El feminismo del movimiento #metoo ha creado controversia para unos y ha levantado ampollas para otros. La periodista Virginia P. Alonso lo aduce al hetero patriarcado todavía existente, sobre todo, en los medios de comunicación encargados de transmitir la información sin una visión de unidad hacia la sociedad. La codirectora de Público y presidenta de la Plataforma en Defensa de Libertad de Información (PDLI) también ha analizado su propia carrera periodística y qué han supuesto las redes sociales en el trabajo de los periodistas.
¿Cómo definirías la profesión de periodista en pocas palabras?
La defino por el compromiso con la audiencia que adquiere el profesional y por la responsabilidad de informar y de contar veraz y honestamente. Cualquiera no vale para este trabajo.
¿Qué balance haces de tu carrera?
En estos años de trabajo he percibido cómo la cambiado el periodismo a través de la tecnología. Empecé a trabajar con 19 años mientras estudiaba y lo hacía con máquina de escribir, imagínate. El balance que hago es magnífico y sorprendente, ya que nunca me hubiera imaginado acabar donde estoy, sino como una plumilla más. La vida te pone retos y yo los acepté, aunque al principio me diera vértigo. Y me fui dando cuenta que desde los puestos de responsabilidad he podido hacer el periodismo en el que creo, te da la oportunidad de decidir honestamente.
¿Cuál es la salud actual de la libertad de información en nuestro país?
Es una salud precaria por diferentes situaciones. Una de ellas es la crisis económica, que ha llevado a creer que los sueldos nunca volverán a ser más altos, lo que condiciona que la calidad de la información no sea elevada, ya que si, por ejemplo, un freelance quiere decir la verdad y no le dejan, tiene que callar para que no le echen. La otra, la crisis de valores, la persistente intromisión del gobierno para coartar la libertad de información con un detonante muy claro: el 15M, que puso entre las cuerdas a los políticos. A partir de ahí ha habido mucha restricción en las redes sociales bajo pena. También para los periodistas. Lo que llamamos las leyes mordaza. El profesional se ve amedrantado y los medios no tienen dinero para pagar abogados cuando son querellados.
¿Qué opinión tienes sobre el uso que se hace de la información a través de las redes sociales?
Hay mucho ruido en las redes por el mal uso que hace mucha gente de ellas. Lo importante es saber filtrarlo para informarte correctamente y no tomar las redes como fuente de información, lo que supone peligro de desinformación.
¿Cómo se deben comunicar los temas políticos?
La tarea de los periodistas en la información política es presionar a los políticos para que hagan bien su trabajo desde una perspectiva social (lo que pueda aportar positivo a la sociedad). El problema es que se hace información política según la línea editorial de cada medio y mucho periodismo de declaraciones. Y lo importante no es lo que dicen, sino lo que hacen.
¿Cuáles han sido las claves de Público para conseguir una mayor audiencia?
Determinar sus editoriales bandera: feminismo, medioambiente desde la sostenibilidad, violación de derechos humanos y digitales, flujos migratorios, vigilancia política, etc. También hemos cambiado la organización del periódico.
¿Qué opinión te merece el movimiento #metoo y su comunicación a través de los medios?
A pesar de que las declaraciones de las mujeres francesas fueron poco afinadas, vivimos en una sociedad heteropatriarcal y los medios visibilizan ese tipo de aristas (que se haya quejado una minoría de mujeres) en lugar del movimiento en sí y su fuerza. Porque siempre venden ese tipo de cosas como cosas sin importancia de mujeres y de personajes del espectáculo. Por ello debemos ir a una, de manera universal y unánime y no fragmentarnos como busca el movimiento #metoo.
Por @casas_castro
Foto: Público