Cuando el mes de agosto impone su régimen de pocas visitas, un escaso caudal informativo oficial (aunque este año en España la información política no cesa por vacaciones) o telediarios con informaciones de manual para jóvenes periodistas sin poder –aún- de agenda, el trabajo de una agencia de comunicación especializada en trabajar contenidos periodísticos propios o para terceros adquiere un protagonismo proporcional.

Porque es en agosto cuando la agencia de comunicación adquiere un papel protagonista de agencia de prensa, esto es, de la instancia desde la que se pueden hacer florecer enfoques originales, de nuevo cuño, elaborados con conciencia periodística, a los medios tradicionales y digitales. Mientras la agencia facilita enfoques, perchas informativas y fuentes contrastadas, el medio puede obtener la exclusiva de un tema diferente al que marca el tópico del famoso de vacaciones, la medusa, la piscina o los robos en viviendas. Pero para conseguir esa comunión entre la agencia y el medio es fundamental que la primera tenga la capacidad de trabajar contenidos de calidad periodística y que sepa “vendérselos” en el idioma que espera el colega plumilla que los puede estar esperando para alimentar su sección.

Y como hablamos de secciones y de especialización, lo aconsejable para la agencia que quiera aprovechar la canícula agostiza es que se ponga en el lugar del receptor de la información. Por un lado, del periodista especializado y, por otro, del lector final o audiencia al que se dirige el mensaje. En este viaje vacacional de la información, la calidad ha de ser premisa, la originalidad argumento de venta y la especialización o exclusividad en el trato con el compañero del otro lado, argumento para la puesta en común del contenido.

Una agenda trabajada, una base de datos segmentada por temáticas o por ámbitos geográficos y una redacción de calidad periodística serán los tres aspectos que habrán de acompañar al periodista de agencia de comunicación con vocación de agencia de prensa. Tanto la agencia, como los clientes de la agencia y los propios medios o blogs, verán alimentada una buena relación de interés para todas las partes a partir de esta oportunidad estival.

¿Le pegamos entonces una patada al mes de agosto difundiendo contenidos de calidad?