Los boletines informativos se han convertido en un auténtico escaparate para las marcas. El e-mailing es un canal directo para informar sobre las últimas novedades o las noticias corporativas de la empresa. Una potente herramienta que permite una comunicación sin intermediarios entre la marca y sus públicos.
Aunque la mejor manera para fidelizar a la audiencia es ofrecerle contenidos de interés, no sólo éstos desempeñan un papel clave en el proceso de fidelización. También lo hace la plataforma de la newsletter que supone tan sólo la punta del iceberg de la estructura del boletín. Ésta es primordial porque influye en el éxito de las ventas de una compañía.
Lo mismo ocurre con las landing page, deben de ser igualmente atractivas pues de la calidad de las mismas depende la culminación del objetivo último, convertir al usuario en lector asiduo al portal. Es por este motivo que para confeccionar una buena newsletter lo primero a tener en cuenta es que sea responsive, es decir, adaptada a todos los dispositivos móviles. Lo ideal es que esté maquetada en HTML o incluso incorpore elementos gráficos e interactivos que la doten de un mayor dinamismo ya que el contenido de un boletín informativo siempre es 50% visual y 50% contenido.
Las newsletters con mayor índice de apertura están adaptadas a los móviles, por lo que el diseño está muy cuidado y su visibilidad y legibilidad es superior. En lo que se refiere a los aspectos más estructurales, es importante la distribución de los elementos que conforman el boletín. Al igual que una noticia viene encabezada por un titular, con la newsletter ocurre exactamente lo mismo. Debe llevar un encabezado donde aparezca bien definido el logotipo de la marca con un asunto llamativo, que tenga gancho y atrape al lector.
Llamada a la acción
Habitualmente se suele mostrar únicamente un extracto del mensaje para que los lectores visiten la página web y accedan al contenido completo. De esa forma, el tráfico llega a la web de la marca y no se queda en un mero enlace externo.
Para efectuar una llamada a la acción debe aparecer un botón con unas características estéticas similares a las que aparecen en la web de la marca, en sintonía con la imagen corporativa. Otros botones que no se pueden obviar son los canales sociales en los que está presente la marca. Para los usuarios compartir una información con la que se sienten identificados es una rutina más que habitual y para las compañías, una oportunidad de difusión social. Para ello, se ubican los botones de redes sociales en el footer de la newsletter, apartado inferior de la misma.
Éste es el espacio donde se debe incluir este tipo de información: email, dirección y teléfono de contacto de la compañía. Además, es conveniente proporcionar a los usuarios la misma facilidad para inscribirse al boletín que para borrarse. No es sólo un requisito legal, sino también una cuestión de ética de la compañía.
Asimismo, para conocer la opinión de los usuarios y tener feedback con los mismos, muchas newsletters de éxito añaden un enlace al buzón de atención al cliente para solicitarles su opinión y mejorar, si es necesario. Así se consolida una relación fluida con la audiencia.