Las medallas, para el deporte y para el periodismo

Ya es oficial: como cada cuatro años, la hipnosis deportiva propia de los Juegos Olímpicos se ha apoderado de la actualidad. Los uniformes que lucirá la representación española – muy bonitos, por cierto – abrieron la veda hace unas semanas. Una vez superado el shock de semejantes creaciones – shock por la hermosura de los mismos, insisto –, las noticias acerca de la cita en Londres han sido una constante: apuestas seguras y nuevas promesas, preparativos en la ciudad anfitriona, curiosidades, marcas a batir… Lo de siempre pero, en esta ocasión, con la reminiscencia de Barcelona’92 más presente que nunca. Es lo que tienen las cifras redondas, que nos sacuden especialmente la memoria.

En fin, el apogeo de los Juegos Olímpicos y la apuesta informativa por ellos son tales que el mismo día en que el paro ha alcanzado una nueva marca histórica –5.693.100 personas están sin empleo en nuestro país, nada más y nada menos – la primera edición de la gran mayoría de telediarios ha decidido abrir con la cuenta atrás para las Olimpiadas. Y éste ha sido el preludio de lo que tenemos por delante: las alegrías llegarán con las conexiones desde la capital británica, mientras que las desgracias… Perdón, quiero decir ‘el resto de noticias’ nos las seguirán contando desde Madrid.

Y llegó el párrafo de los ‘quizás’. Quizá sea porque, especialmente en los tiempos que corren, necesitemos una válvula de escape. Quizá, porque el deporte español está realmente en un momento pletórico de su historia. Quizá, también, porque siempre han sido muchos los espectadores, lectores y oyentes aficionados al deporte. Quizá, además, porque los espacios informativos tienden a abusar del contenido deportivo en la actualidad por eso de no alimentar demasiado nuestra úlcera en cuestión de minutos.

Sea como fuere, solo espero que, a diferencia de recientes eventos deportivos de referencia, esas voces críticas que creen que seguir una afición implica dejar de lado el resto de problemáticas se acallen o, por lo menos, no se hagan llamar críticas, sino cínicas. Asimismo, confío en que los periodistas – nuestros compañeros – sepan discernir cómo y cuándo tienen que presentar la información. Hasta donde logro recordar, que no es muy atrás en el tiempo, el deporte de los Juegos Olímpicos ha sido un contenido saludable, cultural y bien trabajado. Así, sé que en los próximos días veremos buenos profesionales compitiendo en los estadios y buenos profesionales narrando lo que ocurre en los mismos. Firmo por ello, como también por unos cuantos oros.

Posted by @LaBellver/ photo by @Marga_FerrerSoma Comunicación

De la crisis, el periodista y la empresa informativa

Aferrarse a un modelo heredado del pasado, en el que la empresa informativa ha dependido de grandes grupos de comunicación y publicidad, en holdings del hecho informativo convertido en variable de negocio, es incongruente y descorazonador. Y lo es porque la crisis ha afectado de lleno a ese patrón, con los periodistas como principales damnificados.

Con todo, florecen nuevas formas de ejercer la profesión que necesitan de la cualificación del profesional de la comunicación, que debe saber huir de los clichés heredados para ponerse manos a la obra cuanto antes.

Hoy la nueva empresa informativa pasa por el periodista con capacidad para organizar un equipo que le acompañe en la aventura emprendedora, por una planificación diversificada de objetivos realistas, por la necesaria búsqueda de ingresos (publicitarios, patrocinados,…) sin que ello signifique renunciar a la independencia y a las virtudes deontológicas del profesional; por un conocimiento exhaustivo de los nuevos canales de comunicación; por la actualización de la agenda personal y la de coberturas informativas prioritarias; por el tiempo dedicado cariñosamente al proyecto sin relacionarlo al concepto tradicional de ‘horas de trabajo’ o de ‘horas extra’ regaladas a una empresa gigante, sino por la dedicación/apuesta empleada para sacar adelante la satisfacción de un proyecto que florezca; por la humildad, la vocación de aprender a diario de los demás y de proyectar en el entorno profesional periodístico los conocimientos que se vayan adquiriendo para que otros puedan probar el mismo camino.

Frente a la crisis, praxis; frente al cambio de modelo periodístico, periodistas; frente a los despidos, ilusión por comenzar una nueva etapa; contra los abusos, humildad y compañerismo. El periodismo ya no es lo que era, pero los periodistas siguen siendo necesarios en una sociedad cambiante, confundida y desinformada que reclama seguir contando con referentes informativos.

Posted by Óscar Delgado / Soma Comunicación

El periodismo digital no muerde

Encontrar un tema que consideras interesante y adecuado para la publicación en que trabajas. Mover hilos hasta conseguir el contacto oportuno. Llamar. Presentar la propuesta y el medio oferente. Especificar que se trata de un digital. Acto seguido, lo que parecía un acuerdo inminente se convierte en un ejercicio de persuasión. Las reticencias han hecho acto de presencia al otro lado de la línea. ¿Por qué este recelo?

Pecaría de victimista si afirmara que esta es la norma general. Muy al contrario: la predisposición de aquellos que aceptan una entrevista o se prestan a que sus trabajos sean reportajeados es tan habitual como de agradecer. Sin embargo, aún son bastantes los casos en que la desconfianza se activa cuando se habla de una publicación “.es” o “.com”. Parece, pues, que el papel todavía tiene una baza a su favor, el prestigio.

Como siempre, la crítica debe estar precedida de un mea culpa: los profesionales somos los principales responsables de habernos dejado eclipsar por la injerencia en el plano 2.0 por haber descuidado las informaciones, haber caído en la tentación del copy paste y haber antepuesto la característica inmediatez de Internet a la verificación propia del periodismo. Pero más allá de nuestros errores – los cuales estamos pagando con creces – existe otra cuestión a tratar: el cambio de mentalidad en los lectores y, atención, en muchos periodistas.

Increíble. Así es que los mismos compañeros sean quienes tuercen el morro cuando les comentas que el proyecto en que andas metido es digital. Mucho más cuando lo que hacen es negarte una colaboración. Deberíamos ser los primeros en comprender que la valía de una información es indiferente a la plataforma en que ésta es presentada. Es más, teniendo en cuenta los términos en que se mueve el mundo actualmente, resulta razonable creer que es más efectivo compartir un artículo interactivo – lo audiovisual y el hipertexto como complementos inherentes – que una estática hoja de papel.

Conste en acta que yo también me considero una enamorada de las buenas lecturas impresas capaces de involucrarte hasta tal punto que tus dedos acaban impregnados de su tinta. No obstante, hay que ser realistas: Internet no es el futuro, sino el presente. Y cuanto antes decidamos apostar con firmeza por el hoy, mejor nos irá mañana. De nosotros depende que entrevistados y lectores se despojen de sus reticencias. Muchas publicaciones digitales ya están ganando terreno en una de las pocas batallas perdidas que les quedan, la del crédito. Su mejor arma, el arma del periodismo por excelencia, es y será siempre la calidad.

Posted by @LaBellver / Photo by @Marga_FerrerSoma Comunicación
Soma Comunicación edita el semanario digital 360 Grados Press

Soma Comunicación cumple 4 años

Sanfermines de 2008. Burbuja inmobiliaria recién reventada. Dos locos amantes de la profesión periodística se lanzan a una aventura emprendedora cuyo nombre decidieron que fuera Soma Comunicación, por eso del equilibrio que representa el concepto en griego, o el orden y el sentido de las cosas bien planificadas, correctamente comunicadas.

Cumplimos 4 años. Estamos muy contentos.

Muchas gracias a todos los que sois Soma.

¡Viva San Somín!

Diseño by Studio Duermevela

La política europea en versión tuitera

Twitter, como red social predominante entre los profesionales de la información y los políticos, alberga una gran parte del tráfico de información cibernético de la UE. La presencia de los políticos europeos en esta red es casi total al igual que la de sus portavoces. No obstante, cabe destacar la actividad comunicativa de altos cargos como el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy (@euHvR), o el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz (@MartinSchulz). Ambos transmiten una gran parte de sus opiniones y comunicados sobre la actualidad europea vía esta red social.

Asimismo, muchos portavoces y personal de prensa de las instituciones también profesan una gran actividad en Twitter, como una obligación más de su trabajo, contestando a todas las cuestiones que los ciudadanos les plantean. Dos buenos ejemplos serían: la portavoz de la CE, Pia Ahrenkilde (@EcspokesPia) y el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch (@jduch).

Por otra parte, fuera del nivel institucional, existe una importante presencia en Twitter que parte de los partidos políticos en el PE y de sus diputados. Entre los representantes españoles, Raül Romeva, eurodiputado de los verdes (@raulromeva), es uno de los más activos junto con Ramón Tremosa, eurodiputado de CIU (@ramontremosa); Pablo Zalba, eurodiputado popular (@PabloZalba) y Raimon Obiols, eurodiputado socialista (@robiols).

EFE

 

Soma Comunicación en Twitter

El rumor de la demagogia

Contagiados quizás por los tambores del oficialismo tradicional, hemos asistido en los últimos días a episodios en las redes sociales calcados del ruido registrado en otros tiempos por cauces más rudimentarios pero, a la vez, igual de eficaces.

Cuando los argumentos proceden de la vertiente oficial, tanto en su origen como en su desembocadura, el resultado en  muy ruidoso e impone un silencio prudente.  Aspecto que hemos localizado el pasado fin de semana tanto en el suscitado en torno a la idoneidad de ver fútbol o no en tiempos de crisis o sobre los silencios protagonizados por determinadas instancias, periodistas o personalidades en relación a circunstancias lamentables como los incendios de Valencia.

Cualquier persona es libre de mostrar el enfoque que considere oportuno respecto a las circunstancias que le rodean. Como lo es el amante del fútbol de ver un partido, a pesar de que él o algún miembro de su familia esté en paro. Como lo es la pareja que decide mantener relaciones sexuales con su media naranja, o el periodista de la sección de Economía que después de una larga jornada en la redacción decide desconectar tuiteando las anécdotas del encuentro de su selección.

Banalizamos, nos mostramos como albaceas de lo bueno y de lo malo, tuiteamos a golpe de verdades absolutas, respiramos sin oir respirar, criticamos sin contrastar, leemos titulares sin entrar en la letra pequeña, construimos verdades a medias, maquillamos nuestra estulticia a golpe de mensaje demagógico o conectado con el pensamiento de la masa, fabricamos ideas que multiplicamos por cien hasta revestirlas de verdad…

Los cauces de la libertad no han de verse reducidos por el ruido de cuatro perfiles que por no compartir una ideología, una tendencia o, incluso, una frivolidad, recurran a la condena irracional y demagógica de ese acontecer construido por todos, entre todos. Las reglas del juego deberían estar claras, o al menos tenerse en cuenta mientras no mediaran insultos o amenazas irracionales.

Convertir en titulares tuiteros el acontecer futbolístico no ha de avergonzar a nadie; hablar de la subida de los precios y no hacerlo de un incendio, tampoco; lamentar la mala suerte y la mala gestión política en relación a un suceso tampoco ha de levantar corrientes fanáticas en contra…

El respeto es el mejor defensor (también periodístico en tiempos de ‘140caracterismo social’) y el mejor garante del derecho a la información sin cortapisas, sin condicionantes masivos que aplasten el parecer de una minoría alejada de la oficialidad en su mejor o peor versión. Dejemos que cada cual se defienda como considere oportuno, en su tiempo libre o en su rato laboral, del rumor de la demagogia.

Posted by @Os_Delgado / Soma Comunicación