¿Recordáis los despachos de agencias?, ¿y el rollo de papel satinado que llenaba las redacciones de notas de prensa embrionarias que se cortaban a estima y si coincidía que nadie lo hacía se quedaba la estancia como el anuncio de Scottex?, ¿seguís recibiendo o enviando notas de prensa por fax? Muchos se empeñan en enterrarlas antes de tiempo, como los que han sepultado el papel de los periódicos antes de que se reinventen.
Lo cierto es que las tendencias periodísticas en materia institucional han sufrido un cambio brusco en los últimos años, coincidiendo con el impulso del Social Media y de las nuevas herramientas de las que dispone el profesional de la comunicación para hacer llegar las informaciones referidas a su institución o empresa.
Sin descuidar los formatos habituales, ni la concepción que aún esperan de una agencia los responsables de los medios de comunicación tradicionales, es aconsejable trazar estrategias de comunicación 2.0 en paralelo a las 1.0. Una afirmación que parece obvia pero que en muchos casos las agencias olvidan y las instituciones no practican, bien por la habitualidad de las formas de trabajo heredadas, bien por la poca confianza en los nuevos soportes o por la escasa apuesta por el reciclaje de los periodistas que trabajan en ellas.
Como norma básica para que los que, independientemente de las restricciones que les rodeen, quieran multiplicar su mensaje periodístico en los nuevos canales, habría que considerar el nuevo perfil de nota de prensa. Si antes se escribía con una estructura basada en el titular, subtítulo, entradilla y cuerpo del escrito (culminado con un breve resumen o síntesis de la trayectoria/perfil de la empresa o de la institución); hoy hay que escribirla pensando en otros factores añadidos que determinarán su proyección en el ámbito online.
De ahí que sea aconsejable dotarla de hipervínculos, de etiquetas asociadas a la línea de trabajo del sector/empresa/institución; enlaces relacionados que conduzcan a publicaciones anteriores que versen sobre el asunto a difundir (aunque hablen de la competencia); vínculos a pautas recogidas en el Social Media, como es el caso de los dirigidos a prescriptores válidos para la multiplicación del mensaje; o formas de contacto (Twitter, Facebook, Blog, Sala de Prensa…) añadidas a las tradicionales (teléfono o email).