Cuando llega el momento de planificar una campaña de comunicación online, el punto de partida sobre el que pivota toda acción es el contenido. Da nada sirve contar con elementos creativos y promocionales solapados a nuestros objetivos si la estrategia online que ponemos en práctica para alcanzarlos no contempla la proyección pautada de un contexto informativo de calidad.
Crear contenido de calidad pasa por no dejar nada en manos de la improvisación; por orquestar una buena agenda de contactos que permita acceder a datos de interés relacionados con el sector objetivo, por documentar cada acción para que la información tenga peso; por planificar los canales en los que difundiremos el contenido; por moderar las reacciones suscitadas entre el hecho difundido y los receptores de los mensajes; por evaluar la repercusión de los esfuerzos; y por medir el peso de la acción en relación a los objetivos generales de la campaña.
Contenido, contenido y contenido a disposición de planes de comunicación cuya misión ha de saber emprender con las mejores garantías un perfil periodístico. Porque es ahí donde los periodistas más pueden aportar en la transición hacia su reinvención profesional y establecer el punto de partida o de inflexión para dar un giro de calidad al ruido que presenciamos actualmente en internet.