Que Pokémon Go ha resultado ser la sensación del momento no cabe la menor duda. Se ha convertido en un fenómeno que supera los 100 millones de descargas en todo el mundo. Al margen de los problemas que pueda estar ocasionando como robos, adicción o accidentes, las marcas están aprovechando el tirón de este juego de realidad aumentada para generar usuarios receptivos, es decir, consumidores que lleguen a la puerta de su tienda dispuestos a cazar pokémon y, de paso, comprar.
Geolocalización y gamificación son las principales herramientas sobre las que se asientan las estrategias de marketing aplicadas a Pokemon Go, confluyendo en las denominadas pokeparadas (lugar donde se pueden encontrar herramientas para subir de nivel, recolectar pokebolas, pociones o huevos). Lo sabe muy bien McDonal’s que llegó a un acuerdo comercial con la empresa que creó el juego, Niantic, para que se “instalaran” pokeparadas en 2.900 establecimientos en Japón. Y ahora es más fácil solicitar esta suerte de zona de recolección de herramientas virtuales, ya que en la web de Niantic sólo hace falta rellenar un formulario realizando la solicitud y adjuntar una imagen del lugar en cuestión. Otra forma de ganar clientes es la que ha desarrollado Cabify, cuyos taxis llevan a un/a afortunado/a a dar una vuelta por la ciudad para cazar pokémon.
Este juego de realidad aumentada ha despertado, de nuevo, las posibilidades de la gamificación en el marketing, una práctica que genera engagement con los consumidores, así como unos niveles de recuerdo muchos mayores hacia la marca. De esta manera, se crean experiencias y se conecta con la gente, en muchos casos apelando a la nostalgia. Las posibilidades que abre Pokemon Go a las empresas son múltiples, no sólo respecto a las pokeparadas, sino también si se llega a hacer publicidad en el mismo juego, si se ganan pokeballs a través de las marcas, enviar newsletter con noticias sobre la aplicación o si se anuncia la existencia de algún ejemplar extraño en las inmediaciones del establecimiento.
Esto es sólo el principio, ya que la realidad aumentada será aprovechada por las marcas para ganar y fidelizar clientes. Aquí entra en escena la evolución tecnológica y la creatividad para no desarrollar un juego similar, sino potenciar las características de una aplicación que ha revolucionado el marketing y, concretamente, la gamificación. Veremos si nos sorprenden las marcas con nuevas experiencias a los usuarios y de qué manera.