Experiencia laboral, ninguna. Formación, ídem. Único requisito a destacar, “disponibilidad para el desnudo”. Creíamos que lo habíamos visto todo en lo que a ofertas de trabajo humillantes se refiere en periodismo, pero no. La mejor aún estaba por llegar. Ya ni siquiera se toman en consideración nuestros méritos – aunque sea por mero protocolo laboral, pues luego bien que son pisoteados –, sino que solo se nos quiere por nuestro cuerpo… y nuestra predisposición a enseñarlo sin reservas.
Esta noticia me refresca un episodio de mi pasado más reciente – hace una semana, vaya – que viene a representar justamente lo contrario. Tras cinco años de formación, muchos días de los cuales hemos pasado arañando experiencia, cerca de 60 jóvenes nos ataviamos con nuestras mejores galas – que viene a ser vestir algo más decente de lo habitual – para recoger el título que acredita que hemos sobrevivido a nuestro periplo como universitarios. Y quien dice ‘sobrevivir’, dice ‘superar disfrutando’.
Seguro que muchos compañeros de promoción recuerdan que en una de las primeras clases, corría el 2007 a.C. – antes de la crisis, que no Cristo – una profesora nos pidió que escribiésemos los motivos que nos habían llevado a cursar estos estudios y lo que esperábamos de ellos. No sé si alguno recuerda qué expresó en esa hoja aquel día; yo lo he intentado, pero no lo consigo. Pienso que es muy probable que algunas razones hayan caducado, otras hayan sido apagadas por la propia realidad y unas cuantas fueran meras fantasías. En todo caso, la sensación presente es que ratifico esa decisión.
Retomando la graduación, un profesor nos hizo un regalo en su discurso: si pudiese volver atrás en el tiempo, confesó, escogería de nuevo ser periodista, sin duda. Hasta los más impasibles sintieron un nudo en su garganta al escuchar su convicción. Vivimos tiempos oscuros, sí, pero por eso mismo ahora los buenos profesionales son más necesarios que nunca, para aportar claridad. Así, propongo que redactemos una oferta reglamentaria para nosotros mismos a recordar siempre: formación, titulado en periodismo; experiencia, toda la posible, personal y profesional, con la dignidad como bandera; único requisito a destacar, disponibilidad (y disposición) total para desnudar el mundo.
posted by @LaBellver