La televisión arriesgada que busca Borja Terán

El periodista Borja Terán (@borjateran) se quedó enganchado a la televisión desde su infancia, a finales de los años 80, cuando se programaban espacios arriesgados y que buscaban marcar la diferencia. Hoy le cuesta encontrar eso, una televisión arriesgada, en una parrilla que va a lo seguro y que repite éxitos internacionales. Actualmente Terán escribe a diario sobre la pequeña pantalla y redes sociales en lainformacion.com.

¿Qué importancia tuvo la televisión en tu infancia?

De pequeño tenía curiosidad por muchas cosas y la canalizaba a través de la televisión de finales de los años 80, que era una televisión arriesgada y creativa. Me llamaba mucho la atención los programas raros que se hacían, como Cajón desastre, una oda a la imaginación y a la creatividad, un motor cultural diverso. Para mí era como un parque de atracciones. Y cada vez fui conectando más con los medios de comunicación.

¿Por qué decidiste estudiar Periodismo?

Nunca me planteé un objetivo a través del periodismo. Simplemente me gustaba la televisión y posteriormente me había enganchado a la radio a través de un programa que hacía Julia Otero en los 90, La radio de Julia, en el que tomaba pulso a la sociedad. Era eso o estudiar arquitectura, otra de mis pasiones. Pero, al final, me metí a periodismo, ya que las matemáticas siempre se me dieron peor y yo era de los que se compraba el periódico antes de ir a clase. De siempre tuve inquietud por la trastienda del periodismo.

¿Qué diferencias encuentras entre la televisión que se hacía antes y la de ahora?

Chicho Ibáñez Serrador ya pronosticó en 1992 en un prólogo del Un, dos, tres…responda otra vez, donde solía hacer autocrítica sobre su programa y sobre la pequeña pantalla, que la llegada de la competencia televisiva haría que se homogeneizara la parrilla y se tendiera a arriesgar menos. Con la revolución de los contenidos, los anunciantes comienzan a irse de la televisión y cambia el modelo. Por ejemplo, en Telecinco para Nochebuena ya no se hace un programa especial, sino que se programa Frozen. No es una televisión arriesgada. Van a tiro hecho con un éxito cinematográfico en lugar de gastar dinero en un evento. La televisión es menos arriesgada porque hacer televisión cuesta mucho dinero y desde la crisis las televisiones miran mucho qué producen para no fracasar y perder la inversión. Eso ha propiciado que se lancen solo formatos respaldados por un éxito fuera de España.

¿Cómo ves la vuelta de un formato como Operación Triunfo, que tuvo éxito y que murió con los años, o Gran Hermano, que ha empezado a caer este año?

Los jóvenes no se fueron de la televisión, sino que fue la televisión la que les abandonó. De hecho, la televisión ha fomentado unos personajes de jóvenes poco profundos, vacíos y poco reconocibles. Es difícil sentirse identificado. Ahora los jóvenes se encuentran a otros jóvenes como ellos en YouTube. Y, de repente, llega Operación Triunfo con un casting con el candor de la verdad, chavales de barrio, no guapos de manual, y traslada su emisión 24 horas a YouTube, reenganchando a la tele a los jóvenes. En las televisiones privadas un beso entre dos chicos se muestra de manera prefabricada o esperpéntica, incluso con clichés que la sociedad ya ha superado, sin naturalidad. Y en OT se ha visto ahora de una manera mucho más natural, aunque no es algo nuevo, ya que en una serie tan mítica de La 1 como Anillos de oro ya se mostró hace más de 30 años en prime time un personaje homosexual realista. Esa es la diferencia con Gran Hermano, en donde ya solo se presentaban personajes que querían ser estrellas de ciertos programas de Telecinco o ganar dinero fácil en bolos de discoteca, pero que no son un retrato de lo que es la audiencia.

¿Cómo será la televisión en unos años?

Habrá dos tipos de televisión: una lineal y de acompañamiento con directos como La Sexta y otra bajo demanda, en la que el público se siente partícipe del contenido. No obstante, ha cambiando el soporte, pero nunca cambiará la importancia de contar historias con mirada propia. Esa es la esencia del periodismo y la televisión, como consigue Salvados de Jordi Évole, un programa político de éxito, que hace más de diez años parecía imposible en un prime time y que ha conseguido ser referente gracias a incorporar lo mejor de las narrativas televisivas clásicas al periodismo.

¿Qué han supuesto las redes sociales en el mundo del periodismo?

Las redes sociales son una valiosa ventana para el mundo del periodismo pero, al mismo tiempo, también son un imparable caudal de información tóxica y falsa. El periodista tiene que filtrar esa información, dar perspectiva y aplicar contexto para que el espectador, oyente o lector extraiga sus conclusiones propias. Vamos, la esencia del periodismo de siempre en un nuevo escenario. El problema para los medios está en que por culpa de dictadura del clic, de la que debemos escapar, pierdan la perspectiva.

Por @casas_castro

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