La ‘@’, el punto y la ‘i’

Un simple vistazo al título de este post, nos obliga a  aclarar que no hemos convertido el ejercicio de escribir en algo matemático, tampoco físico. La aparencia de fórmula que recoge es más bien empírica y se refiere a lo que desde fuera vemos cuando nos asomamos al balcón de Twitter.

TL de TwitterEl comportamiento del usuario en esta red social de la inmediatez en 140 caracteres se matiza al mismo ritmo que la popularidad de la plataforma se ha terminado de consolidar renunciando a las señas de identidad que le sirvieron, precisamente, como trampolín: conversación, interacción, opinión, transmisión, feedback… La ‘@‘ está en peligro de extinción porque ha dejado de ser seña de identidad de diálogo entre dos o más usuarios. Su uso transita más por el camino de la llamada de atención de marcas/instituciones y escaparates para que alguien lea algo, vea una foto o clique en un enlace antes que por aportar valor a un análisis de actualidad, preguntar por alguna característica técnica de una determinada aplicación o por intervenir en un debate especializado sobre marketing o comunicación en las redes sociales.

La ‘i‘ del punto es el ruido institucional. A poco que miremos atrás en alguna de las plataformas de monitorización online que han surgido al compás de la necesidad de medir el impacto de nuestra presencia en Twitter, percibiremos que los puntos fuertes tradicionales de la comunicación de las instancias oficiales (apoderarse de la agenda, convertir en titulares demagógicos la acción política,…) están también localizados en los 140 caracteres. Para muestra, el botón de las pasadas elecciones andaluzas, cuya apisonadora propagandística ha segado cualquier atisbo de conversaciones centradas en otros aspectos alejados de la agenda setting o de lo que hay que decir (lo políticamente correcto).

Lógicamente, existen aún otras temáticas de interés, pero profundizar en búsquedas para escapar del ruido no es algo que se le pueda pedir al ciudadano de a pie, es una tarea especializada que se queda en manos de los nuevos periodistas, aunque el adjetivo que acompaña en esta sentencia a los plumillas también queda en entredicho o al descubierto por la mala praxis o por el intrusismo (que también aterriza desde el ámbito tradicional al digital).

¿Abrimos la ‘@’ al debate del contenido de calidad periodística? Os esperamos en Twitter.

Posted by @os_delgado

 

11 mujeres fotoperiodistas, 66 fotografías de féminas al margen del estereotipo social

Mónica Torres (El País), Emma Ferrer (agencias), Eva Máñez (Valencia Plaza, FAV y agencias), Consuelo Chambó (freelance), Provi Morillas (Levante-EMV), Almudena Torres (agencias), Eva Ripoll (Palau de la Música de Valencia y freelance), Amparo Simó (Marca y freelance), Irene Marsilla (Las Provincias), Raquel Abulaila (Diputación de Valencia) y Marga Ferrer (editoriales y 360gradospress.com).

Las 11 componen el colectivo Objectives de mujeres fotoperiodistas y presentan el martes 10 de marzo en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València una exposición en la que plasman a través de su objetivo la vida de 11 mujeres alejadas del estereotipo social.

66 fotografías que nos acercan a Aïssatou, senegalesa que busca un lugar en nuestra sociedad sin perder sus señas de identidad; a Esther, una violinista punk de la Orquesta de Valencia; a Maleni, gitana que va a la universidad y que rompe los prejuicios de la sociedad hacia los gitanos; a Begoña, una camionera, una mujer con profesión de hombre; a Paca, con seis hijos, diez nietos y un marido que le acompaña desde hace cincuenta años; a Fide, una persona que lucha de manera constante por encontrar respuestas a su enfermedad rara; a Elvira, una mujer con osteogénesis imperfecta (huesos de cristal); a Maider, una futbolista e institución en el mundo del fútbol femenino; a Rosa, agricultora, madre emprendedora y luchadora; a Elena, una odontóloga cooperante, comprometida y solidaria con quien más lo necesita; a Paula, activista de clase media, trabajadora y madre soltera que lucha contra el desahucio.

@somacomunicacio
Vídeo by Germán Caballero

El salto de las estrellas más comentado

No importa el resultado, no importa si hemos estado pegados a la pantalla o no durante todo el partido, porque con lo que de verdad se han quedado este 16 de febrero las comunidades online es con el salto inicial de los hermanos Gasol  en la cancha del Madison Square Garden de Nueva York, en el All Star Game 2015 de la NBA.

Un partido que fue comentado por miles de personas mediante el hashtag #AllStar2015. Una foto icónica y memorable compartida en las últimas 24 horas en más de 13.000 tuits etiquetados con #GasolvsGasol  que resume de la mejor forma este duelo histórico entre los hermanos Gasol.

Tan solicitada ha sido esta fotografía que incluso el diario Marca ha habilitado la posibilidad de descargar en alta resolución este momento histórico.

taliaSin embargo, hay otros que, al margen del protagonismo de las estrellas, han preferido una mirada satírica al desarrollo del partido compartiendo comentarios en Twitter como: “Las clavadas en AllStar2015, mejor que en la película de Cincuenta sombras de Grey”.

Y atrás no quedarán los ingenuos que, como yo, antes de elaborar este post pensaron que #AllStar2015 se trataba de un nuevo modelo de zapatillas. Sí señores, dejo que me maten.

Posted en ‘modo prácticas’ by @Talitubie

Si no fuera por las redes sociales…

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Foto Marga Ferrer, Soma Comunicación

Foto: Marga Ferrer, Soma Comunicación

…todo nos iría mejor. Afirmaciones como la que da pie a este post las escuchamos en tertulias radiofónicas, en seudodebates televisivos o en las propias redes, claro. Porque dicha sentencia socorrida, que generaliza el tiro de las prospecciones especializadas en los canales sociales, puede ser heredera de aquella “si no fuera por los periodistas…” que enseñaban en la Facultad de Periodismo, en la asignatura de Teoría General de la Información (TGI).

El prisma de quien afirma la sentencia de que la culpa de todos los males de la sociedad actual, de su mala  educación, de la falta de sensibilidad ante determinados acontecimientos o de la vulgaridad de su pensamiento reside hoy en las redes sociales; es un prisma distorsionado, tan superficial como el hecho social que aborda, sin más ánimo que simplificar en una frase una generalización impropia de quien es percibido a priori como referente por su audiencia, más o menos numerosa, más o menos heterogénea.

En las redes sociales, expresión online de la diversidad de la sociedad, podemos encontrar, evidentemente, su representación más vulgar, la más maleducada o la más insensible; pero, como en la vida misma y con mayor facilidad de acceso, también el enfoque más especializado, información hiperlocal, análisis certeros ante acontecimientos de ámbito nacional o internacional, un seguimiento de ‘minuto y resultado’, fuentes globales, analistas sin la etiqueta de tertulianos,  educación y discurso constructivo alejado del ruido interesado u oficialista.

Generalizar, como todo en esta vida, es muy fácil, especialmente desde la tribuna tradicional del desconocimiento. Achacar a las redes sociales de forma genérica la culpa de un discurso tergiversado o de un suceso es, como mínimo, ser cómplice de las limitaciones de libertades que se amparan, precisamente, en esas percepciones de seudoexpertos que tanto daño hacen o, al menos, tanto influyen a quienes legislan los derechos de los internautas.

posted by @os_delgado

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¿Periodistas a una como Fuenteovejuna?

Expo Muvim. IdolosResponder a la llamada de la actualidad es, sin duda, una obligación de los profesionales de la información. Sin embargo, esta máxima puede presentar ciertas fisuras en su puesta en práctica. Por ejemplo, que la cobertura de un mismo tema se convierta en una mera carrera por no ser el último y, sobre todo, por no dejar de publicar aquello que ya ha aparecido en el resto de medios. Os invito a reflexionar sobre hasta qué punto se puede ofrecer con dicha actitud un contenido de valor con una historia basada en hechos reales:

No puedo más. Siento que estés pagando el pato, pero no puedo más”. Estas palabras me golpearon hace pocos días al otro lado de la línea telefónica nada más presentarme a la que era mi entrevistada. Un reciente episodio noticioso la había situado en el foco de atención y éramos muchos los ‘plumillas’ que habíamos llamado a su puerta. Evidentemente, yo no había sido la primera y por un momento temí no disfrutar de mi turno. Las llamadas continuas y las preguntas idénticas fueron las principales quejas de mi interlocutora. ¿Cómo actuar ante una situación semejante?

Perdonadme, pero ahí va un spoiler: afortunadamente, salvé la entrevista. Sólo tuve que posponerla un par de jornadas para que esta persona pudiese sobreponerse del agobio. Y he decir que, pasada esa crisis puntual, me atendió de lujo. Al principio no entendí por qué me había dado luz verde vía mail para que contactase con ella cuando se sentía así. Luego, pensé que un mal día lo tiene cualquiera. Y, más tarde, me asaltó una duda existencial. La insistencia en esta profesión no es, ni mucho menos, un defecto – de hecho, en la mayoría de ocasiones es un requisito necesario para completar la gestión de artículos –. Pero, ¿nos esforzamos realmente para diferenciarnos unos periodistas de otros con vistas a ofrecer calidad?

Que un mismo sujeto o acontecimiento nos inspire preguntas similares es inevitable – sí, aunque nuestro ego dicte lo contrario, los periodistas somos tan humanos como los que más –. Sin embargo, una vez que un compañero ha dado el paso de publicar algo al respecto, deberíamos plantearnos qué extra podemos aportar a la cuestión cuando ésta es (re)abordada, evitando convertirnos en un narrador más de la realidad para pasar a ser esa voz que el público escoge porque quiere que le cuenten algo nuevo. En este sentido, la documentación mediante hemeroteca se plantea fundamental. Y diría que algo de ingenio tampoco está de más.

En definitiva, si para algo me ha servido esta experiencia, ha sido para reafirmarme en el que considero un buen hábito. No puedo garantizar que el resultado sea siempre único y genuino – ¡ojalá! –, pero mi conciencia descansa tranquila. Al menos, en lo que a asuntos periodísticos se refiere.

Posted by @LaBellver

La guinda la pone el selfi

Selfie macacoConcluye este año escrito a base de contenidos de calidad, por lo menos en lo que intentamos proyectar desde la agencia como nota distintiva, con el contexto informativo de la elección de ‘selfi‘ como la palabra del año por parte de Fundéu BBVA. Si el año pasado el balón de oro fue recogido por ‘escrache‘, éste llega marcado por un vocablo que nos hace mirar unos  meses atrás, cuando la RAE presentó la 23ª edición del Diccionario con la pretensión de hacerlo más cercano a la realidad digital abierta por las redes sociales y a las nuevas plataformas globales de comunicación. Así, hizo un guiño a ‘tuit‘ o a ‘tuitear‘, como también continuó con polémicas abiertas al no incluir algunas palabras o al definir otras sin tacto u objetividad.

De una forma u otra, las palabras que llevan implícito un toque extranjero parecen triunfar de nuevo en nuestra lengua. Si a un vocablo le añadimos un poco de sal anglófila o le damos un poco de meneo latino se convertirá en serio candidato para ser elegido el ‘más de lo más’ del año.

Cosas de esta era que nos toca vivir, cosas de la globalidad, cosas de las modas, cosas del directo. ¿Nos instituicionalizamos?

Felices palabras. Feliz 2015.

El equipo de Soma Comunicación

Movilización social y nuevas tecnologías

WC Soma comunicacionEste título es la temática sobre la que pivotará el VI Congreso de Comunicación Digital en la Comunidad Valenciana, que acoge la Facultat de Filologia, Traducció y Comunicació de la Universitat de València este miércoles 3 de diciembre.

El cónclave, organizado por el Grupo de Análisis de los Medios Digitales Valencianos (Grupo de I+D Mediaflows) pone el foco en «un fenómeno particularmente importante en los últimos años, dada la profusión de movimientos sociales que han surgido en relación con cuestiones sectoriales o transversales; pero también el papel jugado por las nuevas tecnologías digitales como herramientas de difusión, vertebración y movilización de dichos movimientos».

Presentación

Precisamente, la cita servirá para presentar a las 13:00 horas ‘Peláez. Historias de un periodista de provincias‘, de David Barreiro (@_davidbarreiro) con prólogo de ‘Gonzo‘ (@a_lo_gonzo) en Valencia.

Peláez, un periodista de la vieja escuela, trabaja de sol a sol mientras su jefe, el director, duerme la siesta, bebe güisqui barato o se acaricia su prominente barriga en el despacho. El creador de este personaje, David Barreiro, hablará en la presentación de la actualidad del oficio de periodista desde el prisma irónico que le caracteriza en su obra, así como de la conexión de la historia entre el digital y el papel y entre la realidad y la ficción a partir del hashtag inspirador de la obra, #pelaezleaks.

Programa completo del Congreso.

¿Han perdido funcionalidades los hashtags en Twitter?

hashtagsHace un tiempo que esta bitácora reflexionaba sobre el poder periodístico de los hashtags en Twitter y parece que la vigencia de las diferentes funcionalidades de las etiquetas en esta red social se tambalea. Por lo menos en el sentido de la visibilidad/credibilidad respecto a la audiencia especializada de un mensaje compartido en 140 caracteres.

Existe una inflación de tuits con hashtag, circulan demasiados sin un contenido asociado realmente a la categoría que a priori mostraría la etiqueta o que, siéndolo, se suman a una especie de ‘copiapega‘ de campañas de promoción en serie. Precisamente, el uso masivo y desproporcionado de un recurso tan periodístico, casi equivalente al hecho de encasillar un contenido en la sección tradicional de un periódico, condiciona la utilidad del hashtag para tareas de documentación, seguimiento o rastreo de enfoques vinculados a una temática determinada.

Con todo, el hashtag mantiene la vigencia de uso en relación a una cita offline que concentra en torno a una etiqueta el debate paralelo, el comentario, la transcripción o la crónica fragmentada en forma de tuits de citas de lo que ocurre en un lugar determinado bajo un hashtag de consenso y de uso común para quienes asisten.

Aún así, en esos contextos también se introducen perfiles y mensajes ajenos a la temática de lo compartido, bajo el único objetivo de ganar visibilidad ante los ojos del tema de tendencia o del que acumula un buen puñado de tuits en poco espacio de cronología.

¿Seremos los usuarios de Twitter los mismos que, como Atilas de los 140 caracteres, pisemos las funcionalidades de los hashtags hasta dejarlas marchitas? En este terreno, parece que el marketing ha ganado terreno al periodismo.

Posted by @os_delgado/@360gradospress

Los cables #pelaezleaks convertidos en libro

Portada PeláezPeláez. Historias de un periodista de provincias‘, de David Barreiro (@_davidbarreiro) con prólogo de Fernando González, ‘Gonzo’ (@a_lo_gonzo). Los cables #pelaezleaks, conversaciones rescatadas por el autor procedentes de la redacción de un periódico de provincias ubicado en algún punto de la geografía española, se han convertido en el primer lanzamiento de la editorial 360 Grados Libros, creada por Soma Comunicación con la vocación de ser una comunidad y el altavoz de periodistas escritores.

La obra recopila conversaciones cargadas de humor negro entre dos personajes, Peláez, un periodista vocacional de la vieja escuela; y su jefe, el director del rotativo al que le gusta beber güisqui mientras acaricia su prominente barriga en el despacho. Mientras tanto, afuera el país se desmorona sumido en una profunda crisis económica y moral en la que aumentan el paro, los recrotes del gobierno y la corrupción política mientras disminuyen los derechos y las ilusiones de los ciudadanos.

El libro pretende rendir un homenaje al periodista vocacional y a los medios tradicionales. Un homenaje contextualizado por diálogos cargados de sarcasmo y acidez sobre un oficio hoy más que nunca en entredicho: el periodismo.

‘Peláez. Historias de un periodista de provincias’, de David Barreiro. 240 páginas. 360 Grados Libros. Octubre, 2014. 17,95€

Re(nuevo) periodismo

Marga Ferrer, Soma ComunicaciónEn ocasiones me pregunto en qué momento los periodistas perdimos el norte. Y cada vez lo hago con más frecuencia, lo cual me preocupa tanto como el mismo fondo de la cuestión. ¿Cuándo decidimos que la exclusiva importaba más que la privacidad de una persona? ¿Quién dijo que informar a toda costa era mejor que esperar a contrastar? ¿Por qué caemos en la irresponsabilidad en nuestro ejercicio por la absurdamente célebre consigna del “estuvimos allí”? Y los interrogantes podrían continuar.

Parece que gran parte de los medios generalistas – por no decir prácticamente todos – viven inmersos en un viciado torbellino de actualización constante. Sí, el modo de consumir noticias ha cambiado, especialmente con motivo de las redes sociales y de la inmediatez que éstas imprimen. Tanto es así que, por ejemplo, los casos de difamación han aumentado un 23% en el Reino Unido durante el último año, según un informe de Thomson Reuters. ¿Pero debemos dejar que estos nuevos tiempos en la demanda afecten a la calidad de la oferta?

Recientemente, devoré las páginas de La banda que escribía torcido, un libro que relata la aparición del denominado Nuevo Periodismo en Estados Unidos a lo largo de los años sesenta y setenta, con sus luces y sus sombras. La obra, en concreto, habla de referentes como Tom Wolfe, Gay Talese o Hunter S. Thompson, entre otros. Inestables, excéntricos y alocados. Todos cometieron infinidad de errores, pero entre sus aciertos se cuentan las mejores piezas del periodismo escrito del siglo XX, logrando imponer un saber hacer diferente al que les precedió en los medios para los que trabajaron.

Quizá, podemos tomar ejemplo, hacer acopio de ‘rebeldía’ – si es que ése es el término correcto – e imponer otro ritmo en las redacciones. Lo esencial no es tanto ser los primeros como ser los mejores y para eso las prisas nunca fueron buenas. Del mismo modo que algunas situaciones críticas en la vida, determinadas coberturas prueban la profesionalidad del sector. Hace poco que éste ha suspendido con matrícula de honor en España.

¿Esperamos a que llegue una nueva hornada de ‘plumillas torcidos’ o empezamos a hacerlo bien desde ya?

Posted by @LaBellver