Con la vista puesta en las elecciones del 28A, medios de comunicación y partidos políticos se han centrado en combatir las fake news. Hasta tal punto se le ha dado la importancia que merece que un equipo de más de 100 policías rastreará Internet en busca y captura de bulos, noticias falsas y ciberataques durante la campaña electoral. Facebook y WhatsApp son las plataformas en las que se van a centrar, además de Twitter, y no es de extrañar porque son las que más rápidamente propagan las fake news.
De hecho, la compañía que lidera Mark Zuckeberg parece estar concienciada en el grave problema que acarrea a las noticias y está probando herramientas para evitar, o al menos paliar, las que resultan falsas. WhatsApp está desarrollando un buscador de imágenes para contrastar las informaciones, mientras que Facebook ha puesto en marcha un programa de verificación de contenidos junto con APF, Newtral y Maldita.es para los contenidos en español. De esta manera, se pretende marcar las que no son verdaderas con el fin de disminuir su difusión por Internet.
Las campañas electorales son el caldo de cultivo perfecto para que individuos y organizaciones con intereses económicos y políticos lleven a cabo un bombardeo de fake news, sobre todo, en redes sociales como Facebook y Twitter. Ya lo hemos comprobado en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos y en el Brexit. De ahí que se haya convertido en una prioridad controlar este tipo de informaciones, entre otras cosas, porque los partidos se han dado cuenta de que tienen más impacto del esperado.
Si hace años los periódicos eran la fuente a través de la cual la ciudadanía se informaba durante una campaña electoral, las nuevas formas de comunicar han hecho que Internet desplace a la prensa tradicional, convirtiéndose en el escenario propicio para los ciberdelincuentes. De hecho, la escasa cultura de contrastar de dónde proviene una noticia o un dato por parte de la gente, hace que se den credibilidad informaciones verosímiles pero falsas.
Los partidos políticos llevan ya tiempo utilizando las redes sociales para lanzar sus ideas, dar a conocer su programa electoral, arengar a sus simpatizantes y militantes o, simplemente, criticar al contrario. Sin embargo, no todos utilizan reglas del juego limpias. Muchas fake news son vertidas y distribuidas por algunos partidos políticos en redes sociales, donde se mueven con mucha facilidad y donde cuentan con un público muy fiel que no duda en compartir. Y, también, se rodean de un ejército de bots que amplifican ese tipo de mensajes.
Los resultados de las próximas elecciones desprenden una gran incertidumbre sobre qué “bando” va a ganar y/o gobernar. De ahí que Internet se haya convertido en el tablero en el que los partidos políticos van a jugar sus bazas, pues está demostrado que la ciudadanía hace más caso de lo que hasta entonces se pensaba en torno a los mensajes y noticias que se lanzan. Además, tras las elecciones andaluzas, se ha visto cómo la última semana es más decisiva de lo que se creía en cuanto a la opción del voto. Por ello, en este mes y medio que resta hasta el 28A veremos una lucha descarnada en el ámbito online en el que medios de comunicación y votantes deben permanecer ojo avizor si no quieren que les cuelen una fake news.