La letra pequeña de la prensa de papel en los locales (públicos)

quisocoRecuerdo cuando en la carrera se nos diferenciaba a los alumnos de Periodismo entre los conceptos difusión y tirada. El primero hace referencia al número de ejemplares vendidos de un periódico, incluso a la audiencia estimada que alcanza cada uno; mientras que el segundo lo hace al número de diarios que salen de la rotativa en condiciones de ser vendidos. Ambas vertientes han sido utilizadas tradicionalmente por las cabeceras para jugar con la competencia en cuanto a alcance, lectores y repercusión se refiere, abusando incluso de la inocencia de la audiencia real a la hora de aprovecharse de los matices que diferencian a una y otra circunstancia.

El juego de las ventas y de la difusión disfrazada siempre ha justificado lucir mejor tarjeta de presentación frente a anunciantes, instituciones, votantes, amigos y otros simpatizantes de guardar, pero en los tiempos actuales de reinvención de formatos la película ya no cuela, ni por las ventas reales, ni por la audiencia estimada, ni por muchos de los ejemplares que se tiran desde la rotativa (una vez devueltos a la basura, al archivo, a reciclar o a usos más comunes que al de la lectura de las páginas de un periódico).

El termómetro de cuántos lectores leen un periódico tampoco sirve ya para matizar la difusión. Si antes se hacía una estimación de que cada ejemplar lo podían llegar a leer entre 3 y 8 personas; hoy en día es difícil encontrar un periódico; ni siquiera en los sitios donde tradicionalmente mejor se hacían dichas estimaciones, esto es, en los bares. Y no es porque el primer cliente de la mañana lo introduzca discretamente en su bolso, sino más bien porque ya ni siquiera se compra la prensa en estas plazas públicas.

Con todo, hay países a priori más ricos (y con la misma crisis que en España, aunque enmascarada) que conservan la costumbre de ofrecer un abanico de rica miel periodística a sus clientes en los sitios públicos. Quien más, quien menos, encuentra por ejemplo en Italia la posibilidad de leer la prensa local, nacional y deportiva tanto en locales más discretos de poblaciones de menos de 20.000 habitantes hasta en los más vestidos de las capitales de provincia. En el país transalpino todavía se lee la prensa en papel, aunque sea para acceder a letras pequeñas que escapan de la inmediatez digital o del RT, a versiones contrastadas de la vida política ajetreada que todo lo empapa bajo la sombra de Il Cavaliere, o a cotilleos que siempre captan adeptos, sin fecha de caducidad.

Cuesta creer que el enfoque periodístico prevalezca sobre la novedad, pero quizás este ejercicio empírico de vocación antropológica, a pie de campo, pueda hacernos pensar en que no pese tanto la inmediatez como la costumbre; no proyecte tanto interés –que también- el dar primero, sino el reflexionar y contextualizar el hecho informativo; no sea tanto la caducidad, como la calidad de análisis de cuño exclusivo.

Aspectos, matices, picoteo periodístico que posan la lupa en la sociedad en cuanto que lectora de información servida en tazón exprés, con aroma a noticia caducada pero cargada de matices contextualizadores, explicativos, reportajeados.

Posted by @os_delgado

Queridos periodistas, ¿Y si nos plantamos?

Chapa Sin periodismo No democracia (2)Reía el otro día al recordar esa consigna de sin periodismo no hay democracia que de un tiempo a esta parte tanto empleamos. Y sí, lo hacía por no llorar. Ocurrió el pasado lunes 15 de julio, cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció su primera comparecencia ante los medios tras las últimas revelaciones de Luis Bárcenas – también conocido como “ese personaje”, “ese señor” y, próximamente, como “el que no debe ser nombrado”, tiempo al tiempo –. Dado que se trataba de una aparición junto con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, los periodistas españoles sólo tenían derecho a dos preguntas, pues así es como se procede en las ruedas de prensa de carácter internacional. Por ello, como siempre, los plumillas acordaron previamente qué cuestiones se iban a preguntar y quiénes serían los encargados de plantearlas.

Todo entraba dentro de la normalidad hasta que, llegado el momento de la verdad, Mariano Rajoy concedió la palabra al periodista de ABC, saltándose así el acuerdo por el que se habían escogido como representantes a los compañeros de El Mundo y EFE. Posteriormente, Mariano Calleja (@Marianocalleja) – el periodista de ABC en cuestión – explicó que antes de la comparecencia había recibido una llamada de su director, Bieito Rubido, quién le había dictado qué pregunta formular. Y por si esto fuese poco, también se apuntó que el presidente, incluso, leyó la respuesta.

Como no podía ser de otra forma, la indignación del resto de periodistas ante lo que se planteaba como un amaño evidente fue supina. No obstante, desde Moncloa se achacó la situación a un mero “malentendido” – parece que los astros se alinearon para que lo que nunca antes había sucedido ocurriese en un día informativamente clave –. En cualquier caso, por la tarde de ese mismo lunes 15 de julio se convocó una nueva rueda de prensa, ahora de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. A pesar de no tratarse de una comparecencia por cumbre internacional en este caso, otra vez se intentaron limitar las preguntas de los periodistas a dos o tres; algo que, finalmente, los profesionales de la información ignoraron.

Con todo, esta jornada me trajo a la memoria Ensayo sobre la lucidez, un libro de José Saramago que, si no habéis tenido oportunidad de leer, os recomiendo fervorosamente. Para quienes no la conocéis, esta obra relata qué ocurre en una ciudad en la que la mayoría de la población decide votar en blanco en unas elecciones; una suerte de revolución pacífica que pone en jaque a los políticos. Y yo me pregunto: ¿qué ocurriría si los periodistas no asistiésemos a las convocatorias fraudulentas a las que se nos cita? Nosotros no podemos destituir directamente a los dirigentes deshonestos, ni tampoco a los gerentes de medios que priman sus afinidades al derecho a la información del público, pero sí que podemos ponerles en evidencia y, por qué no, decidir no entrar en su juego. Quizá sea más sencillo de lo que imaginamos o, quizá, sencillamente soy una ilusa. Sea como sea, aquí os dejo esta cuestión: queridos periodistas, ¿y si nos plantamos? Espero vuestras respuestas.

Posted by @LaBellver

Cuestión de actitud

Captura de pantalla 2013-07-01 a la(s) 18.08.55Ahora que los exámenes de Selectividad han terminado y que muchos posibles estudiantes de Periodismo dudan entre escribir o no “Grado en Periodismo” en las hojas de matrícula de las universidades, me siento en la obligación de animarles a hacerlo, si es que de verdad les gusta esto de contarle a la gente lo que le pasa a la gente. A pesar de todo.

Entrar a la facultad de Periodismo y a las pocas clases escuchar que la carrera no tiene mucha salida es de lo más habitual. Oír a los propios profesores desalentar a los estudiantes, algo común. Comentar entre los compañeros lo acertado o no de haber elegido esta carrera en vez de cualquier otra, también algo recurrente.

¿Realismo o pesimismo? -me preguntaba yo-. Con el tiempo, los vaticinios de los profesores y las dudas de los colegas, efectivamente, han cristalizado en una realidad bastante incierta y sin perspectivas de recuperación… pero, ¡sólo nos faltaba a los estudiantes y a los recién graduados sumirnos en ese pesimismo!

El periodismo es una profesión que cada vez va a tener un papel más relevante en el mundo online. La sobreabundancia de información que circula por internet situará inevitablemente al periodista como sello de garantía de, al menos, la veracidad de sus publicaciones. Pero para consolidarse en esa posición de referencia primero tiene que hacerse valorar. Y eso empieza por abandonar un periodismo cada vez más precario, con menos recursos y, consecuentemente, sin valor añadido y sin personalidad distintiva.

Por suerte no son pocos los medios y los periodistas que se empeñan en combatir esta deriva y apostar por un producto de calidad. A estos medios y a estos periodistas es a los que los estudiantes deben tomar como ejemplo.

También por suerte, todavía existen profesores que sí insuflan dosis de optimismo a los alumnos: profesores/profesionales del sector que de verdad sienten pasión por la comunicación y que tienen vivo el gusanillo del periodismo. Y es que a la postre, se trata de una cuestión de actitud.

Yo no tengo ni la más mínima duda: si volviese atrás en el tiempo y tuviese la oportunidad de elegir de nuevo qué carrera estudiar, cogería el bolígrafo y escribiría: “Periodismo”, ¡y lo anotaría con una sonrisa en la boca! Al mal tiempo, buena letra.

Posted by @PauFIR

Las plataformas, los periodistas, el poder y las marcas

ESCAPARATESHace un tiempo el semanario digital 360 Grados Press recogió el testimonio de Gerardo  Albarrán sobre el uso que podían dar los periodistas a las diferentes plataformas para ejercer la profesión sin tener que ponerse límites por el desconocimiento de los nuevos lenguajes, hoy ya consolidados.

Precisamente, los periodistas enriquecen el ejercicio autónomo de su cometido, solapado a enfoques especializados para audiencias más segmentadas y fieles a una firma construida por el profesional en su apuesta por tener una reputación online creíble. Y gracias a las nuevas tecnologías; pierden las empresas informativas tradicionales, basadas en modelos obsoletos de captación de inversiones para su subsistencia, hasta el punto de sacrificar la calidad del contenido para conseguir ese fin.

El protagonismo lo tiene la firma más que el nombre de la cabecera. Por eso algunos medios, aunque tarde, han reaccionado y han dado protagonismo al autor de las informaciones, al contenido, a la calidad del enfoque, a la exclusividad de textos alejados del ‘copiapega’.

En este contexto de reinvención consolidada, encontramos dudas paralelas como la planteada por un perfil ajeno a la profesión en una conversación doméstica: ¿los privilegios tradicionales de las instituciones y políticos para con los plumillas también se matizarán? Por ejemplo, esta persona ejemplificó que en Francia los periodistas gozan de una importante rebaja fiscal por el mero hecho de ejercer una profesión considerada por los gobernantes como un elemento “sobornable” dentro de la concepción más tradicional del cuarto poder.

Pero si el concepto tradicional del ejercicio ha cambiado, es de suponer que también se matizarán privilegios como el apuntado u otros que a cualquier periodista que lea estas líneas le vendrán a la cabeza sin necesidad de mirar más allá de nuestras fronteras.

De hecho, las marcas han tomado el mando y son quienes se postulan como mecenas de la construcción de contenido de calidad solapado indirectamente a quien lo paga. Y parece que en este nuevo terreno de juego la independencia del periodista es mayor que la que se les presuponía a los nombres de las cabeceras tradicionales que la practicaban (a aparentaban practicar).

Posted by @os_delgado

El sentido de los RT en Twitter

twitter-marketing-ventasInterpretaciones, todas. Pero un RT no ha de significar necesariamente compartir también el enfoque del contenido del tuit, ni postularse a favor de lo que contenga el enlace que adjunte (si es que lo lleva).

Precisamente, hace unas fechas, Fernando Ferrari tuvo que aclarar este aspecto en sus canales sociales cuando hizo RT a un tuit sobre ciclismo que no dejaba en buen lugar a un protagonista, el mismo que después le pidió explicaciones por ese RT. Como si por haber compartido una información el periodista hubiera de estar necesariamente dando validez al contenido compartido o estuviera de acuerdo con los postulados del mismo, como si no pudiera existir una intencionalidad al compartir dicho mensaje con su comunidad, más allá de la estrictamente informativa.

A partir de esta introducción y de la confusión que puede suscitar entre los tuiteros los mensajes que la gente comparte en sus TL, vamos a aprovechar para reflexionar sobre los significados/sentidos de los RT en Twitter:

1.-Sarcástico. El RT reconduce el significado de los 140 caracteres originales en relación a un contexto informativo, oportunidad, anécdota o a la desconeztualización temporal de su contenido proyectando una intención humorística o ácida.

2.- Informativo. El RT pone en común con el TL de quien lo realiza un contenido con el fin de compartir una noticia de última hora, una hecho insólito, un dato relevante, etc.

3.- Reflexivo/valorativo. Cuando al RT antecede una pregunta relacionada con el contenido que se RT. En este caso el perfil aporta un sentido distinto al mensaje, con una intencionalidad más allá de la de compartir la información.

4.- Aclaratorio. Con el RT demostramos que lo que habíamos dicho anteriormente en otro tuit es cierto o demostramos al perfil con el que estamos conversando que hay datos tuiteados por el interesado, la cuenta oficial o la fuente institucional que nos dan la razón.

5.- Publicitario. Suelen responder a peticiones hechas por DM o por mención directa en el TL de un perfil influyente para que comparta con su comunidad un mensaje de calado promocional o solidario.

6.- Relleno. Es el RT que se realiza cuando el que quiere publicar un tuit está en blanco, sin ideas o sin contenido que compartir. A veces recurre en exceso a este recurso y se queda con el ‘modo metralleta de tuits’ activado.

7. Favorito. Una suerte de RT de gentileza practicado por cada vez más perfiles, sabedores de que la persona emisora del tuit original recibe una alerta cuando su mensaje ha sido guardado en la carpeta de favoritos.

8. Defensivo. Hay perfiles influyentes que reciben numerosos tuits en forma de insultos y el método que tienen para defenderse de ellos es hacer RT ante sus comunidades para desenmascarar al nick emisor de la ofensa.

¿Se os ocurre algún tipo de RT más? ¿Qué buscáis cuando hacéis un RT?

¡Compartidlo!

Posted by @360gradospress

 

 

 

 

 

 

Entiendan a los periodistas, por favor

la foto copia 12Actualmente, quien tiene un trabajo es un ser afortunado. Y la suerte le sonríe doblemente cuando, además, éste es remunerado. Por lo menos, así sucede en el periodismo. Y hago un tempranero paréntesis: que conste que, aunque nos centremos en nuestro ámbito para el caso, somos conscientes de que también ocurre en unas cuantas profesiones más. Paciencia, camaradas. Dicho esto:

Bien por tradición o por seguridad, los periodistas tendemos a buscar hueco en los medios consolidados para que nuestro trabajo y nuestra firma lleguen a un público garantizado. Blogs y redes sociales han abierto una brecha en este sentido, pues ya no se precisa de un sello mediático detrás para que una información circule o para crear una marca personal. En cualquier caso, no nos engañemos: el mero hecho de que nuestro nombre figure en una pieza de un medio con arraigo – de esos que hemos leído e, incluso, estudiado durante años – representa una dosis de éxtasis para nuestro ego que pocas experiencias pueden igualar. Sí, el mundo nos ha hecho así, ¿qué le vamos a hacer?

Conscientes de ello, y de que cuentan con una estructura más afianzada que otras plataformas, muchos medios aprovechan para tender la mano a los profesionales de la información sin nada más a cambio que eso mismo: una mano vacía. Y, encima, parece que tenemos que darles las gracias por habernos dejado la puerta abierta, cuando ellos son los primeros que nos necesitan para funcionar. Pero no quiero aburrir a los lectores con una nueva entrada acerca de nuestro grito de guerra #gratisnotrabajo – el cual no debemos olvidar en el gremio, por supuesto –, sino que me gustaría hacerles reflexionar más allá.

Recientemente, leí este artículo titulado Las prácticas no remuneradas y la cultura del privilegio están arruinando el periodismo. Aunque lo recomiendo en su totalidad, me gustaría destacar el siguiente párrafo: «Por tanto, ¿por qué usted, el lector, debería preocuparse por unas prácticas no remuneradas en trabajos que no quiere? Éstas han perjudicado sobremanera el tejido del periodismo y han cambiado la forma en que los temas son contados y la calidad del producto que usted consume a diario».

Lo cierto es que ha llegado un momento en que la figura del becario no puede estar más menoscabada: estos pobres inocentes no sólo aceptan unas prácticas gratis con la promesa de recibir una formación, sino que muchas veces ésta consiste en aprender a buscarse la vida por su cuenta, ya que desde el primer minuto les exigen responder como si de uno de los trabajadores en nómina se tratase. Eso sí, ellos, respaldándose en una experiencia previa que en muchos casos es mínima o nula y por amor al arte, claro.

Como muchos habréis notado, la tendencia se está extendiendo por las redacciones en su conjunto. Porque, compañeros, nadie es intocable hoy en día. Así, no sólo la sombra de los despidos en serie se cierne sobre todos nosotros, sino también suceden inesperadas rebajas de sueldo, exigen que nos convirtamos en máquinas multitarea o nos proponen interesantes colaboraciones por módicos e insultantes precios.

Con todo, entre la situación de los recién llegados y la de los veteranos, el periodismo no puede ser lo que un día fue. Por eso, creo que los periodistas deberíamos asumir que nuestro sueño en los grandes medios ya no es tan importante y, también, aprender que no dependemos exclusivamente de ellos. En definitiva, toca hacerse valientes y emprender individual o colectivamente. Y es en esto, querido lectores, en lo que nos podéis ayudar mucho: confiad más en las pequeñas alternativas, publicitad la calidad cuando la encontréis y, por favor, no seáis reacios a pagar por lo que os guste. Porque la inversión inicial puede correr de nuestra cuenta, pero llevar adelante un  proyecto y seguir realizando buena información no es sencillo ni, mucho menos, barato.

En fin, no quiero abusar más de vuestra atención. Me conformo con saber que hoy pensaréis en que los periodistas – como todo mortal – necesitamos parné para comer. Próximamente, reclamaré vuestra comprensión respecto de los arrestos y los golpes impunes que también recibimos en el ejercicio de nuestra profesión, los cuales merman un derecho común: el de la libertad de información. Pero, como os he dicho, hoy no quiero abusar.

Posted by @LaBellver

Algunas ventajas periodísticas de Google+

SOMA GPlusLa red social de Google nació hace casi dos años bajo el mismo escepticismo con el que aún hoy muchos early adopters y perfiles influyentes lo abordan. Con todo, G+ llegó para quedarse y para superar los tópicos que se han generalizado en la red, del estilo que es una ciudad fantasma o una gasolinera de lujo en medio del desierto. De ahí la apuesta que ha hecho por integrar todos los servicios en una misma plataforma y de condicionar el uso de cualquiera de ellos a un paso necesario por esta singular red social que fomenta la exploración «posicionadora» y cuyo potencial periodístico se hace evidente en algunas de las siguientes prestaciones:

Enfoques y fuentes. Google+ es una potente herramienta de búsqueda, de exploración social, de contactos, de fuentes distintas  a las tradicionales (incluso a las surgentes de otros canales sociales). Asimismo, el periodista, en cualquiera de las secciones en que se ubique dentro de la plataforma, puede clasificar su valiosa agenda de contactos segmentada (círculos), conservar las búsquedas que emprenda por categorías, personajes, comunidades o hangouts y jerarquizar posteriormente la intensidad de actualizaciones para una lectura sin ruido relacionada con las novedades de su área de especialización.

Audiencia a la carta. Tanto el profesional de la comunicación que trabaje su propio canal especializado en el ámbito digital como el plumilla que trabaja en un medio tradicional o para varias cuentas desde una agencia de RRPP y contenidos, encuentra en Google+ la posibilidad de mantener un trato cara a cara con los destinatarios potenciales de sus mensajes. Gracias a la segmentación que posibilita la plataforma para conversar, compartir, opinar o publicar novedades, una buena estrategia de dinamización de contenido puede conseguir dar con la audiencia adecuada sin generar ruido entre otros perfiles a los que no interese la información.

Tertulia periodística. Para los amantes del medio radiofónico, cada vez más musculado frente a las amenazas que la historia le ha ido atribuyendo y de las que ha salido siempre airoso, Google+ da un paso más al permitir retransmisiones en directo y con imágenes de debates especializados con los actores que protagonizan determinado sector, en tiempo real y sincronizado vía Youtube. Con un poco de imaginación, sentido común y una buena agenda de contactos, el periodista puede convocar un debate de calidad con prescriptores adecuados. Si, además, lo sabe dinamizar previamente y generar expectación a través del propio canal o de otros donde esté presente obtendrá el beneplácito de la audiencia. Como guinda, podrá escribir una síntesis o crónica del resultado y publicarlo en su blog o medio (digital o tradicional).

Posted by @360gradospress

Las coberturas fotoperiodísticas para empresas

la foto copia 4Es importante emplear el sufijo «–periodísticas» cuando se aborda el concepto de cobertura fotográfica para una empresa, institución, evento o de cualquier otro perfil que persiga obtener cierta repercusión en los medios de comunicación, ya sea en su representación tradicional o en su versión digital.

Vivimos tiempos de creación, difusión y dinamización de contenido de calidad solapado a las marcas, que han visto el potencial que presenta este aporte comunicativo dentro de sus estrategias de martketing y comunicación. En este sentido, las firmas trabajan con mucho afán los eslóganes, la imagen corporativa, los procedimientos, los objetivos, las cifras, los mensajes a proyectar a los MMCC… y habitualmente discriminan en toda esa cadena a la fotografía estrictamente informativa, más allá de las que contempla un catálogo promocional al uso o una colección de instantáneas más o menos impactantes para utilizar en sus canales corporativos y en la página web.

El eslabón que nunca ha de faltar en esa cadena de prioridades de marca, de comunicación de valores informativos y de potencialidades puestas en valor en relación a un ámbito geográfico, de influencia o potencial respecto a la competencia,  pasa por la fotografía periodística de calidad. Porque más tarde o más temprano, sobre todo si el equipo de comunicación mantiene una relación fluida con los MMCC, los soportes informativos requerirán material ‘publicable’. Un perfil fotográfico que ha de reunir unos aspectos técnicos, una vocación informativa, una calidad o un encuadre que sólo saben proyectar los fotoperiodistas familiarizados con dichas rutinas.

El VII Horchata and Twitts convoca a la comunidad tuitera en la Universitat de València

CARTEL 7 EDICIÓN Métodos de coaching a través de 140 caracteres, el uso periodístico y especializado de Twitter, la versión más fallera de un tuit o la evolución sufrida por esta red social desde su nacimiento hasta la generalización de uso actual, son los temas sobre los que versará la séptima edición del encuentro de referencia que reúne a la comunidad tuitera de la Comunitat Valenciana desde el año 2009.

@AntonioDomingo, @CesarPiqueras, @MalaltdeFalles y @Barrinto serán los encargados de abrir dichas microponencias sectoriales, que servirán para romper el hielo previo a la degustación de horchata con fartons de Alboraia entre usuarios que habitualmente conversan de modo virtual.

La cita se encuadra en el XII Foro de Empleo y del Emprendimiento, que acoge la Facultat d’Economia de la Universitat de València entre el martes 14 y el miércoles 15 de mayo. Así, el Horchata and Twitts continúa dando respuesta a los foros especializados y multidisciplinares en tiempos de reinvención y de búsqueda de nuevas oportunidades laborales con la excusa de compartir experiencias y tuits.

Porque el objetivo de Horchata and Twitts –evento organizado por Webmetrics y Soma Comunicación con el patrocinio de Món Orxata-, que cumple su cuarto aniversario, se centra en favorecer relaciones profesionales en tiempos de crisis y en poner en valor los nuevos medios sociales desde la participación, vía Twitter y con la excusa de compartir después de un turno de ‘microponencias’ una horchata natural de Alboraia con unos fartons.

Periodistas, ¿emprendedores?

img_14805No, no es sencillo emprender. Tampoco lo ponen fácil las distintas administraciones. La burocracia es el enemigo público de siempre pero disfrazado de crisis. Ser recaudador del fisco no es algo que agrade a nadie. Pagar igualmente aun sin haber cobrado las facturas, tampoco. Prevenir los riesgos laborales  y someterse a sesiones interminables de papeleos cargados de obligaciones, derechos, compromisos y otras recetas de guardar en letra grande y pequeña, lo mismo. Olvidar el sentido ocioso de los domingos o abandonar las tareas básicas del hogar, un plato de mal gusto.

No, no es sencillo emprender. Menos todavía si la formación del emprendedor está alejada de la gestión y administración de empresas. O si el perfil del nuevo empresario es “más de letras que de ciencias”. Y si encima es una persona poco organizada, que habitualmente no apunta las cosas, no usa agenda o tiene un sentido del orden un poco difuso, más difícil todavía. Tampoco es fácil si desconoce el significado de palabras como pignorar, factoring, financiación denegada… O de cualquier otro vocablo empleado en la España de la crisis para darte con la puerta en las narices.

No, no es sencillo emprender.  Y si encima eres plumilla, más difícil todavía.  Pero si el reto nace de un grupo de periodistas, de amigos, de compañeros de carrera, de afectados por un ERE tradicional… y prueban en equipo una apuesta especializada, de contenido de calidad en cualquiera de sus modalidades de financiación (la mejor, tirar de bolsillo propio), quizás la espita del éxito se abra de manera buscada (que no inesperada).

¿Quién prueba?