El espectacular avance de la tecnología y la implantación en métodos educativos hace que cada vez más pronto los niños quieran poseer un móvil. Esto permite a los menores a acceder al inmenso e interminable mundo de internet, donde son los más vulnerables.
Hay muchas familias que regalan un móvil a sus hijos cuando toman la primera comunión. Con apenas 10 años tienen en sus manos una herramienta que les sobrepasa en todos los aspectos. WhatsApp es una de las apps que atrae a los niños al mundo de los smartphone pero cabe recordar que ni es un juego ni un teléfono es un juguete. La decisión de los padres de elegir el momento idóneo para permitir que posean un teléfono, no es solo propia sino que también está condicionada por la presión social. El problema llega cuando un amigo del niño tiene un móvil, porque él querrá otro, es en ese instante en el que los padres pueden subirse a la corriente y darle un móvil o mantenerse firmes en su idea. Esta posición de no facilitar un teléfono móvil puede llevar al niño a una exclusión social por lo que es fundamental saber hasta que momento se puede quedar incomunicado vía móvil.
Al final lo importante en todo este tema es la educación. Los niños de hoy en día no conciben la vida sin tecnología por lo que no dársela es un error. WhatsApp no recomienda su uso para menores de 16 años pero para los mayores de esta edad hay que enseñarles como utilizar este tipo de herramientas de manera correcta. Hay que educar en el uso y evitar el abuso. Marcar una serie de normas en cuanto a su práctica es la forma perfecta de introducir a los niños en ese mundo. Hay que dotar de cierta autonomía a los adolescentes, una vez sobre pasen las normas, restringir un su uso. Es importante explicar para que sirven los móviles y cual debe ser su uso. La explicación es mejor método para controlar a los niños con el móvil.
Por @angel_ferrer6