El Periodismo es una profesión de auténtico riesgo en muchos países, tanto, que muchos compañeros llegan a ser asesinados. Uno de ellos es India, que ocupa el puesto 136, entre 180, en la clasificación que realiza anualmente la ONG Reporteros Sin Fronteras.
En noviembre fue asesinado a tiros Sudip Datta Bhaunik, el segundo periodista muerto en la zona de Tripura en los dos últimos meses. Anteriormente, Shantanu Bhowmick fue linchado a tan solo 35 kilómetros de donde abatieron a Bhaunik. Este, un veterano periodista que trabajaba en el diario regional Syandan Patrika y el canal de televisión local Venguard, había concertado una entrevista con el comandante segundo de la fuerza paramilitar Tripura State Rifles (TSR).
Según el periódico Syandan Patrika, cuando el periodista acudió, se produjo una discusión con el guardaespaldas del comandante, que acabó disparándole. Aseguran que el asesinato fue “un acto de venganza” por parte del TSR, ya que Bhaunik había publicado irregularidades financieras en la fuerza paramilitar.
Ante esta situación, los periódicos del estado de Tripura se publicaron con sus editoriales en blanco en protesta por estos asesinatos, entre ellos el Tripura Observer, uno de los principales diarios de la zona. El gremio de editorial de India emitió reclamó a las autoridades medidas necesarias para garantizar la seguridad de los profesionales en esta región.
No obstante, unos días después, fue asesinado el periodista Naveen Gupta, del destacado diario Hindustan. Fue en la localidad de Bilhaur, situada en el norte del país. El periodista recibió cinco disparos de varios hombres que se dieron a la fuga. A esto se une cuando en septiembre mataron a tiros en su casa de Bangalore a la reputada periodista india Gauri Lankesh que era crítica con el extremismo hinduista.
El año pasado fueron asesinados seis periodistas en India, una vergonzosa cifra que, lejos de erradicarse, ha seguido sumando compañeros muertos de forma violenta en 2017 por ejercer su trabajo.