El periodismo en Francia

Francia, el país de los derechos humanos, se queda en la 40ª posición en materia de libertad de expresión. De hecho, Francia tiene múltiples normativas que regulan este derecho fundamental, de modo que las publicaciones de los periodistas están muy controladas. La ley francesa condena, entre otras cosas, la difamación, que es el problema más recurrente. Por tanto, el periodismo francés vacila entre autocensura y voluntad de relatar verificadas informaciones.

Asimismo, con la aparición de internet y de las redes sociales, el periodismo en Francia se va cada vez mas rápido porque cada día hay un número mayor de contenidos publicados. Los periodistas se adaptan a esas nuevas herramientas que empujan los cimientos de su trabajo. Todas las informaciones están tratadas en un tiempo muy corto, y esto a menudo es sinónimo de reacción sobre emoción y de escasa calidad para los periodistas que necesitan analizar y distanciarse de la información para producir un trabajo exhaustivo.

Por otro lado, el periodismo francés ha ido siguiendo tendencias periodísticas extranjeras que tienden a mejorar el periodismo en la era de la web 2.0. El ‘Slow Journalism’ reivindica una ruptura con el ritmo de producción y de difusión de información actual que no permite analizar completamente los temas importantes, que provocan debates en la opinión pública. Así pues, el ‘Fact cheking’ o periodismo de verificación originario de los Estados Unidos, se impone en Francia como un medio para verificar siempre todas las declaraciones de los políticos y de los elementos en los debates públicos.

Es así como el periodismo en Francia debe hacer malabarismos con la ley francesa, la web 2.0 y sus nuevas normativas. Y todo ello para producir una información de calidad. El siglo XXI representa un verdadero giro para los periodistas y todos los profesionales de la comunicación, que deben renovar a sus profesiones, aprender a dominar las herramientas digitales y utilizarlas con precisión y atención.

Deja tu comentario