Es probable que encontréis en cada esquina, y no solo de la casa, sino también de la calle, a adolescentes en grupo o en solitario, silenciosos, cabizbajos y pendientes única y exclusivamente de una cosa: su móvil. Embobados y con los ojos casi secos de no despegar la mirada de sus pantallas pasan los días, cuando sus obligaciones más inmediatas no se lo impiden, sin que, a simple vista, mucho más les importe.
Se trata de los nativos digitales, jóvenes inexpertos, sin habilidades para actuar cada a cara, que están perdiendo sus herramientas de comunicación naturales al servicio de las tecnológicas, según valora el psicólogo Marc Masip.
Además, otro problema que surge es lo que pasa cuando a estos adolescentes no se les permite tener acceso durante un tiempo limitado a su teléfono o a su Tablet por estar en clase o realizando algún tipo de deber: que bastantes de ellos dan muestra de una grave afección que comienza a preocupar a los adultos. Hablamos de la nomofobia, es decir, el miedo irracional a no estar totalmente disponible en el móvil.
De hecho, según un estudio de Desconect@(@psicodesconecta), iniciativa impulsada por Masip, en 2013 el 77% de los usuarios con Smartphone padecía esta enfermedad y el 21,3% de los adolescentes españoles es adicto a la Red, 8,6 puntos por encima de la media europea. Datos que se han ido incrementando en los últimos años.
“Enganchados al móvil perdemos lo más bonito de la vida, el contacto humano, ya que un emoticono nunca podrá ser lo mismo que una carcajada que nos diferencia de los animales”. Además, a esta falta real de expresión de sentimientos y a los efectos de la nomofobia, el psicólogo le suma peligros de poder escudarse tras una pantalla como el ciberbullying (acoso escolar a través de la Red) o el sexting (envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles).
Desconect@, una plataforma contra la adicción a las tecnologías
La iniciativa Desconect@ es un programa que pretende ayudar a los jóvenes a utilizar de forma adecuada las herramientas tecnológicas a su alcance. Tratar de que tomen conciencia de sus ventajas, inconvenientes y riesgos a través de actividades grupales dinámicas y de la atención de sus preocupaciones reales, con lo que reencaminen sus relaciones con el móvil y con las redes sociales.
Una de sus acciones más interesantes, llevada a cabo junto a la empresa barcelonesa iBoo Mobile (@iBooMobile), ha sido el lanzamiento de FaceUp, una app que pretende hacer reflexionar al usuario sobre un uso absorbente del móvil a través de estadísticas del tiempo y modo de utilización del dispositivo y que plantea retos como no consultar el aparato durante las comidas o cuando se está en cama.