El periodista Enrique Meneses solía decir que él tenía tinta en las venas con unas gotas de whisky y que este oficio es un 15% de talento, un 80% de trabajo y un 5% de suerte. Palabras que nos recupera el compañero Álvaro Bohórquez (@blogdebori) en una entrevista en la que ha destacado el panorama actual del periodismo vasco, las virtudes y defectos de las redes sociales para la profesión y la grandeza de la información cultural. En todo momento desde el optimismo más implacable, ya que valora y disfruta de su trabajo como si de una adicción agradable se tratara. Como él mismo afirma, “del periodismo no se sale; se es y se mantiene toda la vida”.
¿Por qué te decidiste a cursar estudios de Periodismo en una época en la que la precariedad y la crisis de la profesión comenzaban a ser una realidad?
La verdad es que es algo que siempre me ha interesado. Siempre he querido que me pagasen por escribir y es uno de los pasos más lógicos que había. Además, con 17 o 18 años, que tienes que decidir a lo que te vas a dedicar el resto de tu vida, no te paras a pensar en la precariedad ni en la crisis. Se decía, por aquel entonces (2007), que la crisis ya habría pasado cuando nos licenciáramos. Qué razón tenía Manu Leguineche en ‘La tribu’ cuando enumeraba los problemas del periodismo, y siguen siendo los mismos desde los 70. ¿Crisis de la profesión? Llevamos varias décadas en crisis y no nos morimos.
¿Cuál es el panorama actual del periodismo que se realiza en el País Vasco a nivel general?
Justo el otro día leía en Twitter a un periodista decir que sin conflicto vasco del que escribir, la prensa vasca cada vez se parece más a la de Murcia, por poner algún ejemplo. Es cierto que al estar dominada por Vocento, se sufre esa homogenización de la prensa. Es loable el esfuerzo que hacen desde la izquierda vasca para mantener un tipo de periodismo diferente con Gara o su versión online, Naiz. Comentaba en una ocasión Manu Brabo (Pulitzer 2013) que sus fotos de Libia o Siria solo se las compraban en los periódicos asturianos (por ser fotoperiodista local) o Gara. El resto, oídos sordos.
¿Qué han supuesto positivamente las redes sociales y las nuevas tecnologías para el aumento del alcance y de las posibilidades del periodismo de actualidad? ¿Y en contra de la profesión?
Creo que las redes sociales son una virtud y un vicio para el periodista en la misma medida. Tanto la inmediatez como el alcance tienen su parte positiva y su parte negativa para los profesionales. El querer ser el primero en contarlo puede generar problemas a la hora de contrastar fuentes o tratar de manera correcta la información y el alcance puede hacer al periodista demasiado comodón y dependiente de las nuevas tecnologías. ¿Para qué vas a ir a cubrir un incendio en el centro de Bilbao si ya tienes el teletipo de EFE? O los múltiples casos de robo de fotografías en redes sociales que aparecen sin atribuir o, directamente, fusiladas en un medio. Hay que tener cabeza y parece que, en algunas personas, se ha perdido.
¿Cuáles son las claves para hacer un buen trabajo de calidad como ‘Social Media Manager’?
Te diría que como en prácticamente cualquier labor son la escucha activa, el sentido común y la experiencia. Sí es cierto que lo último cuesta más de conseguir, pero con un buen equilibrio de las dos primeras puedes realizar un gran trabajo. Debes saber qué busca tu público, qué vas a ofrecer tú, qué quieres conseguir y el tono con el que vas a interactuar con ellos. Al fin y al cabo, las empresas están en redes sociales para encontrar a su público y los usuarios están para sus cosas. Es como si estás tomando una cerveza en una terraza con amigos y te viene un joven de X marca a contarte chistes: hay gente a la que le puede resultar molesto.
¿Es la blogosfera una buena plataforma para que los periodistas hagan llegar de forma más cercana y rápida la información periodística a los lectores?
Sí, sin duda. Decía Enrique Meneses que un blog es la mejor herramienta de un periodista, la mejor manera de mostrar el trabajo que has hecho y que puedes hacer. De cara a mostrar de lo que es capaz alguien, el blog es algo indispensable. Además, ya se ha eliminado gran parte del estigma de los blogs y cada vez gozan de más credibilidad y de prestigio social. ¿Quién iba a decirnos hace unos años que Clark Kent iba a dejar el Daily Planet para montarse un blog? Y funcionan. Sobre todo, los que mantienen calidad y un público fiel. Ahora, otra cosa es querer vivir de ello. Eso es una quimera.
¿Crees que tiene suficiente presencia el periodismo cultural en los medios generalistas o que es un ‘lujo’ de calidad más reservado a los medios especializados? ¿A qué se debe?
Aquí habría que definir lo que se entiende por periodismo cultural. Creo que no tiene una presencia suficiente en los medios generalistas, en gran parte por la amplitud del contenido. Para mí la gastronomía, los videojuegos o la ciencia son ramas dentro del periodismo cultural. Sí que tienen cabida dentro de los medios, pero la considero insuficiente. No hay más que compararla con el fútbol (ya ni con los deportes). Y no quiero que suene como la típica fanfarronada de intelectual con superioridad moral que desprecia a los que ven el fútbol (yo soy fan). El periodismo cultural bien hecho (así como el resto, claro) es algo bonito de hacer y de leer. Además, es una especialidad que no necesita estar pegada a la actualidad y que permite mucha más versatilidad. En cuanto a las razones por las que no hay más presencia, creo que no es algo que venda mucho. El periodismo cultural no tiende a llamar, así como así, al menos en el diario. Se prefiere en semanales o en suplementos, donde sí tienen más cabida y desarrollo. Tal vez el problema sea cómo orientan los medios generalistas a su público.
¿Se hace posible conseguir que una revista cultural sea solvente en los tiempos que corren sin que acabe en una sencilla muestra de medio hecho ‘por amor al arte’?
Claro que sí. Yo soy muy defensor de las revistas. Y del papel. Porque ya no solo hay revistas en soporte físico, también las tenemos digitales y muy buenas. El modelo de suscripción está hoy más vigente que nunca. Puedes cuantificar cuánto te cuesta cada número, cuánto vas a recibir y obrar en consecuencia. Tal vez lo que se está quedando desfasado, desgraciadamente, es el kiosco de toda la vida. O el modelo de distribución de la prensa actual en el que la tirada es mayor a las ventas y, por lo tanto, te acabas comiendo ese excedente. Existen revistas solventes (al menos en apariencia, no conozco las finanzas de las empresas) sobre ciencia (Principia), gastronomía (Tapas) o incluso fútbol (Líbero y Panenka) o ciclismo (Volata). Es posible.