¿Cómo afecta a la reputación de un fotógrafo de prensa compartir fotos en las redes sociales que han sido captadas desde un smartphone o dispositivo móvil?, ¿dónde guarda el equipo profesional el fotoperiodista que quiere compartir en su cuenta de Twitter la foto que ha sacado en el desempeño cotidiano de su tarea?, ¿puede condicionar la percepción profesional que de él tengan sus seguidores?
Las preguntas planteadas encontrarán respuestas distintas en función de la experiencia de cada cual pero, a buen seguro, a ellas se habrán enfrentado los fotoperiodistas usuarios de las redes sociales en más de una ocasión. Por un lado, el instinto informativo que caracteriza su trabajo a la hora de retratar un hecho noticiable en forma de foto les obligaría a recurrir a cualquier soporte que tuvieran a su alcance para inmortalizar un momento. Pero, por otro lado, ¿qué debe primar?, ¿la oportunidad o la calidad fotográfica que han defendido tradicionalmente en su trayectoria?
Es complicado responder a las incógnitas a las que se enfrentan los fotoperiodistas en la era digital. A la de compartir en Twitter una foto sacada desde la Blackberry o desde el iPhone, se podría responder con algo similar a que la noticia se ha de quedar por encima de la reputación del fotógrafo, por lo que podría verse con buenos ojos por parte de los usuarios; quizás algo distinto ocurriría si el fotógrafo profesional colgara indiscriminadamente instantáneas captadas desde dispositivos móviles vinculadas a su ámbito de ocio, en ese caso su reputación online como fotógrafo de prensa podría verse erosionada.
Pero, como indicamos, no se trata aquí de sentar cátedra respecto a cómo percibe el dospuntocero la presencia de los fotoperiodistas en las redes sociales, sino de propiciar un debate a partir de este post que permita establecer los parámetros desde los que ofrecer una valoración más ajustada de la realidad.
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