¿Qué es un hacker? - Origen y tipos de hackers

¿Qué es un hacker?

Un hacker en el imaginario popular español es un individuo capaz de irrumpir en los sistemas de seguridad de una compañía o un particular. Sin embargo, esta figura tiene una historia de trasfondo que rompe con este estereotipo mal definido y explica sus verdaderas funciones.

El hacking se fraguó con la inquietud de un grupo de jóvenes curiosos, que quería aprender y evolucionar en materia de la defensa y no defensa de la red de diversos organismos nacionales e internacionales. Como en aquel momento no había información a disposición de estos jóvenes, al margen de la ley fueron investigando por su cuenta  y perfeccionando tanto sus conocimientos como la técnica a través de la experiencia.

Por tanto, el término hacker no hace referencia a un ladrón de datos, como vulgarmente se creee, sino a un conocedor de los sistemas, que disfruta con algo y quiere aprender más. De hecho, el PC, el desarrollo de Internet o el sistema operativo Linux, por ejemplo, son obra de hackers.

En la obra Hackstory.es: La historia nunca contada del underground hacker en la Península Ibérica, su autora, Mercè Molist, explica que en España han existido desde siempre hackers de gran nivel y hemos tenido a nuestro alcance todo un mundo “underground” que en la década de los 90 ya tuvo una gran repercusión junto a la expansión de Internet. Y aunque comúnmente hablamos de los hackers en el ámbito informático, lo cierto es que este concepto puede ser extrapolado a todos los sectores, porque un hacker es alguien con un nivel de conocimientos superior al de mayoría en un área concreta.

No obstante, es importante discernir entre lo que se conoce como un hacker bueno y uno malo. Según señala Mercè, experta en la materia, para saberlo, hay que dar respuestsa a dos preguntas:  ¿qué haces y por qué lo haces? Los hackers buenos dedican su conocimiento a construir cosas y arreglar, mientras que los malos lo emplean para destruir cosas o molestar. Cada perfil tiene sus propias motivaciones, pero no persiguen el mismo fin.

Cómo se encuentra el hacking en España

Después de conocer de forma superficial la figura de un verdadero hacker, es importante destacar que ellos son los artífices de crear la red, lo primeros ordenadores, los programas y sistemas operativos que dieron vida a los primeros PC’s. De hecho, en el mundo del haching se dice que Internet es la hija del mismo.

Así pues, en España, a pesar de la falta de presupuesto, se cuenta con una cantera de hackers, que motivados por la curiosidad exploran por su cuenta los sistemas de seguridad para encontrar los fallos y subsanarlos.

Sobre el oficialismo social

El 4 de diciembre de 2010 puede ser el hito que estableció en España el desembarco del comunicado oficial a las redes sociales, en general, y a Twitter, en particular.   Coincidiendo con la huelga de controladores aéreos, tanto Aena como el Gobierno optaron por ofrecer la información de servicio de última hora a través de sus recién estrenadas cuentas en la red social de los 140 caracteres. Los pasajeros, incluso medios de comunicación marcados por la inmediatez como la radio, utilizaron esa vía para conocer cuándo saldrían sus aviones, la apertura progresiva de las pistas, el número de vuelos cancelados, los detalles de la declaración del estado de alarma…

Desde entonces, el aparato de la oficialidad ha ido aterrizando progresivamente en las redes sociales,  sin reparar muchas veces en las características propias que presentan estos canales participativos, interactivos, opinadores e informativos. Asistimos a un calco de cómo los gabinetes, las oficinas de prensa o los departamentos de marketing y comunicación habían operado hasta ese punto en el otro lado del acontecer, el tradicional. Un camino que ha significado el establecimiento de una cortina de ruido donde antes había representaciones paralelas y constructivas de lo acontecido; incómodas, intuimos, para muchos.

El proceso continúa y el ruido llega a ser ensordecedor en ocasiones. Muchos han introducido el contenido tradicional en un molde social y lo han hecho con la virulencia de querer controlar sin estrategia ni lenguajes adaptados al nuevo contexto informativo un espacio a priori incómodo; de pretender acallar la significación conseguida por corrientes de opinión y ámbitos de participación bien distintos a los marcados desde siempre por expertos en nada, tertulianos a sueldo y comunicados oficiales vacíos con caracteres de paja.

Del ejercicio responsable y cualificado de los periodistas, pues, depende de que en las organizaciones, instituciones y medios de comunicación se interpreten los nuevos soportes informativos como algo más que un cauce unidireccional de proyección de datos sin alma, parciales y sin vocación de retorno.

Posted by Óscar Delgado / Soma Comunicación