La celebración el pasado miércoles 12 de diciembre de las V Jornadas de Periodismo Digital del Oimed (Observatorio de Investigaciones de Medios Digitales) incluyó en su programa una mesa de fotoperiodistas en tiempos de Instagram, que contó con la participación de Vicent Bosch (@bybosch), Marga Ferrer (@Marga_Ferrer), Biel Aliño (@bieluno) y José Luis Pindado (@pindator). Los cuatro ofrecieron puntos de vista acerca de cómo ha afectado la generalización del uso de dispositivos móviles y de las redes sociales en su trabajo de reporteros gráficos.
Todos coincidieron en señalar la importancia de diferenciar entre el perfil de fotógrafo y el de fotoperiodista para distinguir mejor entre las fotografías que reflejan la actualidad periodística y las que responden a un afán artístico, como pueden contener aplicaciones del perfil de Instagram, que Bosch y Pindado se apresuraron a calificar como “un ‘juguetito’ divertido más que una herramienta fotoperiodística en sí misma”.
Con todo, las cámaras réflex que utilizan los fotoperiodistas se han actualizado técnicamente para no perder la inmediatez que requiere la difusión digital de las informaciones que comparten de forma autónoma/freelance o para los medios de comunicación. Gracias a tarjetas de almacenamiento wi-fi y a las aplicaciones para smartphones vinculadas a éstas, la tarea de edición y difusión del reportero gráfico ha podido ser compensada para competir desde su profesionalidad con la inmediatez de las personas que difunden fotografías con mayor o menor carga periodística a través de las aplicaciones sociales.
Son tiempos en los que “se valora más la disponibilidad e inmediatez del fotoperiodista que la calidad de sus fotografías”, apuntó Biel Aliño. Y, a pesar de la innovación, Marga Ferrer defendió la necesidad de que “se mantenga la complicidad entre el redactor y el fotógrafo del medio de comunicación para hacer el mejor trabajo en equipo”, desde un enfoque y un encuadre coincidientes.