Más que una proyección de cara al año 2020 recién estrenado, este post es reflexión para subrayar los valores que definen a los periodistas desde el prisma de la transformación digital en que estamos inmersos, y del valor informativo que toda empresa que practique las relaciones públicas ha de buscar para conectar con la labor de los periodistas.

Desde el prisma del primero, el del periodista, el año viene cargado de posibilidades para consolidar su trabajo desde una óptica eminentemente móvil. Porque el plumilla de este lado del siglo XXI ha de saber trabajar el sentido primario de la eficiencia gracias a las posibilidades tecnológicas que se le abren. Así, las aplicaciones que tiene a su disposición gracias a disponer de un smartphone significan una potencialidad en sí misma. Por encima de la rigidez de espacios físicos, de ordenadores de mesa y de entornos redaccionales, el periodista de hoy puede trabajar deslocalizado, cerca de la noticia, con un solo “gadget” cargado de numerosas herramientas para consolidar su camino.

De hecho, el nuevo periodista recién salido de la carrera, el viejo plumilla reciclado con nuevas aventuras profesionales en modo freelance o el redactor tradicional, pueden encontrar en la tecnología la puerta abierta para la especialización, la inmediatez, la primicia o la calidad informativa. La nube, los editores de texto en versión móvil y de escritorio, la capacidad de grabar contenido hablado y la de interpretar los hechos plasmándolos directamente en una página, medio de comunicación o blog corporativo son caminos abiertos para practicar periodismo abierto (sic).

Desde el lado de las empresas, ¿por qué esperar más tiempo a convertir sus páginas web en medios de comunicación? ¿Por qué no trabajar contenidos especializados para públicos especializados o contenidos temáticos traducidos para un público más generalista? ¿Por qué no publicar entrevistas, reportajes, artículos de opinión y otros formatos periodísticos donde hoy publican post de escaso valor informativo? En esa misión (informativa), encontrarán en las manos de un periodista o de una agencia de comunicación equipada con plumillas de recorrido temático similar al trabajado por la compañía los mejores aliados.

Estamos en 2020 pero en 2019 todavía no era tarde. ¿Ahora tampoco?