Contrastar la información y los datos que ofrece es tarea de todo periodista. Sin embargo, en estos tiempos en los que la declaración, sobre todo de los políticos, prima por encima de todo, parece que se ha olvidado someter a examen las noticias que van apareciendo. Un ejemplo de trabajo bien hecho es el que vemos los domingo por la noche en La Sexta en el programa de El Objetivo, en el que el equipo de verificación de Ana Pastor se encarga de desmentir o no aquellas informaciones que se han ofrecido a la prensa.
Muchos medios, sobre todo los anglosajones, han ido incluyendo paulatinamente herramientas de Fact Checking o verificación de datos. El 47% de los españoles confía en la información que recibe, según el informe de Reuters de 2016, 13 puntos más que en 2015. Pero aún así hay un gran contingente de personas que no se cree lo que lee, ve o escucha. De ahí que el Fact Checking se encuentre en auge y medios como InfoLibre cuenten con una para ello.
Cada partido político, en su caso, manipula u omite los datos a su antojo, y, por desgracia, existen periodistas que no contrastan esta información, muchas veces devorados por las rutinas y la falta de tiempo. Por eso, medios como The Washington Post ya conformaron en 2007 este apartado a través del cual analizan todo con detalle para poner una nota a la información.
A esta necesidad se ha sumado Google recientemente tras la polémica surgida a raíz de las noticias falsas. Según comentó la compañía, lo usuarios pueden ver si una información ha sido verificada y su grado de fiabilidad. De esta manera, quieren combatir las fake news que tanto problemas ha estado dando, disminuyendo así la credibilidad de este motor de búsqueda. Para ello, sitios especializados como PolitiFact o Snopes o los equipos de The Washinton Post se encargan de verificar las noticias.
En este sentido, Facebook se ha querido sumar al carro de la lucha contra las informaciones falsas y también ha anunciado una pequeña guía accesible desde la página de actualidad del usuario para identificarlas.
No obstante, el periodista juega aquí un papel muy importante por su profesionalidad en la contrastación de datos y fuentes. De hecho, grandes medios de comunicación que no poseen un equipo o herramienta de Fact Checking alejan que sus trabajadores ya se encargan de ello con cada noticia que redactan.
La rapidez con la que circulan las noticias en las redes sociales y el querer ser los primeros en dar una noticia han jugado malas pasadas a los periodistas y a los medios por no llegar a verificar lo que se anunciaba. Por eso, es necesario para el futuro del Periodismo que existan estos equipos que se puedan dedicar a saber si es verdad o mentira lo que un político promete a la ciudadanía o si una noticia impactante en la red es de hace años o de ahora.
Foto: Marga Ferrer