Influencers en un Horchata and Twiits. Foto: Marga Ferrer

Pasos para construir una campaña de marketing de influencers

El 60% de los profesionales de la comunicación invierte en marketing de influencers cuando lleva a cabo una campaña, una tendencia que se ha consolidado este año. El boca a oreja ha cobrado todo su esplendor con las recomendaciones que personas influyentes en redes sociales realizan de productos y servicios, hasta tal punto que ser líder de opinión se ha convertido en una profesión.

Pero la preocupación de las marcas a la hora de desarrollar una campaña de estas características radica en los pasos que hay que seguir. Influencers hay muchos, o se hacen llamar así, pero realmente no todos influyen de igual manera. Además, las compañías pecan de fijarse sólo en el número de seguidores, cuando lo realmente importante son las interacciones con su audiencia y la calidad de las publicaciones. Tampoco es lo mismo una chica con miles de K que habla sobre moda en sus redes sociales que otra persona que tiene un nicho más específico en el que es una eminencia.

Los pasos a seguir para desarrollar una buena estrategia de marketing de influencers es la siguiente:

  • Definir los objetivos. Este es el primer paso imprescindible para cualquier campaña, pero en este caso nos va a ayudar para poder realizar la búsqueda de las personas influyentes con las que se quiere trabajar. Por tanto, es fundamental concretar los objetivos de la campaña, así como el target al que se va a dirigir.

  • Búsqueda de influencers. Existen herramientas, así como empresas especializadas en este cometido, pero si se quiere llevar a cabo por cuenta propia hay que tener en cuenta desde su audiencia hasta los canales en los que se mueve. Si bien es cierto que la cantidad de seguidores es importante, la calidad del perfil lo es mucho más.

  • Determinar una acción. Hay que tener en cuenta que una misma acción no sirve para todos los perfiles influyentes. Por eso, debe encajar con la persona o personas propuestas para que el resultado sea un éxito. Además, no sólo existen eventos, review de productos o intercambios. Dado el volumen de acciones que se realizan, se debe innovar para ser atractivos de cara a la aceptación del influencer.

  • Contraprestación. Como se ha comentado, los líderes de opinión se han profesionalizado y muchos solicitan una remuneración. Esta parte hay que dejarla muy clara: si existe un pago, si se hace a cambio de un producto o si es por la asistencia a un evento exclusivo.

  • Monitorizar y medir. Durante la ejecución de la campaña se debe estar ya midiendo y monitorizando todo lo que se publique para saber el rumbo que está adquiriendo. Las herramientas de analítica de redes sociales y web ayudan mucho a ello, pero hay otras con versiones gratuitas que también ofrecen este servicio. Asimismo, cuando finaliza la campaña se deben extraer todos los datos para saber su impacto.

Desde el principio de la campaña hay que mantener en todo momento feedback con las personas con las que se esté colaborando. De esta manera se sabe si está yendo bien o si la campaña necesita un viraje para lograr el éxito. Hay que tener en cuenta que los influencers aportan notoriedad y visibilidad a las marcas, así como valores que deben, al menos, confluir con los de la compañía para la que se trabaje. No es de extrañar que muchas de estas personas se nieguen a colaborar con ciertas empresas simplemente porque su filosofía no les encaje.

Gabinete de prensa

Comunicación transparente para evitar una crisis

El 95% de las empresas sufre en algún momento de su existencia una crisis y el 99% no está preparada para hacerle frente, según un estudio realizado por la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom). Una situación habitual que cada vez afecta a más entidades, pero que se puede evitar si se trabaja con antelación un plan de comunicación ideado, dirigido y adaptado a los diferentes públicos de la compañía. En este tipo de situaciones la comunicación juega un papel trascendental e indispensable en la balanza, porque a través del uso de mensajes es posible minimizar los impactos que generan los sucesos imprevistos.

Con este plan la empresa gestiona de forma eficiente el problema y canaliza sus efectos, a través de la planificación de una estrategia acotada, según las posibles circunstancias que puedan suponer una crisis para la marca. Para llevar a cabo esta táctica de forma factible lo primero es realizar una investigación previa sobre la reputación de la compañía, para así obtener una visión objetiva de su posicionamiento en un momento neutro. Para lo que hay que recopilar todos los datos sobre la realidad corporativa del pasado, presente y futuro de la misma. La empresa debe indagar en su trayectoria a fin de encontrar todos los riesgos que atenazan su imagen, con el propósito último de prevenir la situación.

En esta primera fase adquiere especial importancia la información sobre las crisis en las que se ha visto envuelta con anterioridad la compañía y, más si cabe, el tipo,  las causas, los públicos afectados y las estrategias que se siguieron para solventarla. Una vez ejecutado este paso, hay que fijar unos objetivos específicos para tener herramientas de respuesta rápida, que permitan el control del flujo de información.

Otra fase necesaria en la constitución de un plan de crisis es la identificación de los públicos, vital para conocer las plataformas con las que podemos contactarles y conversar para clarificarles los hechos acontecidos y explicar con detenimiento las acciones que se van a llevar a cabo para solucionar la situación. A esto se le suma el comité o gabinete de crisis, que la empresa debe formar con su personal más cualificado para que acometan las funciones que se les asignen desde un primer momento. Para ello, dicho plan debe dejar reflejado quiénes son los responsables de solventar la crisis. Atendiendo a las acciones anteriores, el comité elabora diferentes tipos de estrategias según el tipo de problema, los objetivos fijados y los públicos afectados.

Si bien es cierto que existen cuatro estrategias diferenciadas, la más conveniente para las marcas es la que se denomina ‘estrategia accesible’.  Esta consiste en que la empresa informa de forma completamente transparente a sus públicos y se muestra accesible al diálogo y a la conversación para solventar cualquier duda que surja por parte de los usuarios.

Written by @ingabarda
Photo by @Marga_Ferrer