¿Cuál es el selfie más famoso de los famosos?

Selfie OscarLa presentadora Ellen DeGeneres consiguió más de tres millones de retweets y batió todos los récords en Twitter al compartir un selfie en el que aparecía junto a Bradley Cooper, Brad Pitt, Jennifer Lawrence y Meryl Streep, entre otros, durante la última ceremonia de entrega de los Oscar. Hay quien dice que es el selfie más famoso de la historia pero el debate, también aquí, está abierto.

Selfie astronauta¿Cuál es el selfie más famoso de los famosos? La foto que se sacaron Barack Obama y David Cameron junto a la primera ministra de Dinamarca durante el funeral de Mandela también dio mucho que hablar, lo mismo que la del Papa Francisco cuando se dejó fotografiar junto a un grupo de jóvenes en una audiencia privada en el Vaticano. Otros van más allá y creen que el selfie que se hizo el astronauta Aki Hoshide durante su paseo espacial en la Estación Internacional o de Kirill Oreshin en uno de los rascacielos de Moscú son el no va más en la moda de los selfies.

Selfie PapaNo hay personaje famoso que no se haya sumado a este nuevo deporte de compartir fotos con el smartphone de turno. Hasta un macaco de la selva saltó a la fama hace unos meses al cogerle la cámara a un fotógrafo y sacarse unos cuantos selfies de lo más divertidos. Todo lo contrario que esas autofotos horrendas que en ocasiones comparten celebrities como Liley Cyrus, Justin Bieber o Lady Gaga. Hasta se hacen rankings para elegir las peores poses.

Selfie macacoCuestión diferente son otras polémicas que han surgido con esta moda. Por ejemplo, durante los últimos sanfermines se vio a varios jóvenes jugándose la vida por sacarse una foto delante del morlaco y recientemente una pareja de turistas polacos falleció en Portugal al perder el equilibrio y caer desde una altura de ochenta metros al intentar captar una imagen para el recuerdo junto al borde de un acantilado y ante la mirada de sus hijos de cinco y seis años.

Sea como sea el selfie está de moda y hasta las marcas ponen en marcha concursos en Instagram para captar adeptos.

Posted by @JavierMontesCas

Claves periodísticas para la verificación del contenido en Twitter

verificacion twitterUna de las cuestiones a las que el periodista ha de saber enfrentarse en el ejercicio de la profesión en el contexto actual, de inmediatez y de información ruidosa compartida a golpe de tuit, pasa por aplicar un proceso de verificación y de filtrado de la información que recibe antes de compartirla con su audiencia o comunidad.

Por ejemplo, Bárbara Yuste y Marga Cabrera recomiendan en su libro ‘Emprender en periodismo’ detenerse en tres aspectos fundamentales: el tiempo en que algo fue compartido o publicado, las fotografías y la geolocalización. En este sentido, para verificar la fiabilidad de un tuit, la verosimilitud del hecho acontecido y la sincronización entre el espacio y el tiempo de lo publicado, las dos autoras recomiendan evaluar la fiabilidad de la fuente a partir de indicadores como la fecha en que se subió a la red, su comunidad y su TL; evaluar el contexto y la relación entre lo acontecido y el momento de su publicación; intentar establecer un contacto con la fuente fuera de la plataforma de microblogging; y recurrir a aplicaciones de verificación como Tungstene (que rastrea si una foto ha sido retocada o manipulada) antes de publicar en otro soporte falsas imágenes de un hecho.

Buscar la fuente en otras plataformas, preguntar al entorno de firmas que trabajan en la zona, tratar de contactar con otros testigos presenciales y pensárselo, con todo, siempre dos veces antes de hacer RT o de convertir en titular el tuit en discordia, son otros elementos a tener en cuenta por el periodista antes de ser cómplice o de alimentar un ruido sin verificar.

 Posted by @os_delgado

¿Podemos permitirnos el prescindir de lo digital?

WC Soma comunicacionPrometo que no suelo inmiscuirme en conversaciones ajenas – ¡palabra! –, pero hace poco en un reducido brindis tras la finalización de un curso escuché cómo una recién graduada en periodismo hablaba de sus planes en el corto plazo. Y sí, decidí abordarla: quería saber cómo había sido su experiencia en una universidad distinta a aquella en la que yo cursé mis estudios, así como tantear su transición al mundo laboral desde allí. Conclusión: nada nuevo.

En respuesta, ella mostró especial interés por mi trabajo – me recordó tanto a mí apenas dos años atrás, ¡tanto a todos en los inicios! –. Por supuesto, le expliqué brevemente mi trayectoria – lo cual no requirió de un gran ejercicio de síntesis, todo hay que decirlo –, a lo cual ella respondió con un: A mí es que lo digital no me va mucho. A pesar de lo mucho que me gusta, el momento no invitó al inicio de un debate. Pero, afortunadamente, para eso existe este blog. Traducción: sí, el sermón os ha tocado a vosotros.

No pretendo adoctrinar ni sentar cátedra, sólo compartir una duda existencial, la misma que reza el titular del post: ¿podemos los periodistas permitirnos el prescindir de eso, de lo digital? Nadie cuestiona que la formación del ‘plumilla’ pase por la televisión, la radio y la prensa escrita. Sin embargo, como ajenas a los términos en que se maneja la sociedad actualmente, muchas facultades de comunicación parecen olvidarse de ese otro medio que ya no es la quimera de unos pocos, sino la realidad de unos muchos.

Insisto en una convicción que vengo compartiendo a raíz de mi propio paso por la universidad: creo que estos centros deberían encabezar la exploración de nuevas plataformas, inculcar esa curiosidad a los alumnos y actualizar su plan de estudios continuamente, no sólo adaptándose a aquello que se cuece en el presente, sino también arriesgándose con predicciones de futuro. Cierto, un mayor apoyo a la investigación – tanto económico como moral – en la disciplina ayudaría sobremanera, pero podría comenzar por un sencillo cambio en la actitud de los implicados.

Aclaro que no defiendo arrinconar ningún medio, sólo que tengo la sensación de oír cómo muchas puertas se cierran mientras uno de los existentes no se atiende. Y llegó el turno de réplica: ¿cuál es vuestra opinión al respecto? A veces, pienso que este maldito idealismo 2.0 va a acabar conmigo…

Posted by @LaBellver
Photo by @Marga_Ferrer

Un vagón donde solo cabe el silencio

Coche silencioso1.jpeg (2)Renfe presentó esta mañana en la estación Puerta de Atocha de Madrid su Coche en silencio, un vagón que a partir de ahora se empezará a implantar en todos los trenes AVE y cuyo objetivo, según la ministra de Fomento, Ana Pastor, “es dar respuesta a una demanda ciudadana con el fin de fidelizar y mejorar la calidad del viaje de larga distancia en tren, ofreciendo a los usuarios un valor añadido”.

El nuevo Coche en silencio de Renfe se ha puesto por primera vez funcionamiento esta mañana en un viaje entre Sevilla y Madrid. A partir del 13 de julio se incorporará también a las líneas Madrid-Barcelona, Madrid-Málaga y Madrid Alicante, el 15 de septiembre llegará a la conexión Madrid-Valencia y a partir del 13 de octubre estará en vigor en las demás líneas de alta velocidad. La ministra de Fomento destacó que a día de hoy ya se habían vendido “más de 2.600 billetes” para las próximas fechas y que el número de vagones con estas características “se podrá ver incrementado en función de la demanda”.

La iniciativa de Renfe, que ha empezado de momento en clase turista para ser ampliada posteriormente a preferente, se enmarca dentro de la campaña Haz Mute puesta en marcha por Fundación Telefónica para promover el silencio como generador de ideas y, en este caso, favorecer un uso responsable y respetuoso de la telefonía.

La reserva de plaza en estos coches silenciosos no supondrá ningún coste adicional pero sí que conlleva el respeto de una serie de condiciones durante el viaje: así, por ejemplo, lo dispositivos electrónicos tendrán que estar en silencio, no se permitirán conversaciones telefónicas, ni tampoco conversaciones en el tren demasiado largas o en volumen muy alto. Estos vagones, además, no tendrán servicio de bar móvil, sólo recibirán los mensajes de megafonía imprescindibles y tendrán una intensidad de luz más baja para mantener un ambiente relajado y fomentar el descanso y el pensamiento. Sólo cabe el silencio.

posted by @acordellat

Millás, el silencio y el ruido escópico

millasLleno hasta la bandera, como ya ocurrió en las otras dos Mute Sessions con Javier Mariscal y Ara Malikian. Así lucía el salón de actos del Espacio Fundación Telefónica de Madrid para recibir a Juan José Millás, que cerró ayer con una brillante y simpática conversación el ciclo de sesiones que ha organizado  Fundación Telefónica dentro de su Proyecto Mute, con el que busca promover el silencio como fuente de creación de ideas, inspiración y creatividad.

Para el escritor valenciano afincado en Madrid el silencio es básico en su proceso creativo. Quizás por eso dividió la buhardilla en la que trabaja en dos. Una parte cerrada a cal y canto, en la que trabaja. Y otra abierta a la escalera que da acceso al piso inferior. “La escalera de mi casa actúa como una gran oreja. De los ruidos que no te conciernen puedes aislarte, pero de los ruidos domésticos, como te importan, es imposible hacerlo. Son muy invasivos”.

Juan José Millás, que dejó bien claro que para él, “el periodista es un escritor”, apuntó algunas de las cosas que le inspiran o le molestan durante su proceso creativo: “Yo trabajo sin música, en completo silencio. Es más, creo que uno de los inventos más infernales de la humanidad es el hilo musical. En cambio me gusta mucho el ruido de las neveras. Lo que pasa es que luego se para y te desconcierta. Y mientras escribo también me gusta que suene el teléfono, porque al hablar bajo la guardia y entonces es cuando surgen las ideas”. Puro Millás.

Para nuestra reflexión y para cerrar su Mute Session de casi dos horas frente a un público que disfrutó a lo grande con sus ocurrencias, Juan José Millás dejó uno de esos conceptos que sólo pueden surgir de una mente como la suya: “Está el ruido que todos conocemos y luego está el ruido escópico. En la ciudad estás rodeado de miles de personas, pero nadie te ve. Cada uno va a lo suyo y no te presta atención. Puedes masturbarte en el metro que nadie te va a ver. En el campo, sin embargo, aparentemente estás sólo, pero siempre hay alguien que te ve. Eso es el ruido escópico”. Y si lo dice Millás, debe serlo.

posted by @acordellat (@somacomunicacio)

 

Periodismo, me aburres

Foto: Marga Ferrer, Soma ComunicaciónCuando empecé a estudiar periodismo, allá por el lejano 2002, lo hice con la convicción de que era una profesión dinámica, divertida y que ofrecía un valor añadido a la sociedad. Casi 12 años después de aquello no sólo es que mi percepción haya cambiado. Eso sería lo de menos. Lo más trágico es que ha llegado un punto en el que el periodismo me aburre, tanto como periodista como en mi vertiente de consumidor de información.

Siempre fui más de escribir que de perseguir la noticia. Quizás porque las noticias que tenía que perseguir no me interesaban. A veces tengo la sensación de que hubiese estado bien unir las dos vertientes: escribir sobre noticias que me interesaran lo suficiente como para implicarme en ellas. Pero eso pocas veces se ha dado. Y, de todas formas, no deja de ser algo muy personal. Unas sensaciones muy mías y difícilmente extrapolables a otros compañeros de profesión.

Lo que sí que es innegable es que el periodismo de hoy en día aburre. Salvo contadas excepciones (en la mayoría de los casos de revistas y diarios, muchos de ellos online, de nuevo cuño y con poco peso entre el gran público), el periodismo que muestran los medios de comunicación me parece rancio y caduco. Hasta el punto de preferir estar desconectado de la realidad antes de estar informado (por decir algo) por ellos.

Tenemos grandes cabeceras nacionales que titulan todas igual, como si posicionarse de otra forma estuviese prohibido. Tenemos redacciones llenas de periodistas que se pasan el día sentados en sus sillas. En parte porque no hay dinero para desplazamientos y en parte porque en la España del siglo XXI sigue estando muy bien visto el presentismo, particularmente si es delante de un ordenador. Así que las noticias brillan por la ausencia de vida y los diarios (especialmente sus versiones online) se llenan de chorradas varias que al cabo de los días se demuestran falsas. Supongo que es lo que la gente demanda, así que para qué vamos a contrastar los datos…

Tenemos parrillas televisivas y horas de primetime llenas de personas que se quieren hacer pasar por periodistas de raza y se hacen llamar tertulianos. Debates políticos con mucho grito y cero contenido. Gente que sentada en una mesa redonda y con una tablet en la mano nos quieren hacer creer que saben mucho y que tienen la solución a todo, aunque realmente no saben nada, ni siquiera qué mérito han hecho para estar ocupando esas sillas.

Tenemos secciones de deportes de informativos convertidas en programas del corazón. 30 minutos seguidos de tonterías varias sin ninguna información. Y tenemos informativos que pierden 10 de sus minutos hablando de los souvenirs de la proclamación del nuevo Rey mientras medio mundo se desangra en un fuego cruzado sin sentido. Tenemos, al fin y al cabo, un periodismo aburrido que, quizás, es el que merecemos. Aunque no se parezca en nada a la idea que yo tenía en 2002 de la profesión. Aunque quizás ya sea demasiado tarde para plantearme estas cosas.

posted by @acordellat

La comunicación del violín

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ENTREVISTA

Ara Malikian en la II Mute Session. Foto: J.L. Pindado

Bajo un clima de salón de casa, íntimo, cercano, cotidiano, Ara Malikian participó el pasado 12 de junio en la II Mute Session, organizada por Fundación Telefónica dentro del Proyecto Mute con el que pretende promover espacios de silencio que favorezcan la creatividad, así como concienciar contra lo contraproducente que puede llegar a ser el ruido.

El violinista armenio de origen libanés concedió antes una entrevista a 360 Grados Press, la revista digital semanal que edita Soma Comunicación y cuyo resultado podréis leer próximamente, en la edición nº261.

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Entrevista para 360 Grados Press

Entrevista para 360 Grados Press. Foto: J.L. Pindado

Por espacio de una hora y media, el artista se expresó con la palabra y, por descontado, con el instrumento del que no se ha separado desde que su padre con cinco años se lo puso en la barbilla. Reconoció ser urbanita, aunque sabe conectar con el silencio en buena compañía o en los barrios, como perfectos contextos para la inspiración.

Un virtuoso que encuentra en la música el mejor cauce de comunicación con su verdadera obsesión: el público.

posted by @somacomunicacio
photos by @pindator

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Mi favorito, tu favorito en Twitter

La moda del Vinilo. Discos Oldies. Marga Ferrer / Soma comunicaci—n¿Qué uso damos a los tuits que guardamos como favoritos? Dicha forma de conservar los mensajes ha experimentado en los últimos meses una evolución en la finalidad que el usuario le concede al hecho, convertido más en gesto hacia un tercero que en una utilidad referencial que usar en el corto o medio plazo.

Si en un principio los favoritos se generaban principalmente para poner en cola una información o enlace para una posterior lectura cuando el tiempo lo permitiera; o para conservar unas declaraciones o un instante histórico; o para configurar una colección de ‘tuits de peso’ -referencias que emplear en presentaciones a modo de ejemplos de tuits bien o mal planteados-; o para conservar los mensajes de un evento, acto o campaña; o para leer al detalle su contenido para compartirlo más tarde sin hacer un RT a ciegas…; parece que la tendencia de uso de este recurso ha virado hoy más hacia el formalismo o hacia el guiño de simpatía regalado a un tercero sin necesidad de prolongar una conversación o de mencionar en el TL a esa persona que ha tuiteado algo sobre nosotros o ha mencionado nuestro nick.

Una tendencia de uso. esta última, que termina por imponerse a las anteriores y que ha incrustado mucho ruido en la colección de favoritos de los usuarios en Twitter. Como también ha reducido el número de interacciones y aplacado conversaciones potenciales a golpe de 140 caracteres. Así, cuando nos sumergimos en los favoritos de los usuarios, más allá de localizar tuits o enlaces de interés, encontramos miles de mensajes acumulados, caducos por el paso del tiempo y por el olvido del guiño o del gesto educado efectuado en el momento de ‘favoritearlos’.

Y tú, ¿qué uso das a los favoritos en Twitter?

posted by @os_delgado
photo by @Marga_Ferrer

Javier Mariscal inaugura las ‘Mute Sessions’

El artista y diseñador gráfico Javier Mariscal inaugura las Sesiones Mute, unas charlas que contarán en futuras convocatorias con Juan José Millás y Ara Malikian, dentro del Proyecto Mute puesto en marcha por Fundación Telefónica para poner en valor el silencio como fuente de pensamiento, reflexión y creación de ideas.

Javier Mariscal explicará a los asistentes su proceso creativo y ahondará en la importancia del silencio en el mismo.

Mute trata de crear un debate en la sociedad sobre las condiciones necesarias para la innovación, la creatividad y el pensamiento, vitales para la resolución de las necesidades sociales, culturales y económicas de los habitantes del siglo XXI.

posted by @somacomunicacio

Entre el periodismo ciudadano y el oficialista

Oficialismo Marga FerrerPonemos en el punto del debate el papel del periodista en el escenario multiplataforma actual y el acceso a la información, el origen y la credibilidad que conferir a la misma.

Pero, más allá de enfocar el post en la necesidad, preexistencia o nuevas funciones del periodista, que vamos a dar por presupuestas, dado que el profesional  de la comunicación será imprescindible en el manejo, filtrado y difusión de la información y del ruido que fluyen de dichas plataformas, pondremos el acento en la condena que muchos proyectan de la vertiente ciudadana.

Se quiera o no, el denominado periodismo ciudadano forma parte del nuevo contexto informativo que se pone a disposición del periodista o del medio de comunicación para ofrecer a sus audiencias contenidos adaptados a tiempos tecnológicos, móviles, directos, inmediatos, locales, globales y digitales.

Frente a este tipo de actualidad, encontramos la sempiterna cara oficial procedente de las grandes corporaciones, instituciones, partidos políticos y otras altas instancias del poder fáctico que tanto han marcado el signo del periodismo tradicional, que ahora se somete a revisión, precisamente, por no haber asimilado a tiempo las nuevas normas de las plataformas incipientes, más bien consolidadas.

Entre el periodismo ciudadano, ése que ofrece aspectos hasta la fecha reducidos a círculos invisibles; y el oficialista, el que siempre ha impuesto los enfoques y la agenda-setting; el periodista habrá de escoger. Aunque la tendencia es satanizar al primero en detrimento de la seguridad tradicional que da aferrarse al segundo. Con todo, es el segundo polo el que ha llevado a que la transición de soportes sea más virulenta, a proyectar esclavitudes en las cabeceras de las que ahora éstas no saben cómo desembarazarse, aún a costa de su desaparición; a obligar a enfocar la realidad desde el prisma de la foto oficial, del comunicado, del silencio en las salas de prensa, de los monitores anclados en otras salas para el seguimiento de acontecimientos de dudosa rentabilidad social, a la realización de actos políticos servida vía satélite, a desmentidos plastificados…

Ese periodismo oficial ha desembarcado con la misma virulencia en las nuevas plataformas, haciendo un ‘copiapega’ del estilo que ha marcado su anterior invasión de enfoques, sin preocuparse siquiera por adaptar el discurso a las características de los nuevos canales, a los lenguajes de éstos y a las personas (más que ciudadanos) que los cohabitan.

Por el contrario, la profesión se ceba mientras con los nuevos enfoques, las nuevas fotografías, las nuevas imágenes y las nuevas realidades que las personas comparten en estos canales bajo el seudónimo de periodismo ciudadano. Esto es, en vez de exprimir la nueva coyuntura hacia nuevos espacios de debate, contenido y de actores con algo que decir; la profesión ha optado por poner el foco de la crítica en esa potencialidad, cuando lo preferible, quizás, sería que aprovechara para dar un puntapié a esa oficialidad que tanto servilismo, daño y perjuicio ha causado en el periodismo.

¿O no?

posted by @os_delgado