El periodismo despidió el pasado 28 de abril a una leyenda de la profesión. Un plumilla con integridad y coraje que consagró sus últimos 35 años de vida a El País, periódico donde ejerció como subdirector y columnista hasta su muerte. El periodista español Miguel Ángel Bastenier, especialista en información de América Latina, falleció en Madrid con 76 años a causa de un cáncer de riñón.
Bastenier tuvo una dilatada trayectoria profesional. Con casi un cuarto de década, estuvo al frente de un diario catalán escrito en español, Tele/eXprés, que más tarde cerró. Un año más tarde, ejerció como subdirector durante tres años de El Periódico de Catalunya, y luego llegó a El País, donde quedó vinculado hasta su muerte. Fue el mayor experto en política internacional de la prensa mundial y siempre tuvo el firme convencimiento de que el futuro del periodismo era “digital”. Así lo expresaba durante sus clases o ponencias en la Escuela de Periodismo de El País o en la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), donde estuvo impartiendo la docencia durante tres décadas.
Conocedor en profundidad del conflicto de Oriente Medio, se consolidó como una figura referente en el ámbito mundial en informaciones de América Latina y sirvió de maestro a muchas generaciones, que a día de hoy lo recuerdan. Prueba de su valía profesional son los diferentes galardones periodísticos que ganó durante su carrera como, por ejemplo, el Premio María Moors Cabot como reconocimiento a su destacada trayectoria y por contribuir a medrar las relaciones en el continente americano.
Bastenier, además, fue un gran periodista, que se responsabilizó éticamente de sus palabras y de la toma de sus decisiones. Mentor de los periodistas de América Latina, a quien sus compañeros describieron en numerosas ocasiones como “maestro de periodismo con mayúsculas”, demostró que a través de 140 caracteres es posible informar de mensajes claros y concisos, ofrecer titulares y sintetizar hechos noticios. Y lo hizo con las valiosas lecciones que hoy nos quedan de su legado.
Pero este gran profesional no solamente ha dejado huella en el ámbito digital. Sus enseñanzas también han guiado en los últimos años a varias generaciones de periodistas de España y de toda Latino América, siendo una figura clave y probablemente una de las más conocidas en el panorama internacional por su labor. En este sentido, publicó dos libros sobre el conflicto de Israel y otros dos sobre temáticas periodísticas: La guerra de siempre; Palestina-Israel: La casa de la guerra; El blanco móvil; Cómo se escribe un periódico. Asimismo, colaboró con prestigiosos medios internacionales con gran reputación como Libération, Le Monde o The European.
Legado Bastenier
De ahora en adelante, las generaciones venideras le recordarán por su legado periodístico. Lecciones profesionales plasmadas en 140 caracteres, que dejan patente la filosofía y la integridad que deben regir el oficio. “El periodismo declarativo está muerto, porque la gente habla para salir en el periódico. Hay que publicar lo que se calla, que es lo difícil”; “El tweet es el breve del breve, el torrefacto completo, claro y sencillo, de lo que queremos decir”; “La lucha contra los propios prejuicios, que seguro que existen, constituye buena parte de la profesionalidad periodística”; “Los periodistas se dividen en dos categorías: los que son rápidos y los que no son periodistas”; En último término la frontera entre publicable y no publicable la dictan el sentido común y el buen gusto. No hacen falta manuales”; “El mejor periodista es un investigador, pero ni policía, ni juez. Documenta e interpreta el caso, y ahí acaba su función”.
Estos son algunos de los consejos que nos ha dejado este veterano y por los que se ha reconocido su valía profesional a la hora de ejercer el periodismo, porque siempre lo ha hecho bajo el respeto y la ética de la información. Dos parámetros que deben guiar los pasos de un buen periodista.
Hasta siempre, maestro Bastenier.