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Cómo crear una buena campaña con Facebook Ads

Todos podemos hacer publicidad en Facebook, pero no todo el mundo puede desarrollarla bien. No basta con indicar el presupuesto o si queremos promocionar un post o la página de empresa. Además, con el cambio de algoritmo de Facebook, los alcances orgánicos de las páginas han disminuido, por lo que se recomienda invertir en Ads.

Para no tirar el dinero, os vamos a dar unos ‘tips’ para gestionar de forma correcta una campaña en Facebook Ads:

  • Primero hay que tener claro los objetivos a los que se quiere dirigir la campaña. ¿Atraer nuevos ‘leads’? ¿Generar más tráfico a la web? ¿Conseguir más fans en la página? En función de si se acaba de abrir una página de empresa en Facebook o ya lleva más tiempo, la estrategia va a ser una u otra, por lo que hay que tenerlo muy claro. Cuando se está en Facebook desde hace tiempo, lo ideal sería poder combinar el tráfico y los ‘leads’, mientras que, con menos tiempo, hay que generar “me gustas” para que los alcances vayan creciendo.
  • Para ello, la red social cuenta con 11 tipologías diferentes de objetivos para confeccionar una campaña. Y estos se agrupan en tres categorías: reconocimiento (incrementar la visibilidad), prestigio (provocar interacción) y conversión (generar ‘leads’).
  • A partir de aquí, se conforma una campaña según lo que más interese: una campaña, un conjunto de anuncios y anuncios. En esta infografía que creó el propio equipo de Facebook Business refleja muy bien qué es cada opción:

 

Estructura-campaña-Facebook-Ads

  • El anuncio debe ser atractivo y con pocas palabras, ya que Facebook penaliza una imagen con muchas letras. Incluso se puede jugar con varias creatividades durante la acción para no cansar al usuario de la red social con la misma. De esta manera, además, también se llama más la atención.
  • A la hora de segmentar el anuncio lo más sencillo es hacerlo por sexo, edad y lugar. Es muy importante este paso, ya que nos acerca de forma más eficaz al público objetivo. Pero hay más posibilidades, el llamado Custom Audiencia, que permite importar el público que se tiene en otros canales, principalmente, las plataformas de newsletter. Por ejemplo, si se trabaja con Mailchimp, habréis visto una opción relacionada con Facebook. Con ella, se puede hacer una campaña solo para esta audiencia y, concretamente, a los que abrieron el último correo. Así, les llegará un anuncio que recordaría lo que se quiso transmitir en la campaña de ‘emailing’.
  • Como ya se sabe, Facebook compró Instagram, por lo que ambas Ads están sincronizadas. Una acción que se lance en Facebook puede rebotarse a Instagram y llegar a un mayor número de personas, que muchas veces, sigue el perfil de la marca en ambas redes sociales.
  • Además de las creatividades que se realicen ad hoc para la campaña, hay que aprovechar la importancia del video en Facebook, cuyo protagonismo es absoluto en la red social. Hay que tener en cuenta que los vídeos suponen un incremento de la visibilidad superior al 50% que otro tipo de publicaciones, según la propia red social.
  • En cuanto al presupuesto, actualmente se recomienda invertir algo más en Facebook si la estrategia se centra en esta red social, que es la que concentra el mayor número de usuarios a nivel mundial. El presupuesto se define total o diario y hay un calendario de circulación de la campaña para que se puedan definir las fechas.
  • Si se ha creado un anuncio, aparecerá un sistema de pujas, como se hace en Adwords. Existen dos opciones, una automática y otra manual. Este se fija o por CPM o PPM (coste por mil impresiones) o por CPC (coste por clic) o PPC (puja por clic). Lo ideal es que es que el CPM o CPC se elija para otorgar mayor visibilidad y el CPC, aunque menos masivo, asegura una interacción y, por tanto, puede servir para atraer conversiones.

Muy importante monitorizar todos los días el estado de la campaña o anuncios que se hayan creado. De esta manera se podrá reaccionar si se ve que las KPIs que se hayan establecido no se están cumpliendo. Y al finalizar la campaña se tiene que hacer una evaluación de la misma para saber si se han conseguido los objetivos y si la estrategia ha funcionado o se debe cambiar para la próxima ocasión.

newsletter

Cómo confeccionar una buena newsletter

Los boletines informativos se han convertido en un auténtico escaparate para las marcas. El e-mailing es un canal directo para informar sobre las últimas novedades o las noticias corporativas de la empresa. Una potente herramienta que permite una comunicación sin intermediarios entre la marca y sus públicos.

Aunque la mejor manera para fidelizar a la audiencia es ofrecerle contenidos de interés, no sólo éstos desempeñan un papel clave en el proceso de fidelización. También lo hace la plataforma de la newsletter que supone tan sólo la punta del iceberg de la estructura del boletín. Ésta es primordial porque influye en el éxito de las ventas de una compañía.

Lo mismo ocurre con las landing  page, deben de ser igualmente atractivas pues de la calidad de las mismas depende la culminación del objetivo último, convertir al usuario en lector asiduo al portal. Es por este motivo que para confeccionar una buena newsletter lo primero a tener en cuenta es que sea responsive, es decir, adaptada a todos los dispositivos móviles. Lo ideal es que esté maquetada en HTML o incluso incorpore elementos gráficos e interactivos que la doten de un mayor dinamismo ya que el contenido de un boletín informativo siempre es 50% visual y 50% contenido.

Las newsletters con mayor índice de apertura están adaptadas a los móviles, por lo que el diseño está muy cuidado y su visibilidad y legibilidad es superior. En lo que se refiere a los aspectos más estructurales, es importante la distribución de los elementos que conforman el boletín. Al igual que una noticia viene encabezada por un titular, con la newsletter ocurre exactamente lo mismo. Debe llevar un encabezado donde aparezca bien definido el logotipo de la marca con un asunto llamativo, que tenga gancho y atrape al lector.

 Llamada a la acción

Habitualmente se suele mostrar únicamente un extracto del mensaje para que los lectores visiten la página web y accedan al contenido completo. De esa forma, el tráfico llega a la web de la marca y no se queda en un mero enlace externo.

Para efectuar una llamada a la acción debe aparecer un botón con unas características estéticas similares a las que aparecen en la web de la marca, en sintonía con la imagen corporativa. Otros botones que no se pueden obviar son los canales sociales en los que está presente la marca. Para los usuarios compartir una información con la que se sienten identificados es una rutina más que habitual y para las compañías, una oportunidad de difusión social. Para ello, se ubican los botones de redes sociales en el footer de la newsletter, apartado inferior de la misma.

Éste es el espacio donde se debe incluir este tipo de información: email, dirección y teléfono de contacto de la compañía. Además, es conveniente proporcionar a los usuarios la misma facilidad para inscribirse al boletín que para borrarse. No es sólo un requisito legal, sino también una cuestión de ética de la compañía.

Asimismo, para conocer la opinión de los usuarios y tener feedback con los mismos, muchas newsletters de éxito añaden un enlace al buzón de atención al cliente para solicitarles su opinión y mejorar, si es necesario. Así se consolida una relación fluida con la audiencia.

Written by @ingabarda