Ya has emprendido, o has decidido hacerlo, pero… ¿por dónde empezar? Al igual que en su faceta tradicional, la agenda de un periodista sigue siendo el mejor termómetro para medir su influencia y para proyectar seguridad, garantías y avales de buena reputación a los primeros clientes a los que pretendamos ofrecer nuestros servicios.
Y hoy, la agenda del periodista también viene representada por los contactos que mantiene en ámbitos tradicionales y por los que ha conseguido ampliar en los canales sociales, en la blogosfera, en el mundo online. Para ello, el comunicador tiene que forjarse el mismo respeto del ámbito offline con una presencia ordenada, planificada, estructurada, seria, especializada, rigurosa, veraz y con un estilo propio en el lado online del acontecer.
La mejor forma de ponerlo en práctica es mantener la homogeneidad de un estilo en su presencia online, lo que significa analizar las fuentes que se le abren en los entornos sociales, lo que él puede aportar a las mismas, cómo presentar los contenidos para adaptarlos a los lenguajes de cada canal, buscar la representación digital de sus contactos tradicionales; y conversar, ordenar, compartir, participar en debates especializados sobre las materias que mejor maneja o sobre las que utilizará en relación a los sectores de sus clientes de presente y de futuro.
Contenido, calidad, tiempo, don de gentes, capacidad negociadora e independencia serán las especias de la receta periodística del camino emprendedor escogido.
Suerte 🙂