Convertir una afición en parte de tu trabajo es todo un placer. Y si no que se lo digan al periodista Jesús Travieso, que lo ha hecho durante un tiempo en el blog Solo un capítulo más de 20 Minutos, poniendo el foco del análisis sobre las series de televisión que se acababan de estrenar y sobre las más punteras del momento. Actualmente trabaja en ElDiario.es, donde escribe sobre temáticas tan dispares como política, deportes o cultura.
¿Dónde te veías trabajando a 10 años vista cuando empezaste a estudiar Periodismo?
En radio, pero la realidad te pone en tu sitio. Las diferentes opciones que se te presentan te hacen escoger un camino. Y, en mi caso, no fue el radiofónico. Siempre quise seguir la estela de los periodistas a los que había escuchado durante toda la vida (en casa siempre hemos tenido la radio puesta). Por imitación y admiración.
¿Qué importancia están teniendo las redes sociales en el mundo del periodismo?
Depende de su uso. Una cosa es utilizarla como fuente o para conseguir algún dato y otra para difundir las informaciones. Hay que utilizarlas en su justa medida, porque no te puedes fiar de lo que encuentras en ellas. Su uso determinará tu imagen como periodista: la gente se dejará llevar por lo que publiques, por eso hay que ser siempre rigurosos y saber medirse. Si no podemos caer en bulos como ha estado sucediendo estos días con los atentados de Barcelona.
¿Cómo defines la situación actual del periodismo español?
Según lo vivido en mi corta carrera, la defino por el movimiento total a internet, algo que ya comencé a vivir cuando era becario. Muy poco va quedando ya en papel. Ya no hay vuelta atrás. Pero, en internet o no, sigue siendo periodismo, solo han cambiado las herramientas y el formato.
¿Y la política española? ¿La definirías con la trama de alguna serie actual?
Si existe debe ser una muy sosa, porque la política en España solo se activa en periodos electorales, salvo que se apruebe alguna ley importante. No es excitante como sucede para el periodismo en Estados Unidos con Trump, que se pasa el día dando titulares. En nuestro país los temas que más se viralizan son los sociales.
¿De dónde te viene la afición por las series?
Empecé por recomendación de amigos y acabé queriendo estar a todo. Pero te quita mucha vida social y al final quieres desconectar algunas temporadas. Antes había más series buenas y ahora no tanto. Ahora solo hay Juego de Tronos. No hay más series de las que hable todo el mundo.
¿Qué necesita una serie para que te enganche?
Un primer buen capítulo y luego un segundo. Si no lo hay, suelo dejar de verla. Aunque a veces también funciona que la gente hable bien de ella y acabas tragándote varios capítulos malos hasta que se pone interesante. No soy muy maniático con los géneros, por eso me engancho a casi todo. La comedia me cuesta más.
En tu opinión, ¿cuáles son las mejores series de la historia?
Juego de Tronos te puede gustar o no, pero el impacto social que ha tenido es innegable. También me gustó The Shield, Los Soprano, A dos metros bajo tierra, Dexter, Deadwood, Breaking Bad, Homeland o Sons of Anarchy.
¿Cuáles son las claves para enganchar, en este caso, al lector a una de tus críticas sobre series?
Trato de diferenciarme. He leído críticas de otros compañeros, me he documentado sin buscar un estilo y he acabado diferenciándome. Tienes que conocer bien el ámbito en el que te mueves.
¿Hay algo peor para un seriéfilo que un spoiler?
Los spoilers joden, pero no te cambian la vida. Con la madurez te preocupan menos. A mí me jode más que una serie que te gusta comience a decaer.