.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de desarrollar periodismo de datos?

En general hay que tener en cuenta la necesidad de hacer buen periodismo, fiable, contrastado y contrastable por parte del lector también (con fuentes). Ya concretamente en el periodismo de datos, es algo cada vez más común, por lo que me empeño en quitarle el apellido de “datos”, ya que debe ser “periodismo” como tal. En sus inicios, en 2010, se hacía con menos recursos, pero hoy en día hay un mayor acceso a bases de datos más grandes y herramientas más potentes. Es importante no dejar de actualizarse y adentrarse más en este tipo de periodismo.

¿Cuáles son las claves para su uso por parte de los periodistas?

Uno de los aspectos fundamentales para que el periodismo de datos exista en las redacciones es darnos cuenta de que la audiencia cada vez nos exige más precisión, fiabilidad, rigor y trazabilidad de las fuentes. Es importante que haya unidades de datos y gente especializada en ello en todas las redacciones y que los periodistas tengan la mentalidad abierta para saber trabajar con perfiles nuevos. Incluso gente que no es periodista, pero que es especialista en alguna materia como son los datos.

¿Cómo valoras el panorama del periodismo en las grandes cabeceras italianas en comparación con España?

Lo que veo leyendo las grandes cabeceras italianas es que se han quedado bastante atrás en la apuesta por los datos. Incluso cuando intentan hacer gráficos atractivos se quedan en cosas que no funcionan bien en el móvil. Hay un intento interesante en La Repubblica: cada dos o tres días tratan un argumento con algo de profundidad desde el punto de vista de los datos. A mí no me apasiona y no creo que esté teniendo mucho éxito. Fuera de las grandes cabeceras sí hay varios freelance que trabajan mucho con datos, pero que colaboran con medios extranjeros.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que hoy se forman como periodistas en las facultades?

Que tengan los pies en la tierra y no tengan como objetivo ser el nuevo Kapuściński, sino, más bien, saber ordenar, jerarquizar y explicar las cosas desde el conocimiento del periodismo de datos. Algo muy útil porque supone ofrecer ayuda y hechos sobre determinados argumentos de manera mucho más profunda, pulcra y analizada para no tener que tirar siempre de notas de prensa.

Por @casas_castro

Foto de Lorena Ruiz/El País