En enero de este año, la Casa Blanca abrió las puertas del despacho oval en Snapchat. Eventos como el referéndum griego fueron retransmitidos a través de esta plataforma digital y, en estos momentos, se están sumando más hechos noticiables como campañas electorales o eventos deportivos en diversos países.
Es la red social de moda (aunque hay quien no lo cataloga como red social). Snapchat se ha convertido en un fenómeno gracias a la incorporación de los más jóvenes a esta plataforma digital y, sobre todo, por el contenido efimero. Cada día alcanza los 150 millones de usuarios activos al día, la mayoría con edades comprendidas los 13 y los 34 años.
No todo el mundo sabe cómo funciona porque está pensada para una generación que ha nacido con el móvil bajo el brazo. Su base reside en las características de una mensajería instantánea con el atractivo de que el contenido que se sube, ya sean fotos, vídeos o mensajes, se autodestruye en un plazo máximo de 24 horas. Realmente se está utilizando para expresarse en el momento y retratar aspectos cotidianos de la vida que no importa que permanezcan en el tiempo.
Muchos afirman que es una red social de críos y que su moda entre los milennials es pasajera. Pero lo cierto es que Snapchat tiene muchas posibilidades y los medios de comunicación, en general, y los periodistas, en particular, pueden aprovechar el potencial que desprende. De esta manera, además, se pueden acercar las noticias a los más jóvenes. He aquí el principal objetivo de la Casa Blanca.
A principios de 2016 esta plataforma digital incorporó Discover, un carrusel de historias que proviene de equipos editoriales de diferentes medios, según explicaron. Se trata de una sección en la que se encuentran canales como Vice, CNN o Daily Mail. Aquí la información aparece dosificada, sin la ‘infoxicación’ que se sufre en el timeline de Twitter. Y aunque no se incluye el número de seguidores, el gran volumen de usuarios que aglutina Snapchat merece la pena. Hay que recordar que la aplicación no está pensada para dirigir tráfico a las páginas web, ya que no permite incluir enlaces o dirigir fuera de la aplicación. Eso sí, con un buen contenido, el usuario puede ir directamente a la web.
Además, la plataforma efímera quiso potenciar la creación de contenidos con las Live Stories, historias en directo que cubren un evento masivo, como los premios Oscars o la Super Bowl. Esta posibilidad permite, por tanto, retransmitir acontecimientos en directo haciendo una serie de snaps consecutivos. Se debe tener en cuenta que los vídeos duran 10 segundos y son verticales. Éstos, aunque reúnen un montón de detractores, son más compartidos que las piezas horizontales, ya que es la forma natural de coger el dispositivo móvil.
Las historias que puede tratar un periodista son en primera persona y traslada una experiencia directa. Además, esta cercanía debe verse en los snaps, ya que dejan añadir filtros, geofiltros y un estilo original con su herramienta de dibujo. Puede que se trate de informaciones poco profundas, pero el caso es que son atractivas y diferentes, que es lo que han visto los más jóvenes en esta red.
Hace unas fechas, por ejemplo, The Washintong Post relataba cómo sus corresponsales utilizaban Snapchat, sobre todo, para contar a su comunidad historias más lights del estilo cómo conseguir trabajo en Beijing o cómo es el metro de Londres. Los periodistas comparten los snaps como vídeos verticales en un blog diario del Post.
Políticos, celebrities e influencers se han incorporado a la plataforma de contenidos fugaces para compartir de primera mano su vida y sus intereses. Saben que las nuevas generaciones han apostado por Snapchat, huyendo de otras redes sociales como Twitter o Facebook en las que están sus padres.
Los milennials se nutren de vídeos e imágenes, apenas leen noticias y, si quieren hacerlo, lo buscan en Internet. Por eso, qué mejor que acercarse con su mismo lenguaje a los futuros consumidores de noticias, aunque eso implique otra readaptación de los medios de comunicación y de los periodistas a las nuevas plataformas digitales que van surgiendo.