El periodismo digital está evolucionando a una velocidad que supera, muchas veces, a los propios periodistas. Los próximos 9 y 10 de marzo se celebra el XVIII Congreso de Periodismo Digital en Huesca, impulsado por aquellos que sí supieron ver el potencial que suponían las nuevas redes y la revolución que traerían consigo. El proyecto que nació con el impulso del aragonés Fernando García Mongay (@mongay55) y ha ido creciendo hasta convertirse en una cita obligatoria para muchos periodistas; entre sus exponentes han pasado figuras como El Gran Wyoming, Iñaki Gabilondo o Pedro J. Ramírez.
Pero esto no siempre fue así, sino que eran muchos los que en los inicios de los 2000 calificaban este fenómeno de “moda” y no daban ni un euro por “eso de Internet”. El propio Josh Lyman (Bradley Whitford), personaje de la mítica serie El ala oeste de la Casa Blanca, se reía de su ayudante cuando le planteaba abandonar su puesto para marcharse a trabajar a una empresa digital que estaba dando sus primeros pasos: “No sabes si durará un año”, le dijo. Más de uno, por lo visto.
El presidente de la Asociación de Prensa de Aragón, José Luis Trasobares, la cual organiza el evento junto con el Ayuntamiento de Huesca, nos explica cómo nace esta idea y su evolución.
¿Cómo surge la idea de crear un Congreso para el Periodismo Digital?
Esta idea surge hace años, cuando esto del periodismo digital todavía estaba envuelto en ciertos arcanos tecnológicos, era una especie de cuestión que ya se estaba dando y que ya planteaba una nueva realidad: en Estados Unidos, en otros países… podía entenderse que iba a darse aquí también. Pero bueno, no era este fenómeno que vivimos ahora de una manera tan plena.La Asociación de Periodistas de Aragón y, concretamente uno de sus asociados, Fernando García Mongay que ha sido durante muchos años el director del Congreso, empezaron a hablar de esta cuestión, de que había un cambio muy profundo en el periodismo que iba a estar conducido por una revolución tecnológica y por una transformación de todos los usos: los lenguajes, la estructura de la comunicación… Se empezó a hablar de esto, había ya gente que lo vislumbraba y se comenzó a hacer un foro de debate, un punto de encuentro, donde venían colegas de otros países para explicar lo que estaban viendo en otros países. Como este cambio sigue siendo tan total, tremendo y profundo, nos sigue dando, y mucho, que hablar.
La primera edición se dio en 1998 cuando la implantación de Internet aún no estaba clara para muchos, ¿qué evolución habéis notado?
Las primeras seis ediciones fueron el despegue, luego fue de consolidación, ahora se mueve mucha gente y tiene una repercusión, quiero pensar, muy buena. Hemos contado siempre con pioneros en España, toda la gente que ha hecho algo las primeras ediciones digitales, que han trabajado para diversas consultoras que han hecho los diseños o las propuestas… esta gente está en el Congreso, prácticamente, desde la primera edición.
¿Cómo fue la realización del Congreso durante los primeros años, cuando algunos periodistas aún eran reacios a admitir el impulso de la web sobre el papel?
Yo más que oposición, lo que creo que ha habido en España es que la crisis nos dio en la cara. Yo creo que con anterioridad las condiciones de la prensa era tan buena, falsamente buena, pero parecía tan buena; que yo creo que, en España, este debate no ha adquirido su punto crítico hasta justamente hace diez años, que es cuando ya no cabe ninguna duda de que el papel se viene abajo, de que la prensa tradicional, empezando por los diarios más vendidos de España, están en una crisis muy dura de la que no saben cómo salir. Y, bueno, los periodistas no es que no se lo creyesen, yo creo que es que había periodistas que no se planteaban esto en unos términos tan desgarradores como los que luego hemos tenido descubierto. Es que en el 2005 la industria de la información en España iba como un tiro, mientras que ahora está quebrada.
El auge de Internet no solo ha perjudicado a la prensa escrita, sino que también se ha dado un descenso importante de espectadores en la televisión, ¿hasta que punto la web se va a adueñar del periodismo?
Yo creo que la web está ya bastante adueñada del periodismo. La prensa ha sido la primera, evidentemente era la más vulnerable si hablamos en términos estrictamente de periodismo, de información. La televisión y la radio aguantan mejor puesto que combinan información y entretenimiento, pero la radio está sufriendo también. Sufre, y cada vez van a sufrir más, porque de repente Internet coloca una oferta en unos términos muy competitivos.
Todas las profesiones se han transformado con la digitalización, ¿cuáles dirías que son los mayores cambios que ha experimentado la figura del periodista?
Todo esto ha dado un vuelco espectacular, para empezar, el periodista ha dejado de ser el obligado intermediario entre la actualidad y la opinión pública. Entonces ahora descubrimos que cualquier ciudadano o ciudadana que tenga un teléfono móvil en el bolsillo, capta información y la puede difundir. Otra cosa que ha sucedido es que las barreras entre el periodismo escrito y el audiovisual se han borrado y nos aparece la obligación de inventar nuevos lenguajes en los cuales las estructuras de lo que podríamos denominar “periodismo de la era industrial” – pirámide invertida, lead, etcétera- no va a ninguna parte porque tu ya puedes utilizar textos, audios, imágenes de una manera integrada en un mismo soporte, lo cual te obliga a plantearte nuevos lenguajes, nuevas maneras de buscar el impacto, de presentar la noticia…
¿Qué retos os planteáis para futuras ediciones?
El primer reto es que el Congreso siga y permita seguir hablando de periodismo en sesiones serias, con análisis cualificados y con gente que realmente tenga algo que decir.