Netflix ha cambiado el concepto de televisión, tal y como prueba el último capítulo de la serie ‘Black Mirror’, donde el espectador es a la vez director de la pieza en tanto que puede elegir hacia dónde avanza ésta. ‘Bandersnatch’ –así se llama el episodio– tiene la estructura de los clásicos cuentos de ‘Elige tu propia aventura’. El espectador decide, a golpe de ratón, el destino del protagonista. ¿Es eso televisión? Sí. Ahora sí; es televisión del mismo modo que BuzzFeed es periodismo.
Por eso no resulte extraño que el canal online de pago y el portal de nuevo periodismo se aliaran hace algunos meses en la producción de una serie documental llamada ‘Follow This’. En ella aparece retratada una forma de elaborar contenidos editoriales que se sitúa en las antípodas del viejo periodismo de gabardina y bloc de notas. Aquí Internet es el rey, y el plumilla un siervo que le debe pleitesía: “Me paso el día mirando Internet y luego estreso a mi editora con lo que he encontrado”, resume una redactora en ‘Follow This’.
Así pues, la docuserie sigue a los periodistas de BuzzFeed en un rastreo perseverante de las huellas que van dejando contenidos potencialmente virales en Internet. Son Boys Scouts de lo viral, que no de lo banal. Porque el nuevo periodismo –al margen de prejuicios más o menos fundados– ha hecho y hace mucho por causas y colectivos que antaño carecieron de altavoz.
Por ejemplo, en la colección de episodios de ‘Internet y el nuevo periodismo’ –título de la serie en español– aparecen temas relacionados con la intersexualidad, las nuevas masculinidades o la legislación en torno a las trabajadoras sexuales. Estos temas comparten cartel con otros más extravagantes, marca de la casa del periodismo internetero, caso de las susurradoras digitales o los preparacionistas afroamericanos.
En suma, ‘Follow This’ arroja sobre el público –ajeno a las redacciones– dos realidades incontestables: el periodista cada vez más encuentra sus fuentes en los vericuetos de Internet. Y segundo: el periodismo tiende al espectáculo; informa, pero también entretiene. Porque el aburrimiento no mezcla bien con la renovación de los contenidos cocinada en Internet… y que siga siendo así.