Dos raciones de brócoli crudo (100 gramos) contienen 90 miligramos de vitamina C, uno de los principales acicates contra los resfriados en invierno, lo que representa un 45% más de este nutriente que en el caso del zumo de naranja, según asegura Diego A. Moreno, investigador del Laboratorio de Fitoquímica del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de CEBAS-CSIC, que colabora de forma activa con la Asociación sin ánimo de lucro +Brócoli.
Junto a los altos niveles de vitamina y de antioxidantes naturales (polifenoles) propios de esta ‘súper verdura’, su contenido en glucosinolatos (principalmente glucorafanina) produce sulforafano y este induce las actividades enzimáticas defensivas de las vías respiratorias, lo que ha llevado al consumo de brócoli, en su estado germinado (brote), en Estados unidos para tratar el asma. Este “coctel de fitoquímicos saludables”, como lo denomina Moreno, se convierte en un combatiente en forma frente a los agentes externos propios de esta estación del año, que ya ha traído consigo el frío y los temidos resfriados y demás problemas relacionados con el sistema inmune.
Además, el investigador recomienda el consumo mínimo de 40 gramos de brócoli entre 1 y 3 veces a la semana para evitar las molestias del constipado a partir de las pesquisas extraídas de algunos de los ensayos clínicos, inconclusos todavía, que se están elaborando en la actualidad en Estados Unidos.
Frutas y verduras, remedio natural ‘anti resfriados’
Pero también es importante la combinación de esta crucífera con otras frutas y verduras (al menos 5 al día, de las que aprovechar sus componentes naturales y biodisponibles) para que el revulsivo nutricional sea mayor. La naranja (100 gramos proporcionan 50 miligramos de vitamina C), los brotes de brócoli o el rábano (rojo, colirrábano, rosa de China, etc.) son excelentes compañeros saludables en gazpachos y ensaladas, que aportan “notas de sabor y de frescor muy interesantes sin que haya pérdida de propiedades durante la elaboración”, subraya Moreno.