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Ante tantos intereses para que no salgan a la luz determinados hechos llegando incluso a amenazar a periodistas o intentar comprar su silencio, es fundamental que sigan existiendo medios de comunicación que no estén contaminados, que sean independientes, prensa libre que pueda ser crítica con los gobiernos y que ofrezca una visión analítica pura sin caer en lo demagógico y en el morbo, el cual está más presente cada vez con titulares a veces engañosos con tal de conseguir repercusión. Un ejemplo de periodismo de calidad es la popular revista semanal estadounidense The New Yorker. Entre sus hojas podemos leer desde grandes reportajes y artículos hasta historias de ficción. A sangre fría, de Truman Capote, fue publicado por primera vez en fragmentos en la revista.

The New Yorker es mítica no solo por la calidad de sus artículos, sino también por el arte de sus portadas. Siempre son dibujadas y a menudo están llenas de humor e ironía. Algunos consideran a la revista estadounidense como El Jueves de España. Las ilustraciones no solo se quedan en la portada, sino que también acompañan a los contenidos del interior.

Por más que pase el tiempo, sus portadas no acaban en el olvido. Sin ir mas lejos, hace unas semanas, una de ellas, más concretamente la de junio de 2008, una tuitera la recuperó y la convirtió en viral una década después de su publicación.

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A lo largo de su historia nos encontramos con portadas de todo tipo: conmovedoras, políticas, absurdas… Sea como fuere, siempre consiguen llamar la atención del lector. Hagamos un repaso a las mejores portadas de The New Yorker desde su creación en 1925 hasta la fecha.

16 de febrero de 1998: Escándalo Bill Clinton y Monica Lewinsky

En 1998, el presidente Bill Clinton admitió haber tenido varios encuentros íntimos en la Casa Blanca con Lewinsky, una becaria de 22 años. The New Yorker no dudó en hacerse eco y publicó está portada con el humor que le caracteriza.

14 de febrero de 2000: San Valentín

Desde la revista estadounidense defienden el derecho a enamorarse de quien uno quiere, sin importar sexo, religión o procedencia, incluso entre animales. Así lo hizo patente en el número del 14 de febrero del año 2000.

11 de septiembre de 2001 – Atentados 11-S

Sin duda, una de las portadas que la gran mayoría de las personas tiene en la retina y grabada en el recuerdo es la ilustración de los atentados del 11-S. Triste, lúgubre, oscura.

31 de octubre de 2005: Halloween

Probablemente si tuviésemos que ilustrar Halloween la mayoría de nosotros lo haríamos con niños disfrazados diciendo “truco o trato” al pedir caramelos. The New Yorker sacó otro punto de vista, el de la parca que llama a la puerta.
28 de marzo de 2011

El 11 de marzo de 2011 tuvo lugar en Fukushima el peor accidente nuclear desde Chernóbil en Ucrania en 1986. El de Japón está considerado uno de los mayores desastres medioambientales de la historia reciente. Así lo representaba The New Yorker en su portada del 28 de marzo de 2011.

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