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“El periodismo siempre ha llevado implícita la lucha”

El periodismo vive momentos difíciles a causa de la pérdida de confianza por parte de muchos lectores y televidentes hacia algunos grandes medios y por la precaria situación que viven muchos profesionales. O al menos eso es lo que se les cuenta a los estudiantes en las aulas. Que es cierto, pero que no funciona como tope desilusionante para algunos de ellos, que cuando finalizan sus estudios deciden tomar las riendas de su trabajo y emprender.

Dos de ellas, Esther Molina (@E_Molina_) y Ana Sepúlveda (@Ana_SepulvedaG), lo han hecho, pasados algunos años en los que han adquirido bagaje profesional en prensa, televisión y radio, con Wildcom.es, agencia de comunicación a través de la que tratan de dar visibilidad a proyectos innovadores y de contar historias inspiradoras de gente real.

¿Qué os atraía del mundo del periodismo cuando decidisteis estudiar la carrera?

Esther: Siempre he tenido claro que me dedicaría a la comunicación. De niña quería ser escritora. Hay actitudes y aptitudes que se muestran desde que eres muy pequeño y a ti te sirven para definir, cuando tienes uso de razón, a qué querrías dedicarte. Veía los informativos en televisión o escuchaba la radio en el coche de mis padres mientras iba al colegio y siempre pensaba “me gustaría contarlo estando aquí, allí.”. Periodismo es vocación; nos atrae todo.

Ana: Lo que más me atraía cuando elegí la carrera era la idea utópica del periodismo en búsqueda constante de la verdad. Encontrar historias humanas, reales, y poder transmitirlas. También la forma de trabajar en la redacción con la adrenalina y los nervios de las noticias de última hora.

¿Cómo consideráis que está actualmente el panorama de la profesión en nuestro país?

A grandes rasgos está mal. El trabajo de periodista, por desgracia, es muy precario y está infravalorado. Además, la información está muy supeditada a intereses comerciales o políticos. Por suerte, sigue habiendo grandes profesionales que pelean porque cambie el paradigma y dan la cara a pesar de las complicaciones. Al final el periodismo siempre ha llevado implícita la lucha. Como en cualquier sector, hay personas que hacen muy bien su trabajo y otras que no. El factor principal es que nuestra profesión es pública y solo tiene sentido cuando se expone a los demás. Es nuestra responsabilidad volver a generar confianza en aquellos a los que nos dirigimos.

¿Consideráis poco recomendable para un periodista mantenerse durante años en un solo medio y que es mejor ir rotando y cogiendo experiencia? ¿Por qué?

E: Siendo realistas, ojalá se dieran las circunstancias en que cada periodista pudiera decidir, hoy en día, en cuántos medios quiere estar a lo largo de su vida. Para la gran mayoría de compañeros eso no es posible. También creo que va con el carácter y la personalidad de cada uno. Personalmente me gusta tener en la cabeza la sensación “todoterreno” que me permite seguir aprendiendo y mantener la mente abierta a nuevos retos.

A: Creo que cada uno, dependiendo de las circunstancias, debe elegir qué es lo que más le conviene. En mi caso, he pasado por diferentes medios (prensa, radio o tv) y he aprendido mucho de cada uno de ellos. Eso te ayuda a decidir qué quieres y te muestra en qué trabajo te sientes más cómodo.

¿Por qué os decidisteis a emprender, a pesar de trabajar en diversos medios de radio, prensa y televisión? ¿Asustó en algún momento?

Nosotras somos, primero, periodistas y lo cierto es que la creación de Wildcom.es ha surgido de forma muy natural. Trabajábamos muy de cerca con emprendedores, startups y proyectos innovadores y percibíamos los errores que cometían a la hora de comunicar sus ideas, así como la desactualización en el “modus operandi” de un buen número de agencias, que, si no permaneces “activo”, en las redacciones, inevitablemente no detectas. Nos daba mucha rabia. Comenzamos dando formación en materia de comunicación y, poco a poco, fueron surgiendo los primeros proyectos. Nunca asustó. Al contrario, siempre lo vimos y lo vivimos todos los días como algo emocionante.

¿Qué objetivos os ponéis con Wildcom.es?

Uno de nuestros objetivos principales es dar visibilidad a proyectos innovadores y seguir contando historias inspiradoras de gente real, mostrar que estamos rodeados de talento siendo un intermediario honesto y efectivo entre la innovación y los medios. En este sentido, no nos gusta hacer perder el tiempo a nadie, porque nosotras tampoco disponemos de él. Si toca a nuestra puerta un proyecto que creemos que no es “noticiable” o que no va a tener la repercusión que su creador espera (aquí entran en juego muchos factores), preferimos ser muy directas, redirigir a otros compañeros y centrar nuestro foco y energías en otra dirección. Creemos firmemente que, si un equipo decide confiar en nosotras para contar al mundo lo que está haciendo, debe dejarnos trabajar. Tiene que escuchar, estar atento y entender que merece la pena conseguir objetivos de comunicación que no se pierdan en el tiempo por querer hacer las cosas rápido. Ya lo dice nuestro lema: “go far, not fast”.

Por @casas_castro
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“Hay que desmitificar la lectura como una afición de eruditos”

Las aficiones de la infancia llevan a muchas personas en la edad adulta a desempeñar profesionales que les apasionan. Como los periodistas que, en su mayoría, fueron de niños grandes lectores. Es el caso de Irene Rodrigo, comunicadora y divulgadora de libros que, sin haber llegado todavía a la treintena, ha conseguido levantar dos pequeñas empresas digitales conectados al mundo literario: Tecomunicas y Léeme.

¿Cuál fue la primera lectura que recuerdas de pequeña?

Las tiras de Mafalda de mi tía, que leía en su casa con cuatro años. También leía libros de niños que me compraban mis padres. Siempre ha habido libros por todas partes en mi casa.

¿Qué han supuesto lis libros en tu vida?

Siempre me han encantado los libros, pero era un anhelo de futuro que tenía, ya que pensaba que no me daría de comer. Al igual que la lectura en sí. Pero he podido montar Léeme, poco a poco a ha ido creciendo el proyecto y se ha convertido en mi profesión. Todo es posible con esfuerzo y trabajo.

¿Qué has aprendido gracia a ellos?

La lectura me ha aportado mucho. Todos los libros hablan de ti, ya que te enseñan algo que te va a valer en algún momento de tu vida, dependiendo de las experiencias de cada momento. Te ayudan a vivir una vida mejor.

¿Te llevaron los libros al mundo del periodismo?

Escribir y leer va muy unido y mi afición por ambas cosas me llevó a estudiar Periodismo. Allí pensaba que mejoraría mi escritura, pero no fue así, ya que los profesores daban por hecho que sabías hacerlo bien. De todos modos, estoy contenta de hacer hecho esa carrera. Aunque hoy tal vez no la hubiera estudiado. También he tratado de nutrirme de otras disciplinas para ampliar mi perfil como el teatro, que me ha dado muchos recursos para ponerme delante de una cámara o para dar una clase.

¿Tienen los libros cabida en los medios generalistas españoles?

Poca y, como mucho, en algún espacio especializado de lectura de La 2. Están muy relegados a espacios para personas a las que ya les gusta leer, pero no para incitar a la lectura. Falta mucho en televisión y radio.

¿Cuáles son las claves para un buen trabajo de divulgación literaria?

Principalmente hablar en un lenguaje coloquial para que cualquier persona se sienta atraída por la lectura y ponerse en el lugar de la otra persona: qué necesita saber, etc. También hay que desmitificar la lectura como una afición de eruditos, ya que cualquier persona puede amarlos. Y si no te gusta leer, no pasa nada, no hay que convencer a nadie, aunque con ellos creces.

¿De qué manera haces uso del copywriting y del storytelling para reactivar negocios literarios?

Existe mucho atraso en el mundo del marketing y de la comunicación aplicados al mundo literario y editorial. Los negocios literarios tienen que ponerse las pilas en ese sentido y nosotros tratamos de ayudarles a destacar lo que les hace diferentes y su valor, a través de estas técnicas, ya que no lo saben comunicar. Sobre todo, les decimos lo importante que es para su sector.

Conduces Tecomunicas y Léeme. ¿El emprendimiento es la clave para los periodistas jóvenes de hoy?

Aunque no montes nada, es importante tener una actitud emprendedora. Actualmente si trabajas en un periódico puedes acabar en la calle porque te echen o porque el medio cierre. Por lo tanto, emprender siempre puede ser una opción más. Emprender es aprendizaje, nunca algo malo y se puede hacer de manera económica. Te aporta habilidades, crecimiento personal y capacidad para buscarte la vida sin tener que pasar por la cola del INEM. También es importante seguir formándote, aunque tengas trabajo, ya que, si no, el cerebro se aletarga y si te quedas en la calle, te puedes sentir perdido, sin saber qué hacer.

¿Qué libro tienes actualmente en tu mesita de noche?

Matar a un ruiseñor de Harper Lee. Me está gustando mucho la relación tan cercana y cariñosa que existe entre el padre y los hijos a mediados de los años 30 del pasado siglo.

Por @casas_castro
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Haz que ocurra, una oportunidad para comunicar

La sociedad evoluciona, casi al mismo ritmo que la comunicación, que ya avanza hacia la digitalización periodística. Una realidad que se percibe en el incremento de proyectos emprendedores y en la, cada vez más alta, tasa de jóvenes y no tan jóvenes, que deciden empezar su propia aventura empresarial. Y es que la tasa de emprendimiento en España que arroja el informe ‘GEM GLOBAL’ es del 5,7 %. Un dato que refleja que los emprendedores comienzan a lanzarse al mundo empresarial aunque, en muchos casos, no cuentan con las medidas de apoyo necesarias para la financiación de su idea.

En este marco surgen iniciativas como la de Think Big, promovida por Fundación Telefónica, para ofrecer esa oportunidad, que muchos necesitan para iniciar su andadura. Un programa de formación, dirigido a personas de 15 a 30 años, que les permite desarrollar habilidades de emprendimiento social y conseguir que su idea sea factible, para lograr un bienestar social que permita cambiar el mundo. Una acción que ya han aprovechado muchos jóvenes con talento para presentar ideas novedosas en el ámbito de la comunicación. Es el caso de ‘Comunicar es salud’ que pretende mediante sistemas tecnológicos hacer más accesible la información incomprensible, que dan los centros sanitarios sobre temas de salud para lograr una comunicación más efectiva entre pacientes y  médicos. “Se trata de una solución que podría facilitarle la vida a muchas personas, porque pueden adaptarla a sus características personales”, apunta María Fernández, creadora del proyecto.

Otro ejemplo de comunicación, cuyo objetivo es mejorar la seguridad vial, es ‘Intercomunicación móvil’. Una aplicación para smartphones que permite a los usuarios comunicarse entre ellos, gracias al uso de sus dispositivos móviles. Partiendo de la base de que todo individuo disponga de un teléfono inteligente, esta app pretende que la comunicación entre ellos fomente una mayor seguridad en las carreteras. De modo que, cuando los conductores circulen por la ciudad, activando esta app, puedan detectar los móviles de otros usuarios que les avisen por señales sonoras, por ejemplo, de que un ciclista circula en paralelo para intensificar la precaución. Esta tecnología permite a su vez que los usuarios en bicicleta alerten a los automóviles de su presencia en la vía, de este modo, saben que deben procurar una distancia mínima con el ciclista. Asimismo, llegado el caso en que el usuario olvidara activar la app mientras circula por la carretera, “podría detectarse igualmente que se acaba de incorporar a la circulación, por el rápido paso de las redes WiFi”, explica el promotor, Chedgar.

Radio

El sector de las ondas también ha sido uno de los más impulsados en esta edición, sobre todo en la zona geográfica de Andalucía, ya que jóvenes de Sevilla y Málaga han presentado sus proyectos radiofónicos, siendo los más votados por redes sociales. Desde Sevilla han presentado Stramm Radio, una radio online, llevada a cabo por y para estudiantes, en la que como principal novedad los impulsores quieren dotarla de las canciones de los oyentes. Mientras que, los malagueños proponen la creación de una radio portátil, Radio Teranga, para aproximar las actividades sociales a los jóvenes y terminar con la barrera física que existe para las personas, que les da reparo entrar a una asociación y preguntar. “Traeremos actividades del Tercer Sector y mantendremos un tema principal: la colaboración de jóvenes con otros jóvenes de todo el mundo”, explica el equipo en el resumen de su proyecto.

Todos ellos tienen un denominador común, la pasión por comunicar y el afán por iniciar una acción social. Esta oportunidad todavía está abierta para transmitir una idea, un sentimiento, una propuesta, a la que se pueden acoger más jóvenes, a través de la web de Think Big, porque el plazo de presentación de proyectos finaliza el 15 de diciembre. Así que todavía estás a tiempo de presentar esa idea que te lleva rondando durante meses la cabeza y que sabes que puede ayudar a cambiar el mundo. Se trata de la quinta edición del principal programa social de Fundación Telefónica en Europa, que ahora también se lleva a cabo en España y que ha recogido en años anteriores más de 115.000 proyectos.

Periodistas, ¿emprendedores?

img_14805No, no es sencillo emprender. Tampoco lo ponen fácil las distintas administraciones. La burocracia es el enemigo público de siempre pero disfrazado de crisis. Ser recaudador del fisco no es algo que agrade a nadie. Pagar igualmente aun sin haber cobrado las facturas, tampoco. Prevenir los riesgos laborales  y someterse a sesiones interminables de papeleos cargados de obligaciones, derechos, compromisos y otras recetas de guardar en letra grande y pequeña, lo mismo. Olvidar el sentido ocioso de los domingos o abandonar las tareas básicas del hogar, un plato de mal gusto.

No, no es sencillo emprender. Menos todavía si la formación del emprendedor está alejada de la gestión y administración de empresas. O si el perfil del nuevo empresario es “más de letras que de ciencias”. Y si encima es una persona poco organizada, que habitualmente no apunta las cosas, no usa agenda o tiene un sentido del orden un poco difuso, más difícil todavía. Tampoco es fácil si desconoce el significado de palabras como pignorar, factoring, financiación denegada… O de cualquier otro vocablo empleado en la España de la crisis para darte con la puerta en las narices.

No, no es sencillo emprender.  Y si encima eres plumilla, más difícil todavía.  Pero si el reto nace de un grupo de periodistas, de amigos, de compañeros de carrera, de afectados por un ERE tradicional… y prueban en equipo una apuesta especializada, de contenido de calidad en cualquiera de sus modalidades de financiación (la mejor, tirar de bolsillo propio), quizás la espita del éxito se abra de manera buscada (que no inesperada).

¿Quién prueba?