¿Qué uso damos a los tuits que guardamos como favoritos? Dicha forma de conservar los mensajes ha experimentado en los últimos meses una evolución en la finalidad que el usuario le concede al hecho, convertido más en gesto hacia un tercero que en una utilidad referencial que usar en el corto o medio plazo.
Si en un principio los favoritos se generaban principalmente para poner en cola una información o enlace para una posterior lectura cuando el tiempo lo permitiera; o para conservar unas declaraciones o un instante histórico; o para configurar una colección de ‘tuits de peso’ -referencias que emplear en presentaciones a modo de ejemplos de tuits bien o mal planteados-; o para conservar los mensajes de un evento, acto o campaña; o para leer al detalle su contenido para compartirlo más tarde sin hacer un RT a ciegas…; parece que la tendencia de uso de este recurso ha virado hoy más hacia el formalismo o hacia el guiño de simpatía regalado a un tercero sin necesidad de prolongar una conversación o de mencionar en el TL a esa persona que ha tuiteado algo sobre nosotros o ha mencionado nuestro nick.
Una tendencia de uso. esta última, que termina por imponerse a las anteriores y que ha incrustado mucho ruido en la colección de favoritos de los usuarios en Twitter. Como también ha reducido el número de interacciones y aplacado conversaciones potenciales a golpe de 140 caracteres. Así, cuando nos sumergimos en los favoritos de los usuarios, más allá de localizar tuits o enlaces de interés, encontramos miles de mensajes acumulados, caducos por el paso del tiempo y por el olvido del guiño o del gesto educado efectuado en el momento de ‘favoritearlos’.
Y tú, ¿qué uso das a los favoritos en Twitter?