La agencia de comunicación también ha tenido un 2017 con sobrados motivos para hacer balance en lo que se refiere a las tendencias de trabajo detectadas, de las que se desprenden algunos básicos a tener en cuenta para el año entrante.
Los trabajos propios de lo que muchos encasillan en el lado oscuro, han estado marcados por el resurgimiento con fuerza de los servicios periodísticos tradicionales de gabinete de prensa, la consolidación de Instagram como red social clave en las relaciones públicas y por la recuperación del papel del periodista como gestor de contenidos en plataformas tradicionales y digitales a disposición de los clientes y marcas. Con todo, podemos resumir en 4 los titulares que ha dejado el año:
- Segmentación. Los medios de comunicación y los blogs cada vez están regidos por una mayor demanda de especialización, que ha sido tenido en cuenta por los contenidos y citas noticiables dinamizadas por las agencias.
- Personalización. Los mensajes, en la línea especializada referida, se personalizan hasta el extremo de trabajar trajes a medida para la primera audiencia destinataria de los mismos, esto es, el redactor, jefe de sección o bloguer@ en cada caso. La información no es patrimonio de los periodistas, pero son éstos los que todavía tienen la capacidad de filtrar lo que es noticiable o no; aunque también lo hacen los especialistas que manejan audiencias propias capaces de tener más influencia que la sección específica dentro de un medio de comunicación.
- Especialización. Marcas y empresas han acompasado la capacidad especializada de los destinatarios de su actualidad con los receptores de la misma, en una apuesta clara por la externalización de sus departamentos de comunicación y marketing. Las pymes, por su parte, han optado por fórmulas mixtas basadas en la consultoría y planificación estratégica inicial para la posterior puesta en marcha del trabajo por el equipo designado para tal fin en la disciplina interna de las compañías.
- Consolidación. La agencia de comunicación como actor protagonista de las relaciones entre empresas y de éstas con los medios de comunicación tradicionales y digitales ha subido un nivel de consciencia en este 2017. Ya forma parte del ecosistema natural de la organización de empresas y marcas, así como de la relación que mantienen éstas desde sus respectivos departamentos de marketing con los equipos que se integran desde fuera en su organigrama estratégico,
Para 2018, nos quedamos con un listado de básicos para mejorar el plan de ruta iniciado en 2017:
- La necesaria implementación recurrente de hojas de estilo en las empresas que incluyan los ejes de comunicación interna y externa para que todos los departamentos se conciencien del papel fundamental que tienen en la difusión de conocimiento al exterior.
- Comunicación transversal. Recurrir más y mejor a las fortalezas que unen los mensajes entre empresas y marcas del mismo ámbito para subrayar los valores que proyectan y los ejemplos prácticos que benefician a la sociedad.
- Relaciones públicas. Fortalecer el sentido tradicional de los contactos en la era de los influencers, con el objetivo de realzar el valor de los expertos, los líderes de opinión y las fuentes especializadas de cada sector, mediante campañas de contenido, eventos y noticias propiciadas a partir de los hitos de actualidad que las condicionan